Uno de los
versículos más citados cuando enseñamos, o al menos hacemos referencia a él la
mayoría de las veces, en la Biblia, es 2 Timoteo 2:15. De ahí es que hice este pequeño estudio de la palabra griega ergátes, que ha sido traducida 15
veces como “obrero”; 2 veces como “obra”,
y 1 vez como “hacedores”.
(2 Timoteo 2:15) Procura con diligencia
presentarte a Dios aprobado, como obrero
(ergátes) que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
La palabra
griega ergátes, se usa 18
veces en 16 versículos. Proviene de la palabra griega e’rgon, que significa:“trabajar, afanarse (como un esfuerzo
u ocupación), y por implicación significa: un acto, un hecho, hacer, labor, y trabajo. El diccionario de la
RAE define "obrero" como: una persona que obra o trabaja, y se
refiere a alguien que hace algo con sus manos por lo que es retribuido o
remunerado. Ahora, bíblicamente hablando, un “obrero de la Palabra” es alguien
que “trabaja” la Palabra de Dios, estudiando y examinando las escrituras. Puede
tener o no, ciertas habilidades o destrezas especiales, que en realidad no son
requeridas, lo que si se requiere, es ser un creyente renacido del espíritu de
Dios y tener la voluntad de hacerlo, quizás con algunas herramientas básicas como
libros de apoyo para hacer el estudio, la ayuda y la guía del espíritu santo.
Hice este pequeño estudio del significado de ergátes para
comprender mejor cuál es el propósito de Dios al pedirnos que seamos
"obreros" de su palabra, y como ya tenemos una idea de lo que es un
"obrero", veamos cómo esta palabra Griega ergátes , ha sido traducida y usada en otras partes de la
biblia.
(Mateo 9:35) Recorría Jesús todas las
ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el
evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. {36}
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y
dispersas como ovejas que no tienen pastor. {37} Entonces dijo a sus
discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. {38} Rogad, pues, al Señor de la mies, que
envíe obreros a su mies.
La palabra Griega
ergátes, aquí es traducida como “obreros” aunque en realidad se refiere
a un labrador, o a un trabajador del campo. El diccionario Bíblico “Vines”, define ergátes
como un trabajador del campo, un labrador o campesino, y aunque la versión
Reina –Valera usa la palabra “obrero” en la mayoría de los casos, aquí en
Mateo, Jesús hace referencia a un labrador o campesino, alguien que trabaja en
el campo, pues está hablando a sus discípulos acerca del tiempo de la cosecha,
haciendo una analogía con sembrar una semilla y cosechar los frutos. Un “obrero” generalmente es alguien que obra o
trabaja con sus manos, de una manera mucho más técnica en una industria, en un
taller, en un oficio; ya sea como electricista, mecánico, albañil o carpintero,
pero no trabaja en el campo. Un trabajador del campo, generalmente no es
llamado “obrero”, sino agricultor, labrador, o campesino. Y éste labrador sabe
muy bien lo que se necesita para cosechar un producto, y todo el esfuerzo y tiempo
que se requiere para desarrollar su labor, puesto que el fruto no se cosecha de
un día para otro, se requiere trabajar duro, y esa dura labor, ese extenuante y
fatigoso trabajo es incesante; a la vez, también necesita las herramientas apropiadas
para desarrollar su labor.
(Mateo 10:1) Entonces
llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos,
para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
Este versículo
nos muestra el corazón misericordioso de nuestro señor Jesucristo, su amorosa
compasión hacia la gente, al enviar a sus discípulos como esos “labradores”, si
continuando con la analogía, y al mismo tiempo les dio las herramientas
necesarias para plantar la semilla y cosechar el fruto después.
(Mateo 10:7) Y
yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. {8} Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad
muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. {9} No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre
en vuestros cintos; {10} Ni de
alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque
el obrero es digno de su alimento.
En el versículo 10 hallamos nuevamente la
palabra “obrero”, que es de hecho la primera vez que se usa en la biblia. Aquí,
Jesús les dio las instrucciones necesarias y la recomendación expresa de no
confiar en nada sino en lo que Dios les había dado a través de Jesús. No es
demasiado difícil de entender lo que un labrador o campesino es, alguien que labra
la tierra, que trabaja en el campo. Quiero que tengas en mente, para más
adelante, la característica principal de un labrador o campesino, el trabajo
duro, extenuante, y continuo, al igual que si principal virtud, la paciencia.
Ahora mira lo que Jesús también les dijo a sus discípulos.
(Mateo 10:16) He
aquí, yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, vosotros astutos
como serpientes, y sencillos como palomas. {17} Pero guardaos de los hombres, porque os entregarán a los
concilios, y en sus sinagogas os azotarán; {18} Y seréis llevados ante
gobernadores y reyes por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles.
Aquí la palabra “guardaos”
traducida del Griego es una advertencia, significa: “prestar atención o estar
atentos y alertas”. La palabra “hombres” también en el versículo 17 es la
palabra griega ánthropos, que
se traduce como: “con rostro de hombre, es decir, un ser humano, pero también
describe a “cierta clase de hombres”. Así, que, estos “hombres” de los que Jesús
advierte a sus discípulos no son hombres comunes, son un tipo específico de “hombres”.
Y eso lo explicaremos con el siguiente uso de la palabra Griega ergátes,
que también es traducida como “hacedores”
El diccionario describe
"hacedor" a alguien que hace,
causa o ejecuta algo, como miembro de una clase "trabajadora", y
también se define como: uno que "trabaja" especialmente en trabajos
manuales o industriales, o con un material en particular, por lo que estos “hacedores”
pueden desarrollar habilidades
especiales en áreas específicas. Así, que, estos " hacedores” son una clase de “hombres” muy hábiles en manejar un
material en particular, pero la parte interesante de esta palabra “hacedores”, traducida de ergátes en la Biblia, es que siempre se usa en relación con
obras malignas.
(Hechos 19:24) Porque
un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no
poca ganancia a los artífices; {25} a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza; {26} pero veis y oís que este Pablo, no
solamente en Éfeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con
persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos. {27} Y
no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la
gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad
de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.
La palabra
“artífices” en el versículo 24 es la palabra griega tecnítes, que significa: artesano, constructor y artífice.
Estos hombres eran muy hábiles trabajando con la plata y ganaban mucho dinero
vendiendo modelos de plata del templo de una diosa griega llamada Artemisa.
Este Demetrio llamó a todos los "obreros" (ergátes) del mismo oficio. La primer palabra “oficio” en el
versículo 25 es la palabra griega técne
que significa: oficio, habilidad, arte; de ella se deriva la palabra “técnica”.
Demetrio vio a Pablo como una amenaza para su “oficio”, o la técnica que habían
desarrollado. La segunda palabra “oficio” en el mismo versículo 25 es la
palabra griega ergásia, que
significa: ocupación, ganancia, diligencia, obras, pero la palabra “negocio” en
el versículo 27 es la palabra griega méros,
que significa: asignación, parte, porción. El diccionario de la RAE tiene
también un par de definiciones muy interesantes de la palabra "negocio"
y la define como: “aquello que es objeto o materia de una ocupación lucrativa o
de interés” y “obtener de un asunto el mayor provecho posible, sin otra mira
que el interés propio”. Entonces, me
parece que esta técnica que desarrollaron
estos hombres, en la que eran muy hábiles, el oficio principal que estos
hombres vendían era exactamente eso, el negocio de engañar a la gente para
obtener un fin o ganancia personal. Demetrio y los demás “obreros” del mismo
oficio, se hicieron ricos con su “negocio” de vender estatuillas de plata, y trataron de hacer pensar
a la gente que estaban protestando por defender un trabajo honesto, pero en
realidad estaban enriqueciéndose y engañando a la gente vendiendo idolatría y apartando
a la gente de Dios. Ese es el objetivo de estos “ciertos hombres” de los que
Jesús advirtió a sus discípulos,
llamados también “hacedores de maldad” como veremos a continuación.
(Lucas 13:22) Pasaba
Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén. {23} Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que
se salvan? Y él les dijo: {24} Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque
os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. {25} Después que el padre de
familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a
llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá:
No sé de dónde sois. {26} Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos
comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. {27} Pero os dirá: Os digo que
no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. {28} Allí será el llanto y el crujir de
dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el
reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.
La palabra griega ergátes es traducida en el versículo 27 como “hacedores”, y en
este caso en conexión con la “maldad”.
(2 Corintios 11:13) Porque estos son falsos
apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como
apóstoles de Cristo.
Aquí tenemos nuevamente
la palabra ergátes, traducida aquí como “obreros”, que son descritos
como “fraudulentos o engañosos”. Pero, ¿de qué estaba Pablo hablando aquí?
(2 Corintios
11:1) ¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí, toleradme. {2} Porque os celo con celo de Dios; pues os
he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a
Cristo. {3} Pero temo que como la
serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera
extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. {4} Porque si viene alguno
predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro
espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis
aceptado, bien lo toleráis;
En los
versículos 3 y 4, Pablo está advirtiendo a los corintios que no se dejen
engañar al grado de prestar atención a otras doctrinas predicadas por falsos
apóstoles y falsos profetas. Eso es lo que Pablo enfatiza en el versículo 13 al
referirse a esos “obreros fraudulentos”. Pablo está advirtiendo a los corintios
acerca de los falsos apóstoles, esos “hacedores de maldad, como los llama el
libro de Lucas.
(2 Corintios
11:14) Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de
luz. {15} Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como
ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.
El mismo Satanás
se disfraza como ángel de luz y sus achichincles, como ministros de justicia.
Ese es uno de los artificios del diablo para engañar a la gente, y
especialmente, de ser posible, a los escogidos de Dios. Pablo estaba muy
preocupado por los creyentes y les advirtió contra aquellos “obreros
fraudulentos” quienes son en realidad “hacedores de maldad. La palabra “obras” al final del versículo es la palabra
griega e’rgon, y básicamente
significa: “hechos o acciones”. Lo que me recuerda Mateo 7:20 que dice: “Así
que, por sus frutos los conoceréis”. Esos frutos producidos por sus obras, nos
pueden indicar a qué tipo de obrero hacemos caso.
(Filipenses 3:1)
Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros
las mismas cosas, y para vosotros es seguro. {2} Guardaos de los perros,
guardaos de los malos obreros,
guardaos de los mutiladores del cuerpo. {3} Porque nosotros somos la
circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo
Jesús, no teniendo confianza en la carne.
La palabra
griega ergátes traducida como
“obreros” no diferencia entre “obreros buenos”y “malos obreros”, por lo que debemos tener
cuidado y estar alertas, como Jesús advirtió a sus discípulos y Pablo a los
creyentes, de que esos “obreros” a los que escuchamos no sean “falsos
apóstoles, falsos profetas, o falsos maestros, hombres fraudulentos hacedores
de maldad”.
Al parecer, el
material en el que más se especializan estos “malos obreros” es el mal. Y
nuestro Padre celestial quiere que estemos conscientes porque esos “ciertos hombres”
que abundaron no solo en los tiempos de Jesús y Pablo como acabamos de ver;
también abundan hoy. En el versículo 3, Pablo nos recuerda quiénes somos en
realidad y a quien servimos, para que no nos olvidemos y seamos presa fácil de Satanás,
sus “malvados ministros” y sus artimañas.
Ahora bien, hay
dos usos de la palabra ergátes
traducida como “obra”. Vamos al libro de Hechos, donde Pablo y Bernabé estaban
enseñando a la gente acerca de Jesús en Antioquía y Pisidia.
(Hechos 13:38) Sabed,
pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de
pecados, {39} y que de todo aquello de
que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado
todo aquel que cree. {40} Mirad, pues, que no venga sobre vosotros lo que está
dicho en los profetas: {41} Mirad, oh menospreciadores, y asombraos, y
desapareced; Porque yo hago una obra en vuestros días, Obra que no creeréis, si alguien os la
contare. {42} Cuando salieron ellos
de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de
reposo les hablasen de estas cosas.
La frase “yo
hago” al igual que la primera palabra “obra” en el versículo 41 son la palabra
griega ergátes, la tercera
palabra “obra” es érgon. Los versículos 40 y 41 parecen un poco
confusos en la Reina -Valera, ¿a qué se refería Pablo? Bueno, Pablo está ablando
aquí sobre una profecía del profeta Habacuc, quien estaba angustiado por la
grave maldad de Judá, pero él sentía más preocupación por la aparente renuencia
de Dios de juzgar a Judá, que por la
falta de arrepentimiento de su pueblo.
(Hab. 1:1) La
profecía que vio el profeta Habacuc. {2} ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y
no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? {3} ¿Por
qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia
están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. {4} Por lo cual la ley
es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia
al justo, por eso sale torcida la justicia.
Habacuc estaba molesto
por lo que él consideraba la falta de respuesta de Dios, al mal comportamiento del pueblo Judío, pero
Dios le responde a Habacuc que recibiría la respuesta en poco tiempo; los
feroces e impíos caldeos (babilonios) serían la vara de Dios que azotaría a
Judá ante los mismos ojos de Habacuc.
(Hab. 1:5) Mirad
entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la
creeréis. {6} Porque he aquí, yo
levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de
la tierra para poseer las moradas ajenas.
El dilema de
Habacuc era: “Señor, tú ves lo mal que se porta tu pueblo; son malvados, perversos,
violentos y rebeldes. ¿Por qué no haces nada al respecto? La respuesta de parte
de Dios fueron los caldeos. Pero, ¿por qué Pablo llegó a citar estas mismas
palabras del libro de Habacuc?
(Hechos 13:44) El
siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de
Dios. {45} Pero viendo los judíos
la muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatían lo que Pablo decía,
contradiciendo y blasfemando. {46} Entonces Pablo y Bernabé, hablando con
denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase
primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos
de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles.
Al parecer,
Pablo al igual que Habacuc, llegó a su límite, ya no podía soportar más la
necedad y rebeldía del pueblo judío. Ahora permíteme leer Hechos 13:41 traducido
de la Versión Amplificada.
“Mirad, burladores, y maravillaos, y pereced,
y desvaneceos; porque estoy haciendo una obra en vuestros días, una obra que
nunca creeréis, aunque alguien os la describa [hablándoos de ella en detalle]”
(Hechos 13:41) VersiónAmplificada
¿Puedes ver la obra a la que Dios se refiere?
Para la desesperación de Habacuc, los caldeos fueron la obra que Dios iba a
hacer para responder a la iniquidad de Judá, una obra que nadie creería que
Dios hiciera contra su pueblo. Ahora, para Pablo, los gentiles eran la
revelación de Dios, y la obra que él iba a hacer, algo que nadie jamás creería
posible, especialmente en el pueblo judío, incluso si alguien se los describiera en
detalle.
(Hechos 13:47)
Porque así nos lo ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los
gentiles, para que seas para salvación hasta lo postrero de la tierra. {48} Y
cuando los gentiles oyeron esto, se regocijaron y glorificaron la palabra del
Señor; y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna. {49} Y la
palabra del Señor se difundió por toda la región.
¡Y gracias a
Dios, aquí estamos, y no por obras! ¡Servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo
Jesús nuestro señor y salvador, y no confiamos más en a carne!
Al inicio de
esta enseñanza mencioné que la palabra griega ergátes es traducida principalmente como “obrero”, “hacedores”
y “obras, hechos o acciones”
En los
evangelios, Jesús se refiere a ergátes
describiendo a un labrador o campesino, alguien que sabe de la tierra, de la siembra,
de la cosecha, de la dura extenuante y continua labor que se requiere, y su
paciencia al esperar el fruto.
Ergátes traducida como “obrero”, se refiere a alguien que
estudia, escudriña y examina la Palabra de Dios, continuamente, como hacían los
creyentes de Berea, quienes escudriñaban las Escrituras diariamente para ver si
estas cosas eran así.
Ergátes traducida como “hacedores” está relacionada a la
maldad, y se refiere claramente a los “hacedores de maldad”, a los “malos obreros”, también llamados “obreros fraudulentos”,
ellos son los “ciertos hombres” de los
que Jesús advirtió a sus discípulos, y esos “artífices” que se especializan en
alterar la verdad y contaminan la Palabra de Dios con las mentiras, las religiones
y las culturas del mundo.
Ergátes traducida como “obra” es simplemente eso, una obra,
un trabajo, un hecho, una acción, como lo que Dios hizo en respuesta a la
desesperación de Habacuc, y lo que Dios reveló a Pablo de ir a los gentiles, lo que nos dio el acceso
al reino de los cielos y a formar parte de la maravillosa familia de la fe.
Ahora,
¿recuerdas que te pedí tener en mente la principal característica de un
labrador o campesino, el trabajo duro y constante, y su principal virtud, la
paciencia? Como “obreros” de la Palabra de Dios, a veces tenemos que incorporar
todo eso a nuestro trabajo, porque la respuesta no siempre es inmediata y
clara; a veces tenemos que esperar la respuesta de parte de Dios y su Palabra y
debemos ser pacientes. Algo más que podemos incorporar, es lo que esos “obreros
fraudulentos” desarrollan, una habilidad. Ellos se especializan en el mal,
nosotros debemos volvernos hábiles en el conocimiento y aplicación de la
Palabra de Dios, no solo en nuestra propia vida sino también en la de los
demás, porque la voluntad y el propósito de Dios para con nosotros es que lo
conozcamos a él y a su palabra, el conocer, que sabemos, que sabemos, que
sabemos. Claro que algunos libros de apoyo para la investigación también son bastante útiles. Finalmente, entender y
reconocer que el espíritu santo estará siempre listo y dispuesto para darnos la
inspiración, el apoyo y la guía necesarios para que podamos llevar a cabo
nuestra labor.
En lo personal, no soy muy
dado a preparar una lista de resoluciones de año nuevo, pero en este año que
recién comienza, si tú tampoco tienes una lista de ellas, tengo una buena
exhortación para ti.
¡Sed, pues,
obreros de la Palabra de Dios!
¡Dios te
bendiga!
E. S. N.
J. E. R. S.
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