Las cartas Ártios son enseñanzas que
compartimos mensualmente en nuestra página de la Internet [rbrc.us.] Artios es una palabra griega
que aparece solamente una vez en toda la Biblia, en 2 Timoteo 3:17, y se ha
traducido como: “perfecto.” La palabra “perfecto,” bíblicamente hablando
significa “madurez espiritual,” y ayudar a alcanzar esa “madurez espiritual,” esa
perfección, es uno de los propósitos de estas enseñanzas que compartimos. La
Biblia es la Palabra de Dios, y esa Palabra de Dios nos revela la voluntad de
Dios. Veamos pues lo que la Biblia enseña con respecto a la voluntad de Dios.
1 Timoteo 1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato
de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza, {2} a
Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro
Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.
Aquí vemos que Pablo no escribió esto a Timoteo
solamente porque se le ocurrió, porque quiso impresionarlo, ni por hacerse el
importante. El versículo dice que lo hizo por mandato de Dios. La palabra
griega para “mandato” también significa “decreto, autoridad.” ¿Cómo es que Dios
mandó a Pablo que escribiera esta carta a Timoteo? ¡Por revelación! y con toda
la autoridad de Dios mismo.
(1 Timoteo 1:3) Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia,
para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, {4} ni
presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas
más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora.
La palabra griega traducida como “rogué,” también se
puede traducir como “invité, animé, exhorté.” Pablo no le estaba rogando o
suplicando a Timoteo, como si Timoteo no hubiese querido hacer lo que Pablo le
había dicho en Macedonia. Pablo está invitando, animando, exhortando a Timoteo,
a hacer lo que ya antes Pablo le había indicado, y que también lo hiciera en
ese momento; “que mandase a algunos que no enseñasen doctrinas diferentes, ni
que prestaran atención a fábulas y genealogías interminables. La palabra griega
para “mandase” también indica; instruir, encargar, mandar. Timoteo instruyó a
la gente, como un encargo de Dios transmitido por Pablo, mandándoles que no
enseñasen doctrinas diferentes, ni prestaran atención a fábulas y genealogías
interminables. ¿Por qué? Porque solo acarrean disputas en lugar de obtener la
edificación de Dios que es por fe. ¡Fe es la palabra griega pistis, y significa creencia! ¡La
edificación de Dios viene por la creencia del individuo mismo! ¿Recuerdan que
la fe (creencia) viene por el oír, y el oír la Palabra de Dios? Dios quiere que
oigamos su Palabra y que la creamos, para poder recibir edificación, Dios no
quiere que nos involucremos con las fábulas del mundo, ni con genealogías
interminables que solo acarrean disputas.
(1 Timoteo 1:5) Pues el propósito de este mandamiento
es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no
fingida,
Este es el punto importante de este mandato,
mandamiento o encargo, el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia,
y de fe no fingida. Esto me recuerda lo que dice:
(Romanos12:9) El amor sea sin fingimiento. Aborreced
lo malo, seguid lo bueno.
La palabra fingimiento aquí es la misma palabra griega
que la de 1 Timoteo 1:5 El amor al igual que la creencia (fe) deben ser genuinos,
no fingidos. La buena conciencia tiene que ver con nuestra percepción moral y
escala de valores. Todo esto me lleva a
un punto de gran importancia al cual todos los creyentes cristianos debemos
someternos. ¿Recuerdan ustedes cuál es el más grande mandamiento?
(Mateo 22:35) Y uno de ellos, intérprete de la ley,
preguntó por tentarle, diciendo: {36} Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en
la ley? {37} Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con
toda tu alma, y con toda tu mente. {38} Este es el primero y grande
mandamiento. {39} Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. {40} De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Si el más grande mandamiento es amar a Dios, y el
segundo es amar al prójimo, por simple lógica podemos deducir que la ley del
amor es la ley más importante a la que nos debemos someter. 1 Corintios 13
habla del amor, no del amor como una emoción, tampoco como de un sentimiento
que debemos tener hacia Dios y hacia los demás, sino como un código de conducta,
una manera de conducirnos o comportarnos en la vida. 1 Corintios 13 habla de
las características del amor agápe,
esas características nos muestran los más altos conceptos de ética y moral, ese
es el amor al que debemos sujetarnos, el amor en el que Dios quiere que andemos
y practiquemos cuando renovamos la mente. Ahora podemos entender con claridad
cuál es el propósito del mandato de Pablo hacia Timoteo.
(1 Timoteo 1:5) Pues el propósito de este mandamiento
es el amor (agápe) nacido de
corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,
La voluntad de Dios es que nosotros, sus hijos, no nos
desviemos de la verdad enseñando falsas doctrinas, sino la verdad de la Palabra
de Dios.
(1 Timoteo 1:6) de las cuales cosas desviándose
algunos, se apartaron a vana palabrería, {7} queriendo ser doctores de la
ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. {8} Pero sabemos que
la ley es buena, si uno la usa legítimamente;
Por eso es que Dios quiere que no hagamos caso a las
fábulas del mundo, a la vana palabrería. El quiere que nosotros de verdad
entendamos lo que hablamos y lo que afirmamos. El versículo 8 dice que la ley
es buena, si uno la usa legítimamente. Sea la ley de Moisés, o la ley del amor;
lo que quiere decir, es que aunque la ley sea buena, si no se usa
legítimamente, no sirve de nada. Así es la Palabra de Dios, aún cuando es
buena, si los que la enseñan, no entienden lo que hablan, no traerá provecho a
los oyentes. Por esa razón es importante y necesario, usar bien, o dividir
correctamente la Palabra de Dios.
(1Timoteo 2:1) Exhorto ante todo, a que se hagan
rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;
Al inicio del capítulo uno, vinos que Pablo, por medio
de revelación, por mandato de Dios, escribió esta epístola a Timoteo. En este
capítulo dos, Dios dice que quiere que los cristianos oremos, y con acción de
gracias hagamos peticiones por TODOS los hombres.
En la Biblia, la palabra “TODO” se usa de dos maneras:
“TODO CON DISTINCION” o “TODO SIN EXCEPCION.” En este caso, Dios quiere que
oremos por TODOS los hombres, SIN EXCEPCION. Sean creyentes cristianos o no lo
sean.
(1 Timoteo 2:2) por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que
vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
Dios quiere que todos sus hijos vivamos quieta y
reposadamente en toda piedad y honestidad, y el orar por los demás, por
nuestros gobernantes, la gente en el poder, así como por TODOS los hombres SIN
EXCEPCIÓN, puede producir que vivamos quieta y reposadamente, en toda piedad y
honestidad.
(1 Timoteo 2:3) Porque esto es bueno y agradable
delante de Dios nuestro Salvador,
Dios solamente quiere lo mejor para sus hijos, y
quiere que hagamos cosas buenas y agradables delante de él. Esa es su voluntad,
y también es su voluntad que los demás, aquellos que no son creyentes
cristianos, vengan a ser parte de su familia.
(1 Timoteo 2:4) el cual quiere que todos los hombres
sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
Dios no solamente quiere que TODOS SIN EXCEPCION sean
salvos, sino que también vengan, al conocimiento de la verdad. Pero el ir al
conocimiento de la verdad, es algo que ellos, cada persona, debe hacer por su
propia cuenta. Dios no forza a nadie, todo es libre albedrío, la salvación está
disponible para todo aquel que crea y quiera ser salvo, la salvación es
personal, depende de cada individuo. Claro que no todos creen ni todos quieren,
pero aquellos que son salvos, es porque tomaron la decisión de creer ¿cuál es
la verdad que Dios quiere que conozcan?
(1 Timoteo 2:5) Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre,
Este solo versículo, echa por tierra la idea de que
hay tres dioses en uno. Dios padre, dios hijo, y dios espíritu santo no
existen. El versículo 5 claramente dice “Porque hay solo un Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre.” La letra “y” es la palabra griega “kai,” que distingue entre un
personaje, “un solo Dios,” y (kai)
“un solo mediador, (Jesucristo hombre).” La trinidad no es parte de la verdad que la
Palabra de Dios enseña, es parte de lo que la tradición enseña, las tradiciones
son doctrinas de hombres, y esas doctrinas de hombres son lo que hacen la
religión. Dios no quiere que prestemos atención a fábulas y genealogías
interminables. La Palabra de Dios no es una religión, la Palabra de Dios no se
basa en falsas doctrinas hechas por el hombre. La Palabra de Dios es la
voluntad de Dios, y es un estilo de vida, no una religión. La Palabra de Dios
nos muestra la relación que existe entre un padre y sus hijos. Eso es lo que la
verdad de la Palabra de Dios enseña.
¡Y la voluntad de Dios es que TODOS LOS HOMBRES SIN
EXCEPCION, sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad! Ahora, ¿cómo es
que después de ser salvos, podemos llegar al conocimiento de la verdad? Dios
también nos dice cómo.
(2 Timoteo 2:15) Procura con diligencia presentarte a
Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la
palabra de verdad.
¿Qué es lo que un obrero hace? ¡Trabaja! Un obrero de
Dios debe trabajar la Palabra para llegar a conocerla y usarla bien. La única
manera de usar bien la Palabra de Dios es conociéndola bien. La frase “que usa
bien,” es la palabra griega “orthotomounta.”
Y significa:”hacer un corte recto, dividir correctamente.” Por eso es que
nosotros usamos la frase; “dividir correctamente, o correctamente dividida.” El
usar bien la Palabra de Dios es enseñarla correctamente dividida. Muchos solo
enseñan la Palabra porque han oído lo que otros enseñan aún sin saber si está
correctamente dividida. Es importante dividir correctamente o usar bien la
Palabra de Dios. No olviden que aunque la ley sea buena, en nuestro caso, la
ley del amor, si no se usa bien, no traerá provecho a los oyentes. No olvidemos
que estoy haciendo una pequeña reseña de lo que la palabra ártios, significa. ¿Por qué? Vean lo que Dios dice de su
Palabra.
(2 Timoteo 3:16) Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia,
Esto significa que TODA la escritura es dada por
inspiración de Dios, pero también que TODA la escritura es la respiración de
Dios mismo. La Biblia es la Palabra respirada de Dios y es dada por inspiración
de Dios a sus santos hombres.
(2 Pedro 1:20) entendiendo primero esto, que ninguna
profecía de la Escritura es de interpretación privada, {21} porque nunca la
profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios
hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
2 Timoteo 3:16 dice que TODA la escritura es útil; la
palabra útil es la palabra griega ophelinos;
que significa: servicial, de beneficio, útil. Dios nos dice que su Palabra es
servicial, benéfica, útil para tres cosas: La primera es para enseñar, enseñar
la verdad de la Palabra de Dios a quien no la conoce, a quien la ignora, y
enseñarla correctamente dividida. La segunda es para redarguir. Redarguir es
reprender, amonestar, cuando alguien que ya ha sido enseñado correctamente, no
está actuando conforme a la voluntad de Dios. La tercera es para corregir,
cuando a alguien no se le a enseñado correctamente, y está tomando un camino
erróneo. Estas tres cosas en conjunto, enseñar, redarguir y corregir, son
instrucción en justicia.
Aquí podemos ver un claro ejemplo de usar bien, o
dividir correctamente la Palabra de Dios, porque muchos mal interpretan este
versículo y dicen que la palabra de Dios es útil para cuatro cosas; enseñar,
redarguir, corregir, e instruir en justicia, pero no es así. La Palabra de Dios
instruye en justicia por medio de la enseñanza, la reprensión, y la corrección.
Ahora, ya vimos que Pablo por revelación, por mandato
de Dios exhortó a Timoteo a que instruyera a los creyentes cristianos que por
mandato de Dios, no enseñasen doctrinas diferentes ni prestaran atención a
fábulas y genealogías interminables, que solo acarrean disputas y no edifican.
Vimos que el propósito de ese mandato o mandamiento, es el amor nacido de
corazón limpio, de buena conciencia y de fe no fingida. Vimos que el amor de
Dios es el mandamiento más grande al que debemos sujetarnos, y que de acuerdo a
1 Corintios 13, es el código de conducta del creyente cristiano, porque señala
las características del amor de Dios, con los más altos conceptos de ética y
moral.
Vimos que Dios quiere que conozcamos su Palabra al
grado de entender lo que hablamos y afirmamos, y que debamos usar bien la
palabra de Dios, porque como una ley, si no se usa bien, no aprovecha. Vimos
que la voluntad de Dios es que TODOS los hombres y mujeres claro, SIN EXCEPCION
sean salvos, y que por voluntad propia vengan al conocimiento de la verdad. Ya
vimos que la verdad es que hay un solo Dios y un solo intermediario entre Dios
y los hombres, Jesucristo hombre. Vimos que Dios mismo nos indica cómo es que
podemos llegar al conocimiento de la verdad. Trabajando su Palabra como obreros
y que solamente conociendo su Palabra es que podemos usarla bien o dividirla
correctamente. Vimos también que toda la escritura es inspirada o respirada de
Dios, y que es útil para tres cosas, para enseñar, para redarguir, y para
corregir, esas tres cosas juntas representan la instrucción en justicia. ¿Para
qué es que Dios quiere que hagamos, aprendamos, y entendamos todas estas cosas?
(2 Timoteo 3:17) a fin de que el hombre de Dios sea perfecto [artios], enteramente preparado para toda buena
obra.
Ese es el propósito de todo creyente cristiano, ser
perfecto. La perfección a la que Dios se refiere es la perfección o madurez espiritual,
porque si miramos a nuestras características y capacidades físicas, nunca vamos
a hallar la perfección. Unos gordos, otros flacos, unos altos, otros bajos,
unos feos otros guapos, unos débiles y otros fuertes. Defectos vamos a hallar
cuando vemos nuestras vidas a la luz de los sentidos, y cuando basamos todo lo
que hacemos en el mundo de los sentidos, nunca vamos a estar enteramente
preparados para toda buena obra. El propósito de todo creyente cristiano,
conforme a la voluntad de Dios es ser perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra. Recuerden que la palabra “perfecto” en 2 Timoteo 3:17 es la palabra
Griega “Ártios.” De ahí es donde tomamos el nombre de nuestras cartas
mensuales, porque ese es el propósito de nuestras cartas. ¡Enseñar la Palabra
de Dios correctamente dividida, para que TODOS los hombres sean salvos, y
vengan al conocimiento de la verdad, y puedan alcanzar esa madurez espiritual,
esa es la perfección con la que Dios nos
ve! ¡Esa es la voluntad de Dios y eso es por lo que oramos, creemos y deseamos
para todo creyente cristiano, ser Ártios, espiritualmente maduros,
perfectos, enteramente preparados para toda buena obra!
I.H.N.
J.E.R.S.
0 comentarios:
Publicar un comentario