La palabra "constituyó" es una mala tradicción aquí, es traducida de la palabra Griega dídomi, que significa: "dar, otorgar, conceder". Este versículo en Efesios habla de los dones de ministerio que fueron dados, otorgados,o concedidos a la iglesia cristiana, por medio de la obra perfecta de nuestro señor y salvador Jesucristo. La voluntad de Dios es que la iglesia del cuerpo de Cristo, sea edificada, y la única manera de que eso suceda es si cada uno de nosotros operamos la función que nos corresponde dentro del cuerpo. Pablo usa la analogía del cuerpo humanopara enseñar a los creyentes en Éfeso, yo voy a utilizar la misma analogía para compartir acerca de nuestro andar.
(Efesios 4:1) Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados.
“Digno” es la palabra Griega axios; que significa: propio, digno, merecedor, capaz. Y proviene de la misma raíz que la palabra áxonas; que significa: eje, piedra angular, centro. Como el eje donde se balancea un “sube y baja” o una “balanza”. Efesios es un libro doctrinal, los tres primeros capítulos establecen la doctrina que los creyentes cristianos deben seguir. Los tres últimos capítulos hablan de la parte práctica del andar del creyente cristiano. El versículo 1 del capítulo 4 está justo en el centro (áxonas), como el eje de ese “sube y baja” espiritual, o de esa “balanza” que debe estar en balance total, entre la doctrina y la práctica. Un creyente cristiano que anda en el espíritu de Dios, practica un andar digno, balanceado entre la doctrina y la práctica de la Palabra de Dios, y así como su andar espiritual está en balance, su cuerpo y su alma deben también mantener un balance.
(Génesis 1:26) Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. {27} Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. {28} Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Quiero que notes que en el versículo 26 dice que el hombre fue hecho, y en el 27 dice que fue creado: “Varón y hembra los creó”. El hombre fue hecho y creado a semejanza de Dios. Y después de bendecir al varón y la hembra, y establecer el dominio que les dio sobre todas las bestias, aún antes que formara el cuerpo del hombre del polvo de la tierra, les dijo:
(Génesis 1: 29) Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
(Estos versículos de Génesis, son probablemente, los versículos más importantes en la Biblia de los vegetarianos)
¡Dios básicamente terminó todo su trabajo en el sexto día!
(Génesis 2:3) Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. {4} Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,
Notaste que otra vez dice: hecho y creado. ¡No sólo en referencia a todas las bestias que se mueven sobre la tierra, sino también en referencia a los cielos y la tierra! ¡Dios creó e hizo los cielos y la tierra! Como lo menciona el libro de Isaías.
(Isaías 45:18) Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.
Si Dios creo la tierra para que fuese habitada, ciertamente no la creó desordenada y vacía, algo pasó que la tierra se volvió de esa manera. Isaías dice Que Dios la hizo y la compuso, o sea, que Dios puso a la tierra de nuevo en balance.
¡Dios básicamente terminó todo su trabajo en el sexto día!
(Génesis 2:3) Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. {4} Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,
Notaste que otra vez dice: hecho y creado. ¡No sólo en referencia a todas las bestias que se mueven sobre la tierra, sino también en referencia a los cielos y la tierra! ¡Dios creó e hizo los cielos y la tierra! Como lo menciona el libro de Isaías.
(Isaías 45:18) Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.
Si Dios creo la tierra para que fuese habitada, ciertamente no la creó desordenada y vacía, algo pasó que la tierra se volvió de esa manera. Isaías dice Que Dios la hizo y la compuso, o sea, que Dios puso a la tierra de nuevo en balance.
(Génesis 2:7) Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Dios solamente formó el cuerpo del hombre del polvo de la tierra, pero cuando creó de su espíritu, lo hizo tanto para el hombre, como para la mujer, como leímos anteriormente en Génesis 1:27. El alma fue hecha cuando Dios sopló en su nariz aliento de vida, esa alma es lo que sostiene el cuerpo, para que la creación de Dios (su espíritu) pueda morar en ella. Ya que el hombre fue formado hecho y creado, siendo cuerpo, alma y espíritu, Dios lo puso en un huerto en Edén.
(Génesis 2:8) Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. {9} Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
Este huerto tenía todo lo necesario para sustentar el cuerpo del hombre, pero Dios le puso una sola condición: ¡No comer del árbol de la ciiencia del bien y del mal!
(Génesis 2:8) Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. {9} Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
Este huerto tenía todo lo necesario para sustentar el cuerpo del hombre, pero Dios le puso una sola condición: ¡No comer del árbol de la ciiencia del bien y del mal!
(Génesis 2:15) Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. {16} Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; {17} mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás
Y el hombre y la mujer comieron del árbol que Dios les advirtió que no cmieran y sucedió lo que tenía que suceder. ¡Murieron! La conexión espiritual entre Dios y el hombre cesó, y aunque físicamente no murieron al instante, la conexión espiritual que tenían con Dios murío ese mismo día.
(Génesis 3:22) Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. {23} Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. {24} Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Ya conocemos el resto de la historia. El hombre cayó, y fue expulsado del huerto de Eden para evitar que comiera del árbol de la vida y permaneciera en condenación eterna. Jesucristo vino, y gracias a su obra completa, ahora tenemos nuevamente la creación de Dios en nosotros.
Cuando Dios creo los cielos y la tierra los creo perfectos, y cuando encontró la tierra desordenada y vacía, la compuso, para que todo estuviera de nuevo en equilibrio. Dios hizo lo mismo con nuestros cuerpos y Dios quiere que nos mantengamos nosotros mismos de esa manera. ¡Balanceados en cuerpo, alma, y espíritu!
Mi punto es, que somos personalmente responsables por nuestros cuerpos, por nuestras almas y por nuestro crecimiento espiritual, no es responsabilidad de nuestro pastor, de nuestros padres, o nadie más, nosotros somos los arquitectos de nuestro propio destino.
¿Alguna vez has oído hablar de la "acidez" y la "basicidad o alcalinidad"? "Acidez" es el estado de ser excesivamente "ácido", especialmente en el interior de nuestro cuerpo) y la "basicidad o alcalinidad" es el estado de ser "base o alcalino", que es lo opuesto a la "acidez".
En química, el pH es una medida de la "acidez" o "basicidad" de una solución acuosa. Las soluciones con un pH inferior a 7 se dice que son "ácidas" y las soluciones con un pH mayor que 7 son "básicas o alcalinas". El agua pura tiene un pH muy cerca a 7. El cuerpo humano, naturalmente, tiene un nivel de alrededor de 7.4 en la escala.
El 71 % de nuestro planeta es agua, y 95 % de esa agua es "alcalina". La suficiente agua "alcalina" para contrarrestar y equilibrar toda la "acidez" que pudiera producirse en la tierra. El cuerpo de un hombre es de 60 a 65 por ciento agua, en comparación con 50 a 60 por ciento del de una mujer. El cuerpo de un bebé es 70% agua, según estadísticas compiladas por la Asociación Internacional de Agua Embotellada. Los porcentaje de agua que hay en los tejidos, los órganos, fluidos y huesos en el cuerpo humano son: El cerebro 75 % , el corazón 75% , los pulmones 86 % , los músculos 75% , el hígado 85 % ,los riñones 83% , los huesos 22 % , la sangre 83%, la saliva 95 % , la transpiración 95%.
Un sorprendente número y una gran variedad de problemas físicos y enfermedades pueden ser causados por la "acidez". Hoy en día, la gran mayoría de la población en los países industrializados sufre de problemas causados por la "acidificación", debido a que tanto el estilo de vida moderna y la dieta promueven la "acidificación" del medio ambiente interno del cuerpo. En general, la dieta estándar actual se compone principalmente de elementos "ácidos" o "acidificantes" (proteínas, cereales, azúcares). Los alimentos "alcalinos" tales como verduras se consumen en cantidades mucho más pequeñas, su contenido "alcalino" es insuficiente para neutralizar los "ácidos" en exceso.
Los estimulantes como el tabaco, el café, el té, y el alcohol también son muy "acidificantes". Las cantidades excesivas de estrés y la falta de actividad física también causan la "acidificación". Hay una larga lista de problemas físicos y enfermedades causadas por la "acidez".
Según la doctora Neoyorkina, Jeannette Graf, dermatóloga y autora del libro “Detén el Envejecimiento, Comienza a Vivir" dice: “Mientras más "alcalino" sea tu cuerpo, más saludable te sentirás. Cuando estás en un estado "alcalino", estás tan saludable que normalmente tus células prosperarán y la enfermedad no. La buena noticia es que tú puedes regular tu pH y reequilibrar tu sistema, mediante la reducción de los alimentos que producen "acidez" (cafeína, alcohol, refrescos, carne, productos lácteos, sal, y azúcar) y la renovación de tus votos a las verduras, en particular, los más verdes y de hojas grandes.” Graf sugiere comer una proporción de tres alimentos "alcalinizantes" por cada alimento "ácido" que consumas, así como beber mucha agua todos los días. “Pero no sólo la dieta afecta a tu pH”, dice Kris Carr, autor del libro “La Loca Dieta Sexy”. "La falta de ejercicio, la ira, las drogas, los cigarros, y el estrés, pueden hacerte "ácido". Así que trata de relajarte, y hallar tiempo para meditar (yo recomiendo orar), escabullirse al yoga (yo sugiero estudiar la Palabra de Dios) durante el día, o simplemente tomar un paseo al aire libre en tu hora de almuerzo, dicen los expertos (yo prefiero hablar en lenguas tanto como se pueda). Tu cuerpo re- "alcalinizado" te lo agradecerá". Todo eso es con respecto a tratar de mantener nuestro cuerpo en balance. Así que tú tienes que tomar las medidas necesarias para ello.
Ahora ¿qué pasa con nuestras almas? El alma es la base de nuestra vida emocional, y es la fuente de nuestros sentimientos. Nuestra alma se ve afectada por el tipo de música que escuchamos, las películas, los programas de entrevistas de radio, por la TV, y por la internet. Hasta nuestros propios pensamientos pueden causar la "acidificación" de nuestras almas. Así que si nuestra alma presenta problemas de "acidez", también debemos tomar los pasos necesarios para "alcalinizarla". ¿Cómo? Alimentandote con cosas más edificantes, evita las películas violentas, las de horror, las que usan un lenguaje obseno, y exhiben depravación, sexo y drogas. Evita si te es posible, no alimentar tu alma con los noticieros que en un 95 a 99% son siempre negativos. Puedes leer libros motivacionales, pero evita los diarios de noticias, especialmente los que hablan de política. Si te agrada la lectura, te recomiendo que leas la Biblia, que es la Palabra de Dios revelada y es la única fuente confiable de verdad. Igual con la música, evita toda la que promueva lo indecente, con lenguaje y mensajes ofensivos, y escucha solamente lo que te inspire y te edifique. En cuanto la internet, todos los medios sociales son una pérdida de tiempo, pues solo promueven la vanida y a nuestro Padre celestial no le agradan las cosas vanas. Así que todo aquello que afecte tu vida emocional de una manera negativa solamente va aproducir más "acidez" y en consecuencia envenenar tu mente y enfermar tu alma. Busca "alcalinizar" tambén tu alma, para fortalecerte y mantenerte sano.
En cuanto a lado espiritual, una de las principales causas de la "acidificación" es la "religión", la falta de tiempo para orar, la falta de estudio de la Palabra de Dios, la falta de hablar en lenguas, la falta de renovación de nuestras mentes. Tenemos que dejar de alimentarnos con la basura del mundo y empezar a alimentarnos con el alimento espiritual real de la Palabra de Dios. Es por eso que Romanos 12:1 y 2 son vitales. Déjenme mostrarles la traducción de la Biblia Lamsa.
(Romanos 12:1) Os ruego, pues, hermanos, por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, por medio de un servicio razonable. {2} No imiten el estilo de vida de este mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de vuestra mente, para que puedas discernir cuál sea la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios. (Biblia Lamsa)
En la epístola de Tito, Pablo pide a Tito que ordenara a algunos ancianos para enseñar a los enemigos de la iglesia, y edificar la iglesia de Cristo.
(Tito 1:6) el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. {7} Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, {8} sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, {9} retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.
¿No son todas estas características de un andar digno? Pero ¿Son acaso sólo los obispos, los ancianos, o los líderes los que deben comportarse y caminar de esa manera? ¡El libro de Efesios está escrito para todos nosotros, y nos exhorta a un andar digno!
(Efesios 4:1) Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, {2} con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, {3} solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
{4} un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación.
¿Sabes tú cuál es tu vocación, tu ministerio, tu llamado? ¡Opéralo! ¡Dios quiere que andemos como creyentes cristianos maduros, no como niños fluctuantes llevados por todo viento de doctrina, sino siguiendo la verdad en amor crezcamos en Cristo! Como Efesios también nos enseña.
(Efesios 4:11) Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, {12} a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, {13} hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; {14} para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, {15} sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, {16} de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Nosotros, como miembros del cuerpo de Cristo, y miembros en particular, debemos ser administradores de nuestros propios cuerpos, de nuestras almas, y nuestros espíritus, para que podamos ser capaces de edificar el cuerpo de Cristo. Si nuestro cuerpo está fuera de balance, si nuestra alma está toda trastornada, y si vivimos diariamente en una montaña rusa espiritual, no somos aptos para funcionar, y mucho menos para edificar el cuerpo de Cristo. Un andar balanceado es vital para el movimiento de la Palabra de Dios. Como mencioné anteriormente, es la piedra angular, el centro, el eje donde los extremos del “sube y baja” se balancean, y los dos lados de la báscula se equilibran. Debemos mantenernos centrados, balanceados entre nuestra doctrina y nuestra práctica, debemos andar dignamente, conforme al llamado de nuestra vocación, y funcionar dentro del cuerpo de Cristo. Sea cual sea tu don de ministerio, tienes que operarlo a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. ¿Por cuánto tiempo? ¡Hasta que Cristo, nuestro Señor, regrese por nosotros!
¡Dios los bendiga!
E. S. N.
Nosotros, como miembros del cuerpo de Cristo, y miembros en particular, debemos ser administradores de nuestros propios cuerpos, de nuestras almas, y nuestros espíritus, para que podamos ser capaces de edificar el cuerpo de Cristo. Si nuestro cuerpo está fuera de balance, si nuestra alma está toda trastornada, y si vivimos diariamente en una montaña rusa espiritual, no somos aptos para funcionar, y mucho menos para edificar el cuerpo de Cristo. Un andar balanceado es vital para el movimiento de la Palabra de Dios. Como mencioné anteriormente, es la piedra angular, el centro, el eje donde los extremos del “sube y baja” se balancean, y los dos lados de la báscula se equilibran. Debemos mantenernos centrados, balanceados entre nuestra doctrina y nuestra práctica, debemos andar dignamente, conforme al llamado de nuestra vocación, y funcionar dentro del cuerpo de Cristo. Sea cual sea tu don de ministerio, tienes que operarlo a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. ¿Por cuánto tiempo? ¡Hasta que Cristo, nuestro Señor, regrese por nosotros!
¡Dios los bendiga!
E. S. N.
J.E.R.S.
0 comentarios:
Publicar un comentario