La fuente principal de información de este blog es La Biblia. Todas las enseñanzas compartidas aquí, son y serán principalmente basadas en la Biblia Reyna Valera Versión de 1960

Hoy en día, vivimos en un mundo donde todo es rápido y gratis, tenemos servicios de correo electrónico gratuito, bebidas y comidas, bajas en calorías, azúcar y grasa, y los ojos de la gente van detrás de todo lo que tenga la palabra “gratis” en frente. La gente no quiere gastar su dinero, su tiempo, su energía, su esfuerzo, y ni siquiera quieren pensar, todo lo quieren hecho a la medida y en la boca. La tecnología es de gran ayuda, pero también promueve la pereza, no caminamos porque hay coches, no escribimos cartas porque hablar por teléfono es más rápido y más fácil, lo irónico, es que ni siquiera utilizamos los teléfonos para hablar, enviar mensajes de texto es lo que está de moda hoy. No cocinamos, porque hay montones de comida rápida en el departamento de alimentos congelados, en los súper mercados, que con solo ponerlas en el micro-ondas, la cena para toda la familia, está lista en cinco minutos. Las generaciones de jóvenes, parecieran no tener valores, moral, buenas costumbres, ni ética en lo absoluto. Pero nosotros, los creyentes cristianos si tenemos valores, moral, buenas costumbres, y ética. No somos perezosos, y sabemos que todo lo que tiene la palabra “gratis” al lado, tiene condiciones adjuntas, como las letras pequeñas que nunca leemos de las tarjetas de crédito, y es nuestra responsabilidad andar y actuar de acuerdo a nuestra creencia, fundamentada y arraigada en la verdad de la Palabra de Dios. No importa si nuestros vecinos, nuestros amigos, o nuestros familiares, quieren seguir viviendo el estilo de vida fácil que el mundo impone.

La enseñanza de hoy la escuché hace más de 25 años y se titula una vida nueva, vida que está disponible para nosotros hoy, gracias al sacrificio de nuestro Señor y salvador Jesucristo, cuando fue resucitado de los muertos.

(Lucas 24:1) El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. {2} Y hallaron removida la piedra del sepulcro; {3} y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. {4} Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; {5} y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? {6} No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, {7} diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. {8} Entonces ellas se acordaron de sus palabras, {9} y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. {10} Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. {11} Más a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. {12} Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.

El versículo diez, mencionan que estas mujeres fueron al sepulcro y no encontraron el cuerpo del Señor y estaban perplejas, pues no entendían lo que estaba pasando. Jesucristo les dijo muchas veces que él iba a morir, y que Dios le levantaría de los muertos al tercer día. Se acordaron de eso, después que esos dos varones con vestiduras resplandecientes, les dijeron lo que había sucedido en los versículos del 5 al 8. Los versículo del 9 al 11, relatan que ellas fueron a contar todas estas cosas a los apóstoles, pero no les creyeron. El versículo 12, dicen que sólo Pedro tuvo una actitud diferente. Hubo seis cosas que Pedro hizo que podemos contar en este relato:

1. El se levantó; 2. Corrió al sepulcro; 3. Miró dentro de la cueva; 4. Él vio los lienzos; 5. Se fue a casa; 6. Se maravilló de lo sucedido. Probablemente se rascaba la cabeza pensando en lo que había sucedido.

Una de las cosas que la Biblia no menciona es, si Pedro creyó. Ese fue la séptima cosa que Pedro no hizo. Probablemente te preguntas, ¿qué tiene que ver todo esto con la vida nueva? Bueno, estas mujeres en este relato, así como los apóstoles, al principio, no creyeron lo que sucedió cuando Jesús Cristo fue resucitado de entre los muertos. Vivieron con él, fueron enseñados e instruidos por él, vieron la cueva vacía y los lienzos solos, vieron a los dos varones con vestiduras resplandecientes, quienes les dijeron que Jesucristo había sido levantado de entre los muertos, y sin embargo, no creyeron. Les tomó un poco de tiempo darse cuenta de lo que había sucedido. Ellos no vieron la clase de vida que estaba disponible para ellos a partir de ese momento. Tampoco nosotros no nos damos cuenta a veces, de la clase de vida que está disponible para nosotros hoy, para disfrutar, amar, servir, dar, y enseñar a otros.

Esa vida nueva no llega a nosotros cuando compramos el boleto ganador de la lotería, o cuando nos graduamos de la universidad, o cuando nos casamos y tenemos hijos, esas cosas pudieran también representa una vida nueva, pero la nueva vida de la que estoy hablando, no viene a nosotros porque seamos buenos o malos, o porque seamos guapos y perfectos. La nueva vida llegó cuando Jesucristo resucitó de entre los muertos; ¡Sí! La resurrección de Jesucristo es la única cosa que trae una nueva vida.

(Juan 10:10) El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Jesucristo no solo vino para darnos vida, sino una vida mucho más abundante. Si alguien te preguntara cuál es el mejor regalo que desearías recibir ¿qué dirías? ¿Un automóvil nuevo, o un trabajo donde pudieras ganar un montón de dinero y tomar unas largas vacaciones, o una enorme mansión para ti y tu familia? Quizás estés en desacuerdo con mi respuesta, pero yo pienso que la vida de alma es el mejor regalo que pudiéramos recibir, si no tenemos vida, todo lo demás es irrelevante, no necesitamos el auto, ni el título universitario, ni la casa, ni el trabajo, ni nada. Y si la vida de alma es tan importante, al grado de saber, que sin ella nada sirve, ¿cuán importante y grandiosa crees tú, que pudiera ser la vida eterna? ¡Mucho más importante, mucho más grandiosa!

(1 Juan 2:25) Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.

Así que Jesucristo no sólo hizo posible para nosotros una vida de alma mucho más que abundante, sino que hizo disponible para nosotros, también, la vida eterna. ¿No es genial?

Los jóvenes de hoy no tienen valores, piensan que son eternos, que nunca se enfermarán y que nunca van a morir. Piensan que pueden hacer todo tipo de locuras, y que son inmunes a todo. Ellos no se dan cuenta de lo grandioso que es tan sólo el estar vivo, y mucho menos se dan cuenta, de cuán importante y maravillosa es, la vida eterna, y eso es triste. Si un joven supiera que le queda poco tiempo de vida, les aseguro, que no pedirían un auto nuevo, o que les celebren la mejor fiesta de cumpleaños de su vida, pediría más tiempo para vivir. Como dije antes, si la vida de alma tiene un gran valor, mucho más valor tiene la vida eterna. Ahora, ¿cómo podemos obtener la vida eterna? ¡Confesando Romanos 10:9,10!

(Romanos 10: 9) que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. {10} Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Déjenme mostrarles lo que dice el texto Griego:

(Romanos 10:9) Que si confesares con la boca de ti (como) señor a Jesús, y crees en el corazón de ti que Dios le levantó de entre (los) muertos, serás salvo; porque con (el) corazón se cree para justicia, y con (la) boca se confiesa para salvación.

Poniendo esta traducción de Romanos10:9 en un castellano más claro, dice:

(Romanos 10:9) Que si confesares con la boca a Jesús como tu señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de entre los muertos serás salvo.

¿Notas la diferencia entre: “confesar que Jesús es el señor” y “confesar a Jesús como tu señor”? La diferencia está en que; al confesar que Jesús “es el señor” muchos asumen, que como en el antiguo testamento la palabra “señor” se refiere a Dios, deducen, que Jesús debe ser Dios. Por otro lado, al confesar a Jesús “cómo tu señor” no lo convierte automáticamente en Dios, sino en señor personal de tu vida, y como dice 2 Corintios 10:12 debemos llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, como señor personal de nuestras vidas.

Ahora, confesar romanos 10:9 es simple, pero algunas personas no creen que la salvación es tan simple y tratan de hacerlo más complicado, el hombre siempre se complica la existencia pues la manera en la que pensamos es complicada, pero el hecho que seamos complicados, no significa que los caminos de Dios sean también complicados. Se supone que debemos pensar como niños y creer, los niños son simples, ellos solo oran y creen que Jesucristo va a volver, no preguntan sobre la manera en la que va a suceder, simplemente oran y creen. No podemos darnos el lujo de ser complicados y tratar de analizar cómo esas cosas van a suceder. Eso le corresponde a Dios y debemos dejárselo a él, pues él sabe lo que está haciendo, seamos simples, creer y actuar es nuestro trabajo.

Las mujeres que fueron a la tumba, al igual que Pedro convivieron con Jesús, fueron enseñados por él y escucharon cuando les dijo que iba a morir, pero que resucitaría al tercer día, pero cuando hallaron la tumba vacía y vieron los lienzos solos, no recordaron ni creyeron en ese momento, aún cuando dos varones de Dios les informaron de lo que había sucedido, no creían, pero finalmente creyeron que había sido levantado de entre los muertos, y nosotros también creímos. Nosotros no vimos la tumba vacía ni los lienzos solos, pero creímos; ellos tenían la palabra hablada por el mismo Jesús; hoy nosotros tenemos la Palabra escrita de la que podemos aprender.

(Romanos 6:1) ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? {2} En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? {3} ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? {4} Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva

Estos versículos se refieren al hombre viejo y al hombre nuevo. La Palabra de Dios dice que el hombre viejo está muerto, que fue sepultado cuando Jesucristo murió, y al igual que Cristo fuimos resucitados con él, para que andemos en vida nueva. ¡La vida nueva llegó a través de la resurrección de Jesucristo! Eso es lo importante, la resurrección de Jesucristo, de allí es de donde viene la nueva vida.

El mundo celebra la Pascua; El diccionario dice que la Pascua es "un festival de la iglesia observado en el primer domingo después de la luna llena, o el siguiente después del equinoccio de primavera, en conmemoración de la resurrección de Jesucristo. Lo último que la gente busca en esto es lo que la resurrección representa y significa. El mundo organizan festivales, eventos y procesiones que pretenden emular el sufrimiento de nuestro Señor Jesucristo, desde que fue capturado, crucificado y muerto; pero todo es una farsa, porque no entienden la importancia de la resurrección con todo el poder y la liberación que vienen con ello. Y eso se debe a que el diablo tiene cautivo al mundo, en esclavitud, es oscuridad total. La resurrección es el fin de ese cautiverio, pero es nuestra decisión de creer y caminar como lo hizo Jesucristo.

(Romanos 6:5) Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; {6} sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Nosotros éramos esclavos de ese hombre viejo, ese viejo estilo de vida, en el que estábamos sirviendo al pecado, y eso es lo que la gente en el mundo vive, eso es todo lo que saben, nosotros también fuimos esclavos de ese hombre viejo.

(Efesios 2:1) Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, {2} en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, {3} entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. {4} Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, {5} aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)

Por gracia somos salvos, no porque somos tan buenos, bonitos o guapos, ¡es por gracia! No teníamos nada que ver con esa gracia, pero la misericordia de Dios y el amor de Cristo Jesús por nosotros lo hizo posible. El versículo 2 habla de que en otro tiempo estuvimos siguiendo la corriente de este mundo, y el curso del mundo es como una montaña rusa; al principio puede que disfrutes de la velocidad, las curvas, las subidas y bajadas, gritas, levantas las manos, pero no puedes quedarte ahí para siempre, te enfermarías, y si tratas de permanecer por mucho más tiempo, incluso podrías morir. ¿Cuántos de ustedes han estado en una montaña rusa? ¿Por cuánto tiempo puedes tú disfrutar de ella? No por mucho tiempo, pero eso es sólo una diversión, el mundo es algo así, pero cuando una persona mantiene un estilo de vida como el de una montaña rusa durante toda su vida, no es nada divertido.

En la montaña rusa un operador maneja los controles, tú no puedes controlar nada, la velocidad, las curvas, las subidas y bajadas, y no la puedes parar cuando tú quieras, tienes que esperar hasta que el operador la detenga y te bajas de ella. Pero, ¿sabes quién opera los controles del mundo? ¡El diablo! Él es quien controla el mundo y él no conoce la palabra “parar”. Recuerda que él vino para hurtar y matar y destruir. La única cosa que puede sacarte de la corriente del mundo es confesar Romanos 10:9-10 y creerlo, entonces recibimos la oportunidad de una nueva vida. Así de poderosa es la resurrección, que puede sacarnos de la esclavitud y la oscuridad del mundo, nos puede dar una vida más que abundante, y aún más, puede darnos una vida que no tiene fin, la vida eterna.

(Efesios 2:6) y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, {7} para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. {8} Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; {9} no por obras, para que nadie se gloríe. {10} Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Somos hechura de Dios, creados en Cristo para buenas obras. La biblia dice que ya estamos sentados en los lugares celestiales, y que tenemos ahora una nueva vida para vivir.

(2 Corintios 5:17) De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

(Romanos 6:7) Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. {8} Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; {9} sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. {1}0 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. {11} Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Así que la Biblia dice que el viejo hombre está muerto y nuestro hombre nuevo con una nueva vida debe vivir para Dios. Tenemos que creer esto, actuar, y caminar conforme a la voluntad de Dios. Si todavía pensamos que somos demasiado malos, piensa en el apóstol Pablo, todas las cosas que hizo, él mató a la gente, él persiguió a los cristianos, él tuvo que renovar su mente y vivir una vida nueva por la gracia de Dios.

(1 Timoteo 1:12) Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, {13} habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. {14} Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. {15} Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. {16} Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.

Después de todas las cosas que Pablo hizo, obtuvo la misericordia de Dios. Ninguno de nosotros ha hecho nada parecido a lo que hizo Pablo. ¿No te parece que la gracia de Dios es más grande que cualquier pecado que hayamos cometido en el pasado? No importa lo que hicimos, o lo que fuimos, Dios nos ha llamado para buenas obras. Él ya olvidó el pasado, está bendiciendo el presente y ha asegurado el futuro porque la resurrección venció a la muerte.

(Colosenses 2:6) Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; {7} arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.

Esa es la vida nueva, andar en Cristo, arraigados y edificados en él, y para hacer eso tenemos que esforzarnos, inicie esta enseñanza diciendo que en el mundo de hoy, casi todo es fácil, sin esfuerzo , gratis, pero para caminar este andar, tenemos que movernos y actuar, la palabra de Dios no es una pastilla para el dolor, se requiere tiempo para que nuestra mente pueda digerir y creer, para aceptar la voluntad de Dios, la Palabra de Dios no es pasiva, tenemos que tomar acción creyente y movernos adelante, tenemos que leerla, estudiarla, y ponerla en nuestras mentes. Si queremos tener resultados y vivir ese nuevo estilo de vida que tenemos disponible ahora, gracias a la resurrección de Jesucristo, tenemos que movernos. Jesucristo vino y habló la Palabra de Dios, fue crucificado, murió por nosotros y resucitó de entre los muertos para que todos podamos vivir una nueva vida, con su muerte, puso nuestro hombre viejo bajo tierra, él si está muerto y no tiene ya dominio sobre nosotros. La resurrección, trajo a nuestras vidas al hombre nuevo. Debemos dejar que esa nueva creación se manifieste en nuestras vidas y viva, y que el estándar de un andar en Cristo sea nuestra norma para disfrutar y vivir nuestra vida nueva.
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La palabra “religión” en la versión Reina Valera, solo aparece tres veces en toda la Biblia. Una vez en el libro de Hechos, y dos veces en el libro de Santiago, curiosamente, ni una sola vez en el Antiguo Testamento. ¿De dónde viene entonces toda esa religión que se enseña en las iglesias cristianas de hoy?

De acuerdo con el diccionario, “religión” es: (a): un sistema organizado de creencias, ceremonias y reglas utilizadas para adorar a un dios o un grupo de dioses; (b): el servicio y la adoración a Dios o lo sobrenatural.

En la Biblia, la palabra “religión” es traducida de la palabra griega: treskéia: que significa: observancia ceremonial (servicio), adorar, y, como los traductores la pusieron, religión, pero  treskéia, básicamente, es una forma de adorar, o una forma de servir.

 Dado que sólo aparece tres veces en toda la Biblia, vamos a echar un vistazo a ellas. Pero antes de eso, vamos a:

(Éxodos 8:1) Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva (del hebreo: ‘abad que significa “servir, adorar”).

(Éxodos. 9:1) y (Éxodos.10:3) También dicen lo mismo: “Deja ir a mi pueblo, para que me sirva”.

Éxodos está más acorde con la definición (b): el servicio y la adoración de Dios, sin tantas reglas, tradiciones y preceptos añadidos por el hombre. Veamos ahora la primera vez que “religión” es usada en la Biblia.

(Hechos 26:5) los cuales también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo.

El apóstol Pablo se refiere aquí a su “religión judía”. Quiero que notes un par de palabras en este versículo, primero la palabra "secta". Una "secta", es un grupo religioso o político que está conectado a un grupo más grande, pero que tiene creencias que difieren fuertemente de las del grupo principal. La otra palabra que quiero que veas es la palabra "rigurosa", que significa: estricto, estrecho, riguroso. Así que la forma de adoración de Pablo, como fariseo, era de la más estricta, más rigurosa y más estrecha manera posible de servir y adorar a Dios.

(Gálatas 1:13)  Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo (religión judía), que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; {14} y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.

La palabra “judaísmo” aquí, es la palabra griega Ioudaismos; que quiere decir: la fe, o la creencia judía, también traducida como “la religión judía”. Esta creencia judía tiene todo que ver con el Antiguo Testamento, con los diez y los más de 900 mandamientos de la Ley de Moisés. Pero aún ahí, todo lo que veo es una forma de servicio o culto a Dios.

(Éxodos 20:1) Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: {2} Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. {3} No tendrás dioses ajenos delante de mí. {4} No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. {5} No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, {6} y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
 
El versículo cinco dice: "No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; (del hebreo: ‘abad, que significa "servir ", (esto es lo que también la palabra griega treskéia significa) porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso". Todo lo que Dios quería era que su pueblo le sirviera, le amara, y guardan sus mandamientos, eso les dijo cuando los liberó del cautiverio de Egipto, pero mira lo que pasó cientos de años después, en los tiempos de Jesús.

(Mateo 15:1) 1 Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: {2} ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. {3} Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? {4} Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. {5} Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, {6} ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. {7} Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: {8}  Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. {9}  Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.

Sin duda, el liderazgo judío fue responsable de transgredir los mandamientos de Dios al agregar sus propias doctrinas y sus tradiciones, pero los traductores sin duda les dieron un gran impulso al convertir la palabra "servicio", en la palabra “religión”. Dios, como un Dios celoso, dijo a los judíos que no sirvieran y adoraran a ningún otro dios, o ninguna imagen tallada, solamente a él. El hecho de que Dios le dio leyes y mandamientos al pueblo judío, fue porque eran duros de cerviz, tercos e ignorantes. Ellos tenían que aprender a vivir sus vidas de acuerdo a los estándares de Dios, pero fallaron una y otra vez, al no obedecer la ley ni seguir los mandamientos de Dios, y aunque la Ley representaba una especie de cautiverio para el pueblo judío, Dios nunca tuvo la intención de mantener a su pueblo en la esclavitud para siempre.

(Proverbios 4:1) Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, Y estad atentos, para que conozcáis cordura. {2} Porque os doy buena enseñanza (doctrina);  No desamparéis mi ley {3} Porque yo también fui hijo de mi padre, Delicado y único delante de mi madre. {4} Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás.

Dios siempre ha querido y quiere aún, que los hombres le honren, no sólo con nuestras bocas y labios, sino con nuestros corazones, y mostremos reverencia ante él, siguiendo su palabra, y guardando sus mandamientos, no los preceptos y las doctrinas (enseñanzas) de hombres , porque eso es exactamente lo que la religión significa; ¡preceptos y doctrinas de hombres!

Dios quiere que tengamos conocimiento, que nuestros corazones retengan sus razones, su santa palabra. Sólo Dios nos da la buena doctrina (enseñanza), contraria a lo que las doctrinas de los hombres, llenas de reglas y tradiciones enseñan. Déjame mostrarles aquí, un claro ejemplo.

(Isaías 29:13 RV/1960) Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;

(Isaías 29:13 NVI) El Señor dice: Este pueblo me alaba con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración no es más que un mandato enseñado por hombres.

(Isaías 29:13 LAMSA) Por eso el Señor dice, por tanto este pueblo se me acerca con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su reverencia (respeto) hacia mí no es enseñado por los preceptos y doctrinas de hombres.

La Reina Valera de 1960 (RV/1960) es una de las versiones que más se acerca a los textos griegos, y es una gran herramienta para el estudio y la investigación de la Palabra de Dios. Los editores de la Nueva Versión Internacional dejaron fuera la palabra “temor”, cambiándola por la palabra “adoración”.La Biblia Lamsa es una versión traducida del texto arameo Peshitta. La primacía aramea del texto del Nuevo Testamento, es considerado por varios, más precisa que el texto utilizado para la versión Reina Valera de la Biblia, y de estas tres versiones, al menos en Isaías 29:13, la biblia Lamsa, es la versión más exacta.

Algo que podemos agregar de ahí, es que a Dios se le debe tener respeto o reverencia, no temor. Cuando enseñamos la Palabra de Dios, debemos enseñar a la gente a amar a Dios, no a temerle. El Dios de los cristianos es un Dios amoroso y justo, no es el Dios terrible que pintan del Antiguo Testamento. Si, Dios es un Dios terrible, para con su archienemigo, el diablo y sus seguidores, para aquellos que se oponen al movimiento de su santa Palabra, y enseñan como doctrina mandamientos de hombres. Pero para sus hijos, los creyentes cristianos, Dios es amor y es justo.

Isaías 29:13 reclama: "...con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí..."

¿Notas la conexión que existe entre la boca, los labios y el corazón?

¿Por qué crees tú, que Romanos 10:9 involucra nuestras bocas y nuestros corazones? ¡Porque la confesión y la creencia van de la mano!

¿Te acuerdas de Proverbios 4:23? "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”.

Dios se refiere al corazón de la mente, no al órgano que bombea la sangre por todo tu cuerpo. ¿Pero, por qué debemos guardar, o proteger nuestros corazones?

(Mateo 15:17) ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? {18} Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. {19} Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. {20} Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.

¡El corazón de la mente, representa nuestra propia vida, nuestra esencia misma! Por eso es que debemos cuidar lo que hablamos, como lo hablamos, y por qué lo hablamos. Nuestras vidas deben mostrar lo que hablamos, y debemos hablar y vivir la Palabra de Dios, ¡con fervor! Como el apóstol Pablo lo menciona en Gálatas.

(Gálatas 1:13) Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; {14} y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.

Pablo era mucho más celoso de las tradiciones de sus padres, antes de que se convirtiera al cristianismo. La palabra “celoso” significa: estar marcados por el partidismo ferviente de una persona, una causa, o de un ideal. Es por eso que Pablo perseguía y consentía en matar a los cristianos, quienes tenían una manera diferente de servir y adorar a Dios, que el judaísmo. Pablo creía que hacía lo correcto al perseguir a quienes practicaban una doctrina diferente a su religión judía. Nosotros los cristianos, deberíamos tener un celo parecido al de Pablo, y estar marcados por un partidismo ferviente hacia Dios como persona; a predicar a Jesucristo como el hijo de Dios y enseñar sobre su resurrección y el perdón de pecados, proclamándolos como nuestra causa; y a revelar a su hijo en nosotros, en nuestro diario andar, como nuestro ideal.

(Gálatas 1:15)  Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, {16} revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre.

Lo que Pablo dice aquí, es que ni siquiera comparó sus viejas creencias, sus tradiciones o ritos ceremoniales, de los cuales había sido excesivamente celoso, con la gracia de Dios, porque no hay comparación, la gracia de Dios es mucho más inmensa. Pablo fue elegido desde el vientre de su madre para revelar a Cristo en él y predicar al Hijo de Dios, y él lo entendió así.

(Filipenses 3:1) Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro. {2} Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. {3} Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. {4} Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: {5} circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; {6} en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. {7} Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. {8} Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura (excremento, estiércol), para ganar a Cristo, {9} y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;

Los traductores aquí, quisieron presentar a Pablo como una persona moderada, al no exponer su vocabulario. La palabra griega que ellos tradujeron como basura en el versículo 8, es skúbalon, y realmente significa “excremento, estiércol”.  Pablo entendió la enorme diferencia que había, entre lo que él había vivido y experimentado desde su niñez, su adolescencia, y su madurez; y lo que ahora tenía en Cristo Jesús. Su linaje, su raza, su secta, su celo a la ley, su ganancia, su posición, su influencia, su autoridad, su conocimiento, su religión, todo, todo, todo lo consideró no solo como basura, sino como excremento, como estiércol, como un desecho que apesta, algo desagradable a la vista, al tacto, al olfato, al sentido común, algo indeseable. ¡Eso es la religión!

Ahora, ¿puedes entender esto? Si Pablo, quien fue criado, amamantado, e instruido, como Fariseo, en la forma más estricta, más rigurosa, y más estrecha de servir y adorar a Dios, siendo quien fue, teniendo el poder que tenía, logrando mucho más que cualquier otro judíos de su época, quien teniendo un enorme celo por su religión, y las tradiciones de sus padres, fue capaz de echar todo eso fuera de su vida, y considerarlo como un desecho apestoso e indeseable ¿por qué nosotros no podemos? ¿Por qué no queremos poner a un lado y echar fuera de nuestras vidas, toda esa maloliente religión que se nos ha inculcado? ¡No podremos, si continuamos siendo guiados con las tradiciones, doctrinas y mandamientos de hombres! Es nuestra decisión, creer en el hombre y sus doctrinas, o creer en Dios y su Palabra. ¡Tú decides!

(Santiago 1:26) Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. {27} La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.

Ya vimos que "religión", fue la palabra que los traductores eligieron, y que la palabra griega treskéia significa servir, adorar. "Religión", es una palabra que los traductores utilizaron para enredar las cosas y confundir a los creyentes cristianos; y es una palabra que el diccionario define para mostrar la sabiduría del mundo y su intelecto. La Biblia me muestra y me enseña una manera de servir, de honrar y de respetar a Dios, con mi boca y con mi corazón, con mi esencia, con toda mi vida, mi alma, y mis fuerzas.

¿Puedes ver ahora la importancia de usar bien la palabra de verdad?

(2 Timoteo 2:15) Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.

Como obreros diligentes, aprobados por Dios, tenemos que aprender a “usar bien” la palabra de verdad. Tenemos que saber y entender lo que Dios dice en su palabra, cómo lo dice, cuando lo dice, porqué lo dice, y a quien se lo dice.

Es cierto que el liderazgo judío fue responsable de guiar al pueblo con sus propias tradiciones establecidas, sus doctrinas y sus preceptos; en lugar de los mandamientos de Dios. Es cierto también que los traductores utilizaron las palabras que quisieron, a veces para aclarar algunas partes de las Escrituras, pero a veces para promover su propia ideología, pero ¿qué hacen las denominaciones de hoy? Añaden, omiten, o alteran, partes de las Escrituras para promover su propia religión, al igual que el liderazgo judío del Antiguo Testamento. Veamos nuevamente Santiago 1:26 leído ahora de la Biblia Lamsa.

(Santiago 1:26 LAMSA) Si alguno piensa que ministra (sirve) a Dios, y no controla su lengua, se engaña a su propio corazón y su ministerio (servicio) es en vano. {27} Un ministerio (servicio) puro y santo delante de Dios el Padre es este: Visitar a los huérfanos ya las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.

La palabra “religión” no aparece en la biblia Lamsa, lo que indica que en el texto en arameo tampoco existió. Creo que puedes cambiar la palabra “religión” por la palabra “ministerio” o “servicio” sin alterar el mensaje. ¿Notas nuevamente la conexión entre la lengua (hablar) y el corazón? Una lengua sin control junto con un corazón engañado, son adoración vana, no son un servicio agradable a Dios. Ahora, un ministerio o servicio puro y santo se resume en dos puntos:

Uno: Visitar a los huérfanos ya las viudas en sus tribulaciones; que es una de las cosas más simples que podemos hacer para servir y adorar a Dios.

Dos: Mantenernos sin mancha del mundo; lo que puede que no sea tan fácil, pero tampoco es imposible. Dios también le dio este consejo al pueblo judío miles de años atrás.

(Jeremías10:1) Oíd la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel. {2} Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman. {3} Porque las costumbres de los pueblos son vanidad…

¿Alguna vez ha leído algo parecido en las epístolas? ¿Qué tal Romanos12?

(Romanos 12:1) Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. {2} No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Dios le dijo a los judíos a no aprendieran el camino de las naciones, porque sus costumbres eran vanas. Debemos aprender de ese consejo, y también, aplicar en nuestro andar lo que la doctrina de romanos 12 nos enseña. ¡Ese es nuestro servicio racional a Dios! Dios es un Dios de razón, de lógica, él no es un maniático esquizofrénico que nos exija algo que no podamos llevar a cabo.

(Romanos 12:3) Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. {4} Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, {5} así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. {6} De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; {7} o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; {8} el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. {9} El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. {10} Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. {11} En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;

La Biblia no es un catálogo de religiones, o una guía para adoptar tu propia doctrina. La Biblia es la doctrina correcta, la única doctrina que nos enseña a no conformarnos a este mundo, sino a transformarnos por medio de la renovación de nuestro entendimiento (la mente renovada) para que podamos comprobar la buena, agradable, y perfecta voluntad de Dios, ¡ese es nuestro servicio racional para Dios!

La religión está llena de doctrinas, tradiciones y preceptos de hombres. La Biblia es la voluntad revelada de Dios, y muestra el deseo de Dios, de que los hombres que le sirvamos y le honremos, no sólo con nuestras bocas y labios, sino con nuestros corazones, y mostrarle nuestro respeto, siguiendo su palabra, ministrando, profetizando, enseñando, exhortando, dando, andando en poder, siendo diligentes, misericordiosos, alegres, amables, prefiriéndonos unos a otros sin disimulo, no siendo perezosos, sino fervientes (llenos de celo) en el espíritu , sirviendo solo, única, y exclusivamente a él.

(Marcos 12:30) Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Esto es lo que básicamente Dios quiere de nosotros, sus hijos; amarlo, servirlo, y honrarlo. Así que, cualquiera que sea tu ministerio o tu manera de servir, hazlo con diligencia, sin fingimiento, sin pereza, ¡hazlo con fervor!  La Biblia, que es la Palabra de Dios revelada, no es religión, es una forma de vida. ¡Cuando nacemos al mundo, nacemos para vivir, pero cuando renacemos del espíritu de Dios, renacemos para servir!

La “religión”, enseña mandamientos y doctrinas de hombres, eso no es para nosotros, los cristianos. ¡Lo nuestro es; amar, servir, y respetar a Dios con nuestra manera de vivir!

I.H.N.

J.E.R.S.
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