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Más Allá de los 12 Signos del Zodiaco Parte 2

Ya hemos visto la interesante y maravillosa historia de cómo la Palabra de Dios está escrita en las estrellas, las constelaciones, su significado y lo que representan. Continuaremos hoy con las dos constelaciones restantes y concluiremos determinando nuestra posición y nuestro papel en este intrigante tema de los 12 signos del zodiaco.

La onceava constelación del zodiaco es Cáncer.

11) Cáncer es una constelación representada por un Cangrejo o un escarabajo. La posesión del Mesías, los redimidos son sostenidos con firmeza. Cáncer literalmente significa: "El que sostiene.” En realidad no significa cangrejo, sino la expresión del agarre tenaz y fuerte. “Ningún hombre puede arrebatarlos de mi mano” como dice en el evangelio de Juan. ¡A eso se refiere!

(Juan 10:28) y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

Es visible en el mes de abril. Las tres constelaciones próximas a Cáncer son: La Osa Menor, la Osa Mayor, y Argos.

La constelación de la Osa Menor, realmente significa; “El aprisco o redil menor.” Parece un osito pero no lo es, realmente significa “redil o aprisco.” Aquí se trata de un redil pequeño. La Estrella Polar se encuentra en la cola, y significa paz y seguridad.

La siguiente constelación es la constelación de la Osa Mayor, y no solo es un redil pequeño, sino el redil con todas las ovejas en él, este es un enorme redil, e indica mucho más de lo que la osa menor representa.

La tercera constelación en las proximidades de Cáncer es la constelación de Argos, que significa “la nave o el barco,” y representa a los viajeros y a los peregrinos llevados de regreso a casa en condiciones seguras, cuando todos los conflictos han terminado. Jesucristo no soltará a su pueblo, Israel no puede ser arrebatado de su mano.

La doceava y última constelación del zodiaco es Leo.

12) La constelación de Leo significa; “El león.” Esta constelación demuestra el triunfo consumado del Mesías. Es el fin de la revelación inspirada en la Palabra de Dios, El león de la tribu de Judá despertado por el desgarramiento de la presa. Esta constelación también es enorme. Una vez que la cabeza de Leo comienza a hacerse visible, se necesitan dos horas más para que la cola aparezca. Es visible en abril y mayo. Las tres constelaciones colindantes a Leo son: Hydra, Crater, y Corvus. 

(Estas constelaciones muestran la destrucción total de la serpiente, de su simiente, y de todas sus obras).

La constelación de Hydra es la serpiente antigua, y representa a esa serpiente antigua destruida.

La segunda constelación junto a Leo es la constelación de Cráter; que significa “Taza o copa,” como una gigantesca copa llena de vino. Representa la copa de la ira divina derramada sobre la serpiente antigua.

La tercera constelación próxima a Leo es la constelación de Corvus, que significa; “El cuervo,” un ave de rapiña que devoraba la serpiente.

Todas estas constelaciones están entrelazadas en la oscuridad de la noche, y muestran como resultado al león, con su consumado triunfo sobre la serpiente.

En los 12 signos del zodíaco, se han representado en acción doce ideas principales, doce principales verdades de la revelación divina.

1. La simiente de la mujer vendrá.
2. Habrá un precio que él pagará por esa posesión adquirida.
3. El precio será un conflicto con la serpiente, el enemigo, quien herirá al conquistador en el calcañar. 4. Él Será enviado con rapidez, seguramente, como una flecha lanzada desde un arco.
5. Él morirá como un sacrificio.
6. Resucitará y derramara bendiciones sobre su pueblo.
7. Su pueblo será una gran multitud, que se mantendrán unidos unos con otros y con él mismo.
8. El que fue inmolado, cuyo calcañar fue herido, reinará, y pondrá a su enemigo bajo sus pies.
9. Él vendrá con el poder triunfante, y tendrá el dominio.
10. Él es el Hijo de Dios y el hijo del hombre, la víctima y el rey.
11. Él sujetara fuertemente su posesión adquirida, la recompensa de su trabajo.
12. Por último, pondrá a todos sus enemigos bajo sus pies, porque viene con diez mil de sus santos para ejecutar juicio sobre todos, para separar el bien del mal.

Desde la perspectiva Bíblica, esos son los significados, y lo que representan cada una de las 12 constelaciones del zodiaco, así como las 36 constelaciones menores con las que están agrupadas. Pero ninguna de estas 12 constelaciones mayores, aún con toda la increíble belleza con la que Dios escribió su Palabra en las estrellas, ni en ninguna de las 36 constelaciones menores, se habla o se encuentra señal alguna, que indique absolutamente nada, acerca de la iglesia de las epístolas, a la que nosotros pertenecemos. Como si no hubiera habido ninguna revelación acerca de nosotros en el Antiguo Testamento. Nosotros no tenemos absolutamente nada que ver con esos significados, con esas maravillas y esas señales escritas en las estrellas. Todo eso fue escrito para Israel, pasado, presente y futuro, los eventos que ya sucedieron, así como aquellos que van a acontecer en un futuro, todo fue escrito específicamente para el pueblo de Israel.

Nosotros no tenemos nada que ver con nada de eso, incluso con las cosas que están escritas en el libro de apocalipsis, nosotros estamos exentos de ello, nosotros estaremos en la gran reunión mucho antes que los eventos del libro de revelaciones acontezcan. Qué gran bendición es saber el significado de lo que está, y lo que no está escrito en las estrellas, y también saber que no tenemos nada que ver con todo eso.

Pero la pregunta es: ¿Y qué de nosotros, de que somos parte entonces? Lo grandioso, lo magnánimo, y lo increíblemente maravilloso de la Palabra de Dios escrita en las estrellas, es completa y totalmente para el pueblo de Israel, pero ¿y nosotros qué?

La humanidad ha buscado y sigue buscando robar a Cristo de su gloria, para borrar el nombre de Dios y de Su Hijo Jesucristo, posiblemente desde los inicios de la astrología con los caldeos, como dice el libro de Daniel.

(Daniel 2:2) Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey.

Este era un grupo de gente que estudiaban las estrellas, pero no desde una perspectiva Bíblica, sino desde un punto de vista astrológico, ellos desarrollaron una manera de pensar, de creer y de vivir, que se ha filtrado hasta los tiempos de hoy, esta astrología es una de las grandes religiones en el mundo que afecta casi a todos. El adversario ha tenido tanto éxito a través de la astrología y un sinnúmero de diversas religiones, que la humanidad no sabe casi nada acerca de lo escrito en las estrellas, acerca de la Palabra de Dios, acerca del poder de Dios, ni acerca de la maravillosa salvación que está disponible. No saben absolutamente nada sobre el redentor, sobre lo que logró, ni sobre lo que está disponible hoy día. Hoy podemos cambiar eso y hacer que la gente conozca cual es la voluntad de Dios.

Las estrellas dicen que la simiente de la mujer (Virgo) habría de venir como un niño, que tenía que haber un sacrificio, que es representado por el altar o Libra. Que el sacrificio iba a ser por los pecados de su pueblo, que enfrentaría un gran conflicto con el enemigo que es Escorpión, en el que sería herido en el calcañal, pero que al final aplastará la cabeza del enemigo y lo pondrá bajo sus pies. Esto ha ocurrido en parte y será totalmente cumplido en el futuro.

(Juan 12:36) Entre tanto que tenéis luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue, y se ocultó de ellos. Jesucristo vino por y para Israel. El dijo a su pueblo; “en tanto que tenéis la luz, creed en la luz,” y esa luz que irradiaba de Jesucristo mismo era el poder de Dios en él, por medio del espíritu santo que estaba en él. Esa luz es mucho más grande y brillante que la más grande y brillante de las constelaciones, mucho más brillante que la más físicamente hermosa y fuerte de las maravillas que Dios haya puesto en los cuerpos celestiales.

Jesús dijo “creed en la luz.” ¡Eso es lo que quiero que creas! No en el poder que pudieran o no tener las estrellas, y sus influencias sobre tu vida. Las cosas han cambiado y yo también quiero que tú creas en la luz. ¡Jesucristo vino por y para Israel, aún así, el Antiguo Testamento habla de la misericordia de Dios para los demás!

(Oseas 2:23) Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.

Déjenme aclarar un poco este versículo. Ruhama significa: Tener compasión o misericordia. La frase Lo-ruhama se refiere a aquellos que no habían obtenido misericordia. Ammi significa: Mi gente, mi pueblo. La frase Lo-ammi significa aquellos que no son mi pueblo.

Haciendo una traducción literal de acuerdo al uso de este versículo leería: “Y la sembraré (la nueva Israel) para mí en la tierra, y tendré misericordia de aquellos que no han obtenido misericordia (Lo-ruhama); y llamaré a aquellos que no son mi pueblo (Lo-ammi): Tú eres mi pueblo (ammi), y él (mi pueblo) dirá: Dios mío.” (Oseas 2:23 Literal)

Esta es una de las pocas referencias que habla de otra gente fuera del pueblo de Israel que se convertiría en el pueblo de Dios. ¡Adivina que, esto habla también de nosotros! Aunque no haya sido escrito en las estrellas, está escrito en la Palabra de Dios, aquí en el libro de Oseas capítulo 2 versículo 23.

Después cuando llegó el día de Pentecostés, cuando se derramó el don del espíritu santo, un hecho realmente triste fue que una gran mayoría del pueblo de Israel se negó a creer. Ellos querían seguir bajo la ley de Moisés y no aceptaban que el Mesías, el redentor del hombre, Jesucristo, ya había venido por primera vez, y había venido a redimirlos. Ellos creían que Jesús fue un gran hombre, un gran profeta, pero no creyeron que él era el hijo de Dios, y cualquiera que no cree que Jesucristo es el hijo de Dios queda fuera del reino de Dios. Ellos quedaron fuera, sin importar lo que ellos piensen, están fuera, porque Jesucristo ya vino, y su venida fue algo maravilloso. Pero Israel se negó a creer, a pesar de los esfuerzos de Pedro y los apóstoles, quienes trataron de convertir a los judíos proclamando ante ellos el evangelio, y aunque muchos creyeron, la gran mayoría se negó a creer.

El apóstol Pablo, quien era Judío, tras un encuentro personal con Jesucristo se convirtió, renació del espíritu de Dios, comenzó a predicar el evangelio, y se volvió hacia los gentiles.

(Hechos 13:46) Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles.

Ellos fueron a los gentiles, la palabra gentiles significa “naciones” las otras naciones que no eran el pueblo de Israel, sino todos los demás.

(Hechos 13:47) Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.

¿Recuerdan que Jesucristo dijo “creed en la luz para que seáis hijos de luz”? Y Dios le dijo a Pablo “te he puesto para luz de los gentiles.” Estamos hablando de esa brillantez, de la Palabra de Dios viva, debido al don del espíritu santo en nuestro interior, que era para la salvación de los gentiles hasta los confines de la tierra. No solo las estrellas en el cielo brillan con su luz y dan su mensaje hasta lo último de la tierra en cada lenguaje y en cada palabra. La Palabra escrita hace exactamente lo mismo hoy, de una manera diferente porque en las estrellas, no había nada acerca de lo que Dios le dijo a Pablo que hiciera. Esta fue una orden directamente de Dios para Pablo y para el resto de la humanidad.

(Hechos 13:48) Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna. {49} Y la palabra del Señor se difundía por toda aquella provincia.

Esta es la nueva orden, ir a los gentiles y declarar la Palabra de Dios para la salvación y la vida eterna. Debemos declarar la Palabra de Dios a las naciones del mundo, ahora no es solamente para Israel. Pero ¿Qué era exactamente lo que Pablo estaba haciendo con su nueva "orden dada por Dios?"
(Hechos 26:18) para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados. {19} Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial, {20} sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. 

Eso es lo que Pablo hizo con esa nueva orden, enseñó la Palabra de Dios, abriendo los ojos de la gente y convirtiéndolos de las tinieblas a la luz, o sea, sacándolos de la potestad de Satanás y llevándolos a la potestad de Dios. Como resultado ellos obtendrían el perdón de pecados y herencia entre los santificados al creer en nuestro seños Jesucristo. ¿No es maravilloso? Ahora la luz de la Palabra de Dios reemplaza a la luz de las estrellas y de todas las constelaciones. Para responder a una pregunta acerca de Israel: ¿Tropezaron ellos para que cayesen? Porque la gran mayoría de ellos no creyeron en Jesucristo, hasta el día de hoy, muchos aún no creen, y continúan practicando su religión y sus tradiciones como si Jesús nunca hubiese venido, por eso siguen practicando sus tradiciones tan celosa y rigurosamente como en los tiempos de antes, cuando todavía esperaban por la venida del Mesías, ellos siguen aún esperando.

(Romanos 11:11) Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.

Puedo ver que ellos tengan celo de los gentiles, porque los gentiles tienen lo que ellos deberían tener. Cuando ellos ven que Dios da el incremento y obra poderosamente en los corazones y las vidas de aquellos que tienen el don del espíritu santo en su interior, son provocados a sentir celos. Realmente a nosotros no nos incumbe si están celosos, pero fue su culpa, porque ellos no creyeron. Dios envió a Pablo a las naciones, lo que ayudó a que esa profecía que leímos anteriormente en el libro de Oseas capitulo 2 versículo 23 se hiciera realidad, que otras naciones fuera del pueblo de Israel le llamaría su Dios, y él le llamaría su gente. Nosotros estábamos antes sin Dios y sin esperanza en este mundo, muertos en delitos y pecados. No podíamos en el pasado, de ninguna manera ser parte de Israel, ni nunca lo seremos en el futuro, necesitas nacer Judío para serlo, tiene que estar en tu línea sanguínea, nosotros no lo somos y nunca lo seremos, pero esta nueva manera de creer en Jesucristo, el confesarlo como señor de nuestras vidas y creer que Dios le levantó de entre los muertos, como dice en Romanos.

(Romanos 10:9) que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. {10} Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Esto reemplaza todas las leyes del Antiguo Testamento y la manera de creer establecida en el Antiguo Testamento, erradica el pecado y nos trae la vida eterna. Es la nueva manera que Dios estableció y que le ordenó a Pablo que proclamara a todas las naciones. Eso es lo que Pablo hizo en sus tiempos, y es la misma Palabra que nosotros hemos oído y creído hoy. Vean lo que Pablo dijo. 

(Romanos 15:15) Mas os he escrito, hermanos, en parte con atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada {16} para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo.

Las naciones, o cada persona que decide creer en Jesucristo serán santificadas, lo que significa ser puesto aparte, por medio del espíritu santo que reciben. No por las obras, no por usar ropa de marca, no por la manera en la que hablas, ¡eres puesto aparte por medio del espíritu santo que mora en ti!

(1 Corintios 12:2) Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos.

Tristemente eso es lo que todas las naciones a través del mundo hacen, nosotros no sabíamos nada acerca de la astrología, no sabíamos que no existe poder alguno en el horóscopo, ni en guardar o celebrar los días, las estaciones, o los años. La gente dice “no camines debajo de las escaleras, cuidado con los gatos negros, con el viernes 13,” Pero eso son solo creencias falsas que la gente incrédula inculca a los demás, es solo basura que no tiene nada que ver con la Palabra de Dios. Esas cosas como el horóscopo, no fueron originadas por medio de la voluntad de Dios, sino a través de falsificaciones y la contaminación de las escrituras, divulgadas por falsas religiones como la astrología. La intención de Dios de escribir su palabra en las estrellas, fue para dar a conocer su voluntad a la humanidad, la astrología no tiene absolutamente nada que ver con lo que Dios hizo. No necesitas leer tu horóscopo, no tiene ningún poder, lee las escrituras, la Palabra de Dios es lo que nos trae liberación. Lo que la Palabra de Dios dice es verdad y es lo que realmente va a suceder. Lee lo que la Palabra de Dios dice al respecto de las cosas. Los psíquicos, los adivinos, los brujos, los encantadores, son solo una bola de charlatanes que trabajan para el diablo, puede que te digan un poco de verdad en sus augurios, pero la mayor parte del tiempo solo defraudan a la gente. Ve a la Palabra de Dios y mantenla viva en tu vida.

(1 Corintios 12:3) Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.

Hablar por el espíritu de Dios se refiere al hablar en lenguas, el espíritu de Dios es el espíritu que mora en nuestro interior. Cuando hablamos en el espíritu no podemos maldecir o llamar a Jesús anatema, Nadie tampoco puede verdaderamente llamar a Jesús señor, si no tiene el espíritu de Dios en su interior. Acabamos de leer en Romanos 15, que hemos sido puestos aparte y eso lo podemos probar cada vez que hablamos en el espíritu, y deberíamos hablar en lenguas más y más, esa es una de las cosas más grandes que deberíamos hacer siempre. Dios lo estableció y nos dio de su espíritu a nosotros, eso enciende el fuego en nuestro interior, que ocasiona que brillemos más que todas las estrellas.

(Colosenses 1:26) el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, {27} a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,

Jesucristo originalmente vino al pueblo de Israel, debería ser Cristo en ellos la esperanza de gloria, deberían ser ellos los que fueran libres de las ataduras de la ley, y ser capaces de caminar libres, con sus pecados perdonados y sus conciencias limpias, algo que ningún sacrificio establecido en el Antiguo Testamento nunca pudo lograr, ni logrará. Jesucristo nos limpia de todo pecado, él es el único camino para tener una conciencia limpia. Todo esto debería haber sido para Israel, pero ahora, este misterio que ha estado escondido a través de las generaciones y las edades, se ha hecho manifiesto. No estaba en las estrellas, no se conocía, y lo que este misterio es, como dice en el libro de Efesios acerca de las riquezas de la gloria de este misterio, no solo que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, junto a Israel, sino que también tendríamos a Cristo en nosotros la esperanza de gloria. 

Tenemos el Cristo en nosotros que Israel debería tener porque nosotros si creímos en nuestro redentor, creímos e hicimos a Jesucristo nuestro señor, creímos que Dios le levantó de entre los muertos, creímos para justicia y Dios nos hizo justos. ¡Sí! No estaba escrito en las estrellas, pero ahora está escrito en nuestros corazones, donde puede ser visto y leído por todos los hombres cuando mantenemos la Palabra de Dios en nuestro andar. Y la luz de la vida de Dios fluye de nuestras vidas y quema todo a su paso, ¡es maravilloso! Lo que los gentiles recibieron no estaba en las constelaciones, tampoco estaba en las estrellas, tampoco en el Antiguo Testamento.

Lo que las naciones de gentiles recibieron era para Israel, para que recibieran a Cristo la esperanza de gloria, pero ahora, aquí estamos, nosotros lo tenemos, por la culpa misma de los Judíos, que se negaron a creer, la salvación llegó a los gentiles. ¡Gloria a Dios! ¡Gracias sean dadas a Dios porque escuchamos y creímos! ¡Gracias a Dios que vino a nosotros porque podemos hacer algo con ello! ¡Podemos creer, y vivir, y hacer todo lo que esté a nuestro alcance y dar nuestro mejor para Dios! 

(Filipenses 2:15) para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;

¡Sí! Debemos resplandecer como luminares en el mundo, con la luz más brillante en nuestro interior ¡Brillamos! Cuando pensamos en las estrellas en la noche, en cualquier punto donde las constelaciones sean visibles, las miras y ves un punto brillante a la distancia, y hasta parece que no se mueven, que están en un punto fijo y solo cintilan, o pulsan, y que reflejan su luz sobre la tierra. Pero si se mueven, pulsan con tremenda energía nuclear, esa es la naturaleza de las estrellas, y siempre están en movimiento, viajando alrededor de su trayectoria, así como el sol mismo se mueve sobre la eclíptica, y como la tierra y la luna se mueven al viajar sobre sus propias orbitas. Todo está siempre en constante movimiento, ligados todos con la cohesión de Dios y su palabra, fue él quien sujetó al universo y lo mantiene unido. Pero aquí en la tierra, mucho más grandioso que todas las estrellas, nosotros resplandecemos como luminares en el mundo, en medio de una generación maligna y perversa.

Muchas veces pensamos que nuestras vidas son insignificantes, que no tenemos importancia, pero déjenme decirles algo, nosotros significamos todo. Lo más grande de lo más grande de lo más grande que Dios creó está en nosotros, el don del espíritu santo de Dios mismo morando en nuestro interior, lo que nos permite resplandecer como luminares en el mundo, nosotros somos esa luz verdadera, creemos en esa luz, y tenemos esa luz en nuestro interior, así como Jesucristo la tenía, y como Pablo la tenía. Y para terminar vamos a:

(1 Pedro 2:9) Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

Hemos sido llamados de las tinieblas a su luz admirable, somos un linaje escogido, una nación santa, un real sacerdocio, pero ¿qué es lo que Dios nos pide que hagamos? Anunciar las virtudes de quien nos llamó y nos sacó de las tinieblas. ¡Anúncialas! ¿Cómo lo anunciamos? Manteniendo la Palabra de Dios en nuestras vidas, en un andar digno, viviendo conforme a la Palabra de Dios delante de él, haciendo a Jesucristo nuestro señor en todo lo que hagamos, caminando como él en todo, así lo anunciamos, operando las asombrosas manifestaciones del espíritu santo, y nuestras vidas simplemente resplandecerán.

(1Pedro 2:10) vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

Somos la constelación del pueblo de Dios, la que brilla con más intensidad que todas las estrellas en el cielo. Esa es la parte que nuestras vidas como cristianos deben jugar hoy, aunque nada se haya escrito acerca de nosotros en las estrellas, está escrita ahora en nuestros corazones, y podemos proclamarla, anunciarla con denuedo, y permitir que nuestras vidas resplandezcan delante de todos los hombres, para que ellos al igual que nosotros, puedan también glorificar a nuestro Padre celestial que está en los cielos. Amén y amén.

Dios los bendiga.

Joshep W. Brown.

Espero que esta maravillosa enseñanza te haya bendecido tanto como a mí, y que no olvides que es Dios en Cristo en ti, la esperanza de gloria. No solamente somos la sal de la tierra, somos la luz del mundo y como tal debemos brillar e irradiar la luz de Dios en nuestro diario andar. Un cristiano que anda dignamente, es un cristiano que no pone excusas ni pretextos para no hacer la voluntad de Dios, andar en la libertad en la que Cristo nos hizo libres, y no sujetarse a las leyes del antiguo testamento.

Solo quiero agregar un versículo más.

(Efesios 2:10) Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

La palabra “hechura” es la palabra griega póiema, que también significa “poema.” Nosotros somos un poema de Dios, una obra de arte del creador de los cielos y la tierra, una obra maestra del Dios todo poderoso, y eso es lo que debemos creer. ¡No creas las mentiras de los horóscopos, cree en las verdades escritas en la maravillosa, única, e incomparable Palabra de Dios!

 E. S. N.

 J.E.R.S.

 Oct. 12/2014
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