Una Constitución Política es la máxima ley de un país civilizado, es la ley fundamental y la de mayor jerarquía. En ella se establecen los derechos y obligaciones de los ciudadanos, la estructura y organización del Estado y bajo sus lineamientos se aprueban las demás normas que rigen la vida de un país. Muchos países tienen una constitución política como guía y fundamento de su vida y desarrollo, y dependiendo de cómo esa magna ley se respete y se aplique, no solo por las autoridades elegidas para hacer que se cumpla, sino también por la ciudadanía al obedecerla y respetarla; los valores, los principios, así como la prosperidad, la salud, la seguridad, y la alegría, se verán reflejadas en las vidas de todo ciudadano.
En estos tiempos modernos muy poca gente sabe siquiera que es una constitución política, y con los avances de la ciencia y la tecnología, además de la famosa globalización, y la velocidad con que se mueve la información a través de los medios de comunicación masiva, la gente se ocupa más de estar al tanto de las “tendencias” para saber al respecto de la música, de la moda, de lo “popular,” aunque no aporten ningún beneficio al desarrollo personal, ni al progreso, la salud, la seguridad, y el bienestar social de la familia o del país.
En muchos países que tienen una constitución política, tanto políticos como ciudadanos se han olvidado de seguirla, aplicarla y respetarla, y el resultado se ve reflejado en la pobreza, la inseguridad, la falta de salud entre la población, y lo más triste, la falta de confianza entre sus ciudadanos, donde uno no sabe si la autoridad está ahí para hacer respetar sus derechos, o para abusar de su posición; si el vecino no solo está esperando ocasión para robarle, o acusarle por cualquier razón.
Los cristianos tenemos nuestra carta magna y se llama Biblia, esta es la Palabra revelada de Dios y en ella se establece la voluntad de Dios para sus hijos, todo creyente cristiano debe seguirla, respetarla y aplicarla.
(Proverbios 3:1) Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; {2} Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán. {3} Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; {4} Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres. {5} Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. {6} Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. {7} No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;
¿Cuántas veces no hemos visto este proverbio enmarcado en diferentes lugares? Baños, cocinas, salas, automóviles, y hasta tatuados en los cuerpos de la gente. Es algo maravilloso el poder recordarlo y mostrar a la gente que lo conocemos, pero lo que es realmente maravilloso de todo eso, aunque no muy fácil de hacer en ocasiones, es aplicarlo en nuestro andar como creyentes cristianos. Aunque es parte del antiguo testamento no deja de ser la voluntad de Dios, y, ¿no es eso lo que los creyentes cristianos debemos hacer? ¿La voluntad de Dios?
La historia que voy a compartir, nos puede mostrar lo diferente que una persona puede ser cuando camina bajo la guía y el consejo de Dios, su Palabra y su gente, que cuando camina por su propia cuenta, guiándose en su propia prudencia, y buscando el consejo de personas que sólo tienen una apariencia exterior piadosa, pero que interiormente conservan una mentalidad mundana de complacencia y conformismo. Por favor, ve al libro de:
(2 Crónicas 24:1) De siete años era Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba.
Joás solo tenía siete años, a esa edad, él no podía gobernar a su pueblo, por lo que necesitaba gente madura como consejeros y asesores, para enseñarle y decirle qué decisiones tomar.
(2 Crónicas 24:2) E hizo Joás lo recto ante los ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote.
Una persona que ayudó a este joven rey a tomar las mejores decisiones fue el sacerdote Joiada, por lo que este niño hizo lo recto ante los ojos de Dios, mientras Joiada estaba vivo, lo que significa que este joven rey no hizo lo que era correcto todos los días de su propia vida, sólo el tiempo que tuvo el privilegio de tener a este gran hombre de Dios como su guía y consejero.
(2 Crónicas 24:3) Y Joiada tomó para él dos mujeres; y engendró hijos e hijas. {4} Después de esto aconteció que Joás decidió restaurar la casa de Jehová. {5} Y reunió a los sacerdotes y los levitas, y les dijo: Salid por las ciudades de Judá, y recoged dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto. Pero los levitas no pusieron diligencia.
Los levitas no tomaron cuidado del mandato del rey, vemos aquí que no había interés alguno para reparar la casa de Dios entre estas personas. Se les dijo que colectaran dinero del pueblo, pero no lo hicieron, ellos eran los responsable de mantener y cuidar de la casa de Dios, pero no les importaba en lo absoluto.
(2 Crónicas 24:6) Por lo cual el rey llamó al sumo sacerdote Joiada y le dijo: ¿Por qué no has procurado que los levitas traigan de Judá y de Jerusalén la ofrenda que Moisés siervo de Jehová impuso a la congregación de Israel para el tabernáculo del testimonio? {7} Porque la impía Atalía y sus hijos habían destruido la casa de Dios, y además habían gastado en los ídolos todas las cosas consagradas de la casa de Jehová.
El joven rey reprendió a Joiada por que los levitas no estaban haciendo su trabajo, y siendo Joiada el sumo sacerdote, era también su responsabilidad cuidar de las cosas de Dios, aunque no era su culpa que los levitas no pusieran diligencia al mandato del rey. El versículo 7 es un pequeño paréntesis para darnos un poco de contexto histórico, y explica por qué la casa de Dios estaba en esas condiciones, ya que esta mujer llamada Atalía y sus hijos algunos de los cuales también fueron reyes, habían destruido la casa de Dios.
Todo lo que Moisés había recibido de Dios, todas las cosas que David también había soñado hacer y que Salomón llevó a cabo, al construir el templo, todo lo sagrado de la casa de Dios, esta malvada mujer y sus hijos lo habían gastado en los ídolos, o sea, lo habían dedicado a la adoración de Baal, el dios de la fertilidad de los cananeos.
(2 Crónicas 24:8} Mandó, pues, el rey que hiciesen un arca, la cual pusieron fuera, a la puerta de la casa de Jehová; {9} e hicieron pregonar en Judá y en Jerusalén , que trajesen a Jehová la ofrenda que Moisés siervo de Dios había impuesto a Israel en el desierto. {10} Y todos los jefes y todo el pueblo se gozaron, y trajeron ofrendas, y las echaron en el arca hasta llenarla. {11} Y cuando venía el tiempo para llevar el arca al secretario del rey por mano de los levitas, cuando veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey, y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el arca, y la vaciaban, y la volvían a su lugar. Así lo hacían de día en día, y recogían mucho dinero; {12} y el rey y Joiada lo daban a los que hacían el trabajo del servicio de la casa de Jehová, y tomaban canteros y carpinteros que reparasen la casa de Jehová, y artífices en hierro y bronce para componer la casa. {13} Hacían, pues, los artesanos la obra, y por sus manos la obra fue restaurada, y restituyeron la casa de Dios a su antigua condición, y la consolidaron. {14} Y cuando terminaron, trajeron al rey y a Joiada lo que quedaba del dinero, e hicieron de él utensilios para la casa de Jehová, utensilios para el servicio, morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada.
El pueblo trajo sus ofrendas y llenaban el arca día a día recogiendo así mucho dinero, y la casa de Dios fue restaurada y consolidada. Cuando toda la obra fue terminada, el versículo 14 menciona que hubo sacrificios y holocaustos en la casa del Señor continuamente todos los días de Joiada. Una vez más vemos la frase, "... todos los días de Joiada". Podemos decir que él era un sacerdote que hacía la voluntad de Dios y durante todos los días de su vida, el rey Joás y el pueblo de Israel vivian bajo le guía y el consejo de ese gran hombre de Dios.
(2 Crónicas 24:15) Mas Joiada envejeció, y murió lleno de días: de ciento y treinta años era cuando murió. {16} Y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, por cuanto había hecho bien con Israel, y para con Dios, y con su casa.
Cuando Joiada murió, fue sepultado en la ciudad de David, con los reyes, este fue un gran honor y privilegio para Joiada, que había hecho bien en Israel, para con Dios, y con su casa. Si lees el capítulo 23 verá todas las cosas que hizo, para el pueblo de Israel, para Dios, y también para el rey Joás.
(2 Crónicas 24:17) Muerto Joiada, vinieron los príncipes de Judá, y ofrecieron obediencia al rey; y el rey los oyó.
Después de muerto, Joiada no podía hacer nada por nadie más, y los príncipes de Judá vinieron a hablar con el rey. Lo que esto significa es que llegaron a un acuerdo con el rey, básicamente lo que pasó es que mientras Joiada estaba vivo nadie vino a hablar con el rey para hacer acuerdos, pero tan pronto como el sumo sacerdote murió, el rey permitió que otros influyeran en él para alejarse de Dios. Lo triste de esto es que en vez de conducirse de acuerdo a lo que Joiada le había enseñado, el rey prestó atención a las palabras de los príncipes de Judá.
(2 Crónicas 24:18) Y desampararon la casa de Jehová el Dios de sus padres, y sirvieron a los símbolos de Asera y a las imágenes esculpidas. Entonces la ira de Dios vino sobre Judá y Jerusalén por este su pecado.
Como dije antes, mientras que el sumo sacerdote Joiada estaba vivo, el pueblo tenía sus ídolos y sus imágenes ocultas en alguna parte, ídolos que mantenían ocultos de cuando la malvada Atalía y sus hijos gobernaron al pueblo, y cuando Joiada murió, convencieron al rey y sacaron a sus ídolos de vuelta.
Ahora bien, Dios no se apartó de ellos, ellos se alejaron de Dios. La idolatría era una de las dos cosas contra las que Dios advirtió a su pueblo, la otra era la desobediencia. A veces, también nosotros, quizás sin intención, nos ocupamos de la idolatría, cuando ponemos cualquier otra cosa por encima de Dios y su Palabra, pudiera ser el trabajo, un hobby, la misma familia, el dinero, lo que sea. Algunas personas realmente adoran imágenes a las que llaman santos, pero nosotros sabemos por lo que la Palabra de Dios dice, que un santo es aquel que hace la voluntad de Dios, y gracias a la obra completa y terminada de nuestro señor Jesucristo, todo creyente cristiano renacido del espíritu de Dios que vive de acuerdo a la voluntad de Dios, es santo, porque hemos sido santificados, y no para adorarnos a nosotros mismos, debemos adorar a Dios y obedecer su Palabra.
(2 Crónicas 24:19.) Y les envió profetas, para que los volviesen a Jehová, los cuales les amonestaron; mas ellos no los escucharon.
¿Puedes ver el corazón de Dios? Es el mismo corazón que muestra para la gente hoy. Dios no cambia y ha hecho su Palabra disponible para que el mundo venga, crea, sea salva, y formen parte de su familia. El versículo 19 dice que Dios les envió profetas para que volvieran a él, mas no los escucharon, y cuando el hombre es terco, nada puede hacerle cambiar, por lo que no escucharon la voz de los profetas.
(2 Crónicas 24:20) Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y puesto en pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así ha dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien por ello; porque por haber dejado a Jehová, el también os abandonará. {21} Pero ellos hicieron conspiración contra él, y por mandato del rey lo apedrearon hasta matarlo, en el patio de la casa de Jehová. {22} Así el rey Joás no se acordó de la misericordia que Joiada padre de Zacarías había hecho con él, antes mató a su hijo, quien dijo al morir: Jehová lo vea y lo demande.
La palabra “conspiración,” quiere decir que lo acusaron falsamente buscando una excusa, para matarlo de acuerdo a la ley, algo muy parecido a lo que hicieron con nuestro señor Jesucristo, al pagar falsos testigos que lo acusaron para matarlo y deshacerse de él. Lo más triste en esta situación es que a Joás se le olvidó o no quiso recordar lo que Joiada había hecho por él, ya que desde que era un niño, básicamente salvó su vida y lo puso en el trono.
(2 Crónicas 24:23) A la vuelta del año subió contra él el ejército de Siria; y vinieron a Judá y a Jerusalén, y destruyeron en el pueblo a todos los principales de él, y enviaron todos el botín al rey a Damasco. {24} Porque aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, Jehová entregó en sus manos un ejército muy numeroso, por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres. Así ejecutaron juicios contra Joás.
La última parte del versículo 24 explica porqué un pequeño ejército Sirio destruyó a Judá y Jerusalén, “por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres.” Esa es la razón principal por la que una persona está siendo derrotada. Tan pronto como llegamos a ser parte de la familia de Dios, Él nunca se apartará de nosotros; somos nosotros los que nos separamos de Dios y cuando eso sucede, llega la calamidad y la derrota.
(2 Crónicas 24:25) Y cuando se fueron los sirios, lo dejaron agobiado por sus dolencias; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y lo hirieron en su cama, y murió: y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.
Cuando los sirios abandonaron Jerusalén era todo un caos, Joás estaba agobiado por sus dolencias, y sus siervos lo mataron en su propia cama para vengar la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote. Y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes. Aunque él era un rey, no le honraron como tal a la hora de su muerte.
(2 Crónicas 24:26.) Los que conspiraron contra él fueron Zabad, hijo de Simeat amonita, y Jozabad, hijo de Simrit moabita.
Este versículo menciona los nombres de los siervos que mataron a Joás, y nos muestra que eran extranjeros, ninguno de ellos era judío. Esto significa que estos siervos eran verdaderos seguidores del Dios verdadero, que habían convivido con Joiada el sacerdote y que no siguieron a Joás en sus acciones. Ellos no podían hacer mucho antes, pero después que vinieron los sirios y Joás se debilitó, sin gente que lo respaldara, lo mataron, para vengar a los hijos de Joiada.
Versículo 27: En cuanto a los hijos de Joás, y la multiplicación que hizo de las rentas, y la restauración de la casa de Jehová, he aquí está escrito en la historia del libro de los reyes. Y reinó en su lugar Amasías su hijo.
En otras versiones, el versículo 27 menciona “la grandeza de la carga sobre él,”. Joás no tenía ninguna necesidad de esas cargas. La grandeza de la carga sobre él vino porque se alejó de Dios; mientras que el sacerdote Joiada estaba vivo, Joás hizo grandes cosas, pues en él tuvo a un gran consejero, incluso más que eso, casi a un padre.
Podemos ver la importancia que tiene el mantenernos firmes en la Palabra de Dios, y el poder que cedemos al permitir que alguien influencie nuestras decisiones. Cuando alguien nos enseña de la manera correcta, nunca debemos apartarnos de la verdad sin importar las circunstancias o las presiones externas, pero lo más importante aún, debemos aprender a desarrollar una verdadera relación personal con nuestro Padre Celestial, al adherirnos a la verdad de la Palabra de Dios, caminar rectamente cada día, y no permitir nunca jamás que nadie nos desvíe de nuestro recto andar. Esos falsos amigos, o los compañeros de trabajo, los vecinos, y hasta ciertos familiares, vienen a nosotros e intentan apartarnos de la Palabra de Dios. Cuando los jóvenes están listos para salir de casa y empezar a vivir por su cuenta, deben ser conscientes y pensar en estas cosas, no tomar la Palabra de Dios en vano. De joven, Joás fue un gran creyente, al grado que Dios obró en su corazón y le inspiró a reparar el templo; pero después de la muerte de Joiada, no pudo soportar la presión de los príncipes sobre él. Esas mismas presiones, esas mismas tentaciones van a tratar de empujar a nuestros jóvenes creyentes cristianos a apartarse de Dios y su Palabra, y como dije antes, los falsos amigos, compañeros de trabajo, incluso familiares o el trabajo mismo tentarán a los jóvenes con el fin de apartarlos de Dios y estos simplemente tratarán de encajar dentro de las diferentes esferas del mundo.
Como padres que tenemos la Palabra de Dios en nuestros corazones, podemos ver aquí lo importante que es para nosotros enseñar la Palabra de Dios correctamente dividida a nuestros hijos. Nunca es demasiado, aunque digan que ya están listos, no lo estarán hasta que sientan las presiones y tentaciones en las que el mundo trata de atraparlos y no caigan en sus artimañas. Nuestros hijos necesitan mantenerse firmes en la Palabra y desarrollar su propia relación personal con Dios. Esta historia tiene una gran enseñanza tanto para los jóvenes como para los adultos, y el resultado final para todos nosotros es entender que somos nosotros mismos los que tenemos la última palabra, y los que decidimos qué hacer. Sabemos que Dios nunca nos dejará y nunca nos desamparará, pero la elección es nuestra, si nos apartamos de la Palabra de Dios, sabemos con certeza que la calamidad vendrá, si decidimos adherirnos a ella, Dios mismo prometió que abrirá las ventanas de los cielos y derramará bendiciones, hasta que sobre abunden. ¿Queremos ser prósperos, queremos tener buena salud, queremos paz, armonía y seguridad en nuestras vidas? ¡Entonces hagamos la voluntad de Dios y vivamos su Palabra ¡Amemos a Dios con todo nuestro corazón, alma, y mente, y amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos!
Quiero cerrar estas enseñanzas con proverbios, así que por favor vamos a:
(Proverbios 3:1) Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; {2} Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán. {3} Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; {4} Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres. {5} Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. {6} Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. {7} No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; {8} Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos. {9} Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; {10} Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. {11} No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; {12} Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere. {13} Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia; {14} Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino. {15} Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. {16} Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda, riquezas y honra. {17} Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz. {18} Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano, Y bienaventurados son los que la retienen.
¡Así ha dicho el Señor!
I.H.S.
J.E.R.S.
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