La fuente principal de información de este blog es La Biblia. Todas las enseñanzas compartidas aquí, son y serán principalmente basadas en la Biblia Reyna Valera Versión de 1960

Sed Pues Imitadores de Dios, como Hijos Amados. Parte III

 

Comencé esta trilogía exhortando a cada creyente cristiano renacido del espíritu de Dios, a comenzar un andar cristiano genuino, como parte de sus propósitos de Año Nuevo para el 2021, y continuar por el resto de sus vidas, tratando de ser imitadores de Dios en nuestro diario andar.


En esta tercera parte de "Ser pues imitadores de Dios como hijos amados", nos centraremos en aquello en lo que Dios quiere que seamos imitadores de él.


(Efesios 5:1) Sed, pues, imitadores (agapetós) de Dios como hijos amados. {2} Y andad en amor (agápe), como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.


Algunas versiones de la Biblia leen: " Volveos, pues, imitadores de Dios...", pero el Interlineal Griego - Español dice: "Haceos, pues, imitadores de Dios ..." La lógica aquí es que, si quieres "Sed (ser)" algo, como la Reina Valera dice, o quieres "Volveos (volverte)" algo, como otras versiones lo sugieren, tienes que "hacerte" (Haceos) tú mismo, como lo indica el texto Griego, eso que quieres "ser", o lo que te quieres "volver".


Entonces, "Ser" o Volvernos" imitadores de Dios, es una decisión personal, y así como nuestra relación con Dios y nuestro Señor Jesucristo son personal, todo lo que decidamos hacer también depende de nuestro libre albedrío. Yo no voy a "Ser" o "volverme" algo que yo no quiero o deseo llegar a ser. Pero esto es algo que nadie más puede hacer por nosotros, excepto nosotros mismos, y es por eso que el ejemplo de Pablo es vital para nuestro andar. Hace algunas semanas Joe Brown, un gran creyente de nuestra área compartió en una enseñanza algo interesante, lo que me hizo pensar que no estoy tan errado en lo que estoy compartiendo, y en haber usado el ejemplo de Pablo en esta serie de enseñanzas. Joe dijo: "De todas las religiones del mundo, de toda la amargura judía, del paganismo, la religión, las reglas, las ordenanzas de los hombres, se elevó la grandeza de la Palabra de Dios. Pablo entró y logró hacer de la Palabra escrita una Palabra viva." Eso es lo que Joe dijo y es verdad, pero algo que tenemos que notar, es que nadie obligó a Pablo a hacer lo que hizo, al grado de poder dejar atrás el pasado y proseguir adelante, a la meta del premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús, fue su propia decisión. Podrías decir: "Bueno, Pablo fue elegido por Dios para llevar el evangelio de Cristo a los gentiles". ¡Sí! Pero Pablo también pudo no haberlo hecho. Del mismo modo, Jesús nuestro señor pudo haber decidido no morir en el madero, sin embargo, la Biblia nos dice que él fue obediente a la voluntad de su Padre hasta la muerte, y muerte en la cruz. Pero Pablo es para nosotros, el ejemplo perfecto a seguir, como él mismo lo menciona en 1 Corintios.


 (1 Corintios 4:15) Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio. {16} Por tanto, os ruego que me imitéis.


La palabra "ayo" significa: "instructor, líder, maestro". Un "ayo" o "aya", era una persona encargada en las casas principales de custodiar niños o jóvenes y de cuidar de su crianza y educación. Así que aunque hayamos tenido uno o más pastores, líderes, o maestros en nuestro aprendizaje de la Palabra de Dios  y en nuestro crecimiento espiritual, Pablo es el "ayo" en Cristo de todo creyente cristiano renacido del espíritu de Dios, y Pablo quería que fuésemos no solo imitadores de él sino también de Cristo, como dijo en 1 Corintios 11: 1 "Sed imitadores de mí, como también yo soy de Cristo".


Así que, la exhortación en Efesios 5:1,2 es "Sed, pues, imitadores (agapetós) de Dios como hijos amados. {2} Y andad en amor (agápe), como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.


 La palabra "amados" es la palabra griega agapetós, como lo mencioné al final de la parte II.


 La Biblia Lamsa en Efesios 5:1,2 dicen: "Sed, pues, semejantes a Dios, como hijos amados. {2} Y andad en amor ...".


Así es como Dios quiere que seamos semejantes a él, "como hijos amados, y andemos en amor".

 

La palabra agapetós, proviene de la palabra griega agapáo, que es un verbo, y cuyo sustantivo es agápe. Ahora, un verbo es una palabra que se usa para describir una acción u ocurrencia y que forma la parte principal del predicado de una oración. En otras palabras: "un verbo es la palabra que describe algo que yo hago, es donde está la acción". ¿Cuál acción? ¡Amar! Ahora, un sustantivo; es una palabra (que no sea un pronombre) que se usa para identificar cualquier clase de personas, lugares o cosas, pero aquí describe algo que yo tengo, poseo, o demuestro, en este caso seria, amor.


En Efesios 5:1,2, las palabras "amados, amor, amó" son respectivamente las palabras Griegas agapetós, agápe, y agapáo.


Agapáo significa: "amor en un sentido social o moral", y como mencioné es un verbo.


Agápe significa: "amor en un sentido de afecto o benevolencia", y es un sustantivo.


Efesios 5:1,2 dice que Dios quiere que seamos semejantes a él, como hijos amados, y andemos en amor, pero para que podamos hacer eso, primero debemos saber qué es "amor".


El mundo define el amor como: "un sentimiento de fuerte atracción y apego emocional." Pero antes de profundizar en este tema, primero debemos entender cómo se usaba la palabra "amor" en la Biblia, así que vayamos al Antiguo Testamento donde la palabra "amor" se usa por primera vez. Veamos cuando Dios le pidió a Abraham que ofreciera a Isaac, su único hijo con Sara.


(Génesis 22:2) Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas ('ahab), y vete a la tierra de Moriah; y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.


La palabra "amas" es la palabra hebrea 'ahab que significa: "tener afecto por, sexualmente o de otra manera". ´Ahab y la palabra ´ahabah son las dos únicas palabras hebreas traducidas principalmente como "amor" en el Antiguo Testamento, y usadas en términos de sentir afecto por algo o por alguien, en este caso, el afecto de Abraham hacia su hijo Isaac.


Veamos otro ejemplo. Isaac tuvo dos hijos, Esaú el mayor y Jacob el menor, pero Jacob tuvo que dejar su casa debido a una disputa familiar con su hermano mayor, se fue a vivir con su tío Labán y se enamoró de su prima Raquel.



(Génesis 29:20) Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba (´ahabah).


Aquí tenemos la otra palabra hebrea que expresa el afecto que Jacob tenía por Raquel.


Un ejemplo más: En cierta ocasión, Isaac envió a su hijo mayor Esaú a cazar, porque quería que le trajera algo que él amaba.


(Génesis 27:3)Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza; {4} y hazme un guisado como a mí me gusta (´ahab), y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.


La frase "y hazme un guisado como a mí me gusta" es traducida de la palabra Hebrea 'ahab, y en algunas versiones es traducida como: "...y hazme el guisado que tanto amo..."


Este último ejemplo nos enseñan que el amor no solo tiene que ver con las relaciones entre diferentes seres humanos, sino con todo aquello por lo que sentimos afecto, las cosas que nos gustan, las que preferimos. Dios conoce desde el principio nuestra condición humana, y sabía que después de la caída, entendamos esto, DESPUÉS DE LA CAÍDA, no teníamos nada más para guiarnos y enseñarnos que nuestros cinco sentidos, nuestros sentimientos y nuestras emociones, por ser solo cuerpo y alma, debido a que por causa de la desobediencia de Adán y Eva, el hombre había perdido toda conexión espiritual con Dios. Por eso, cuando le habló a Moisés por primera vez en monte Horeb, tuvo que atraerlo por medio de los cinco sentidos al mostrarle una zarza ardiente.


Pero Dios también  advirtió a Israel sobre las cosas que él más aborrecía.


(Éxodo 20:3) No tendrás dioses ajenos delante de mí. {4} No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. {5} No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, {6} y hago misericordia a millares, a los que me aman (´ahab) y guardan mis mandamientos.


Dios quería que su pueblo escogido no solo tuviera afecto por él, y que lo amaran por encima de cualquier otro dios o imagen hecha por el hombre, sino que le mostrasen su amor por medio de guardar sus mandamientos, de los cuales ya había hablado desde los tiempos de Abraham. Esos mandamientos dieron al pueblo judío un compás moral que les mostraba lo bueno y lo malo, lo correcto y lo erróneo. Dios quería que Israel lo amara por medio de obedecer sus mandamientos, no necesariamente de una marera emocional, pero ellos solamente eran, carne y sangre, cuerpo y alma, guiados únicamente por sus cinco sentidos.


(Deuteronomio. 6:3) Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres. {4} Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. {5} Y amarás (´ahab) a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. {6} Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;


"Amarás" sigue siendo aquí la palabra hebrea 'ahab, que es: "tener afecto por". Dios quería que Israel le amara por medio de seguir sus mandamientos, no que únicamente tuvieran afecto por él por encima de otros dioses y de imágenes hechas por manos del hombre, y que no se postrasen ante ellos, ni les sirvieran. Pero como humanos no podemos apelar más que a nuestros cinco sentidos, a nuestros sentimientos, a nuestras emociones. Este amor emocional basado en nuestros cinco, sentimientos y emociones como se usa en el Antiguo Testamento se ha enseñado durante siglos en el mundo cristiano. Es por eso que muchas personas se emocionan en el mundo evangélico hoy cuando predican o les predican. Vayamos ahora a los evangelios.


(Mateo 5:43) Oísteis que fue dicho: Amarás (agapáo)a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.{44} Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;


Esta es la primera vez que la palabra "amor" es usada en los evangelios por la única persona que en ese momento conocía el "amor de Dios", nuestro señor Jesucristo. Y él dice que debemos amar al prójimo, y también a nuestros enemigos. ¿Estaba Jesús enseñando un tipo de amor diferente que el del antiguo testamento? Veamos:


(Levítico 19:18) No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.


Muy similar a Mateo 5:43 ¿verdad? El mandato de "amar a tu prójimo..." de parte de Dios desde el principio siempre ha sido el mismo. La palabra "amarás" en los evangelios y en las epístolas a la iglesia es agapáo, que significa: "amor en un sentido social o moral." El enfoque de este tipo de amor no se basa en los cinco sentidos ni está cargado de sentimientos y emociones por otro ser humano, o cosa alguna que prefiramos, si fuera así, ¿quién sería emocionalmente capaz de amar a un enemigo? ¡Nadie! El amor "agápe" tiene que ver con lo moral, lo recto, lo justo, lo bueno, no está basado en los cinco sentidos.


(Mateo 22:37)  Jesús le dijo: Amarás (agapáo) al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. {38} Este es el primero y grande mandamiento. {39} Y el segundo es semejante: Amarás (agapáo) a tu prójimo como a ti mismo. {40} De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. 


Pudiéramos decir que Jesús solo citó lo que leímos en Deuteronomio 6:3, pero ahora tenemos que entender que los evangelios, así como las epístolas a la iglesia, fueron escritas en griego, y como en cualquier otro idioma, las palabras tienen significados, y la palabra "amor" aquí es agapáo, cuyo significado real es: amar en un sentido social o moral, sin dar relevancia alguna a los sentimientos y a las emociones, y así es como Dios quiere que le amemos. Ahora la palabra Griega agápe, también traducida como "amor", significa: "amor, que denota afecto o benevolencia, y es en ese sentido como es usada en 1 Corintios 13.


El diccionario Bíblico Vine´s dice: "la manera en que agápe y agapaó, son usadas tanto en los evangelios como en las epístolas a la iglesia, describen la actitud de Dios hacia su hijo, la raza humana, en general, y hacia aquellos que creen en el Señor Jesucristo."


Esa actitud tiene todo que ver con el comportamiento, lo bueno y lo malo, lo correcto y lo erróneo, no tiene nada que ver con los cinco sentidos, los sentimientos, y las emociones.


"Vine´s" agrega: "El amor puede conocerse por la acción que se produce, obviamente, este no es el tipo de amor complaciente y afectivo."


Vine's prácticamente corrobora lo que he venido diciendo. Las acciones producidas por el amor de Dios no tienen nada que ver con los cinco sentidos, no son acciones basadas en lo emocional ni lo sentimental, todo lo contrario a lo que el amor como se conoce y como se ha venido promoviendo es, sentir afecto por algo o por alguien, o complacer a alguien para obtener afecto.   


Cuando Efesios 5:1, 2 dice que Dios quiere que seamos "imitadores" de él, como hijos amados y que andemos en amor, podemos entender por qué millones de creyentes cristianos no pueden hacer eso. Han sido engañados por líderes de cinco sentidos que continúan enseñando en base a sentimientos y emociones. Donde quiera que vayas, verás gente llorando, tirándose al suelo, azotándose hasta sangrar, porque eso es lo que les han enseñado. No tienen idea de qué es el amor de Dios. Todavía viven del lado del Calvario que solo conduce a la crucifixión, o quizás hasta la resurrección. Pero no se les ha enseñado acerca del poder detrás de esa resurrección, como resultado del cuerpo partido y la sangre derramada de nuestro señor Jesucristo, de la confirmación de la promesa del Padre el día de la ascensión, y el cumplimiento de esa promesa el día de Pentecostés, con el derramamiento del espíritu santo; cuando ser cuerpo, alma y espíritu se hizo  disponibles nuevamente.


(Juan 3:16) Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.


¿Recuerdas cuando Dios le pidió a Abraham que ofreciera a su único hijo que amaba? Dios hizo lo mismo con su hijo, él lo ofreció por el bien de toda la humanidad, aunque muchos no vayan a creer en él y en su hijo, y no lo hizo porque no tuviera afecto alguno hacia él, sino para mostrarnos con su propio ejemplo cómo es que debemos amarlo a él, a nuestro prójimo y amarnos unos a otros, no necesariamente por sentir afecto basado en los cinco sentidos como se ha enseñado desde el Antiguo Testamento, al superponer nuestros sentimientos y nuestras emociones. Si este tipo de amor Agapaó se basara en sentimientos y emociones, ¿crees tú que Dios hubiese dado a su hijo unigénito y permitido que padeciera todo lo que tuvo que enfrentar? ¿Qué padre sentiría satisfacción alguna por ver sufrir o padecer a alguno de sus hijos? ¡Claro que nadie! ¡Dios tampoco!


Ya mencioné que agapaó significa: amar en un sentido social o moral, y hablando ahora de lo social y lo moral, ¿sabes tú, qué es moral, o moralidad? Es un sistema particular de valores y principios de conducta, especialmente uno sostenido por una persona o sociedad específica. Estos principios o valores están relacionados con lo bueno y lo malo, y con un comportamiento recto o incorrecto. Ahora, ¿qué es social? El matrimonio y la familia son el núcleo y el inicio de la vida social, nosotros como organismos humanos, con vidas colectivas tenemos interacción o intercambio entre nuestras comunidades, eso es lo que desarrolla nuestra sociedad, y en una sociedad existen normas sociales aceptadas que tiene estándares adecuados de comportamiento.


Cuando Dios nos dice: "ama a tu prójimo", no significa que tienes que darle un grande y fuerte abrazo, llenarlo de besos y regalos para demostrarle cuánto lo amamos. Se refiere a comportarse con él de acuerdo con esos principios y valores morales que son buenos y rectos, adecuados y comunes en las normas sociales. Pero para un creyente renacido del espíritu de Dios, esos estándares de comportamiento, esta conducta, debe ser aún más ejemplar, pues debe ser recta, justa, santa y verdadera, así como lo es nuestro Padre celestial, y así es como él quiere que le imitemos, o seamos semejantes a él. Eso es lo que expresa agapáo, eso es lo que la mayoría de los creyentes cristianos en el mundo evangélico de hoy ignoran. ¿Cómo pueden amar a su prójimo si no saben qué es el amor? ¿Cómo pueden amar a Dios con todo su corazón, con toda su alma y con toda su mente, si no entienden lo que el amor significa? ¿Cómo pueden ser imitadores de Dios como hijos amados, y andar en amor, si no disciernen lo que agápe o agapáo representan? ¡No pueden! Ni podrán, mientras sus líderes continúan difundiendo la mentira de Romanos 3:23 "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios," para hacerlos pensar que siguen siendo pecadores, cuando la Palabra de Dios nos dice que cuando aceptamos  y confesamos a Jesucristo como nuestro señor y salvador somos limpios de todo pecado. Pero falsos pastores, profetas y maestros siguen alimentando sus mentes con doctrinas de hombres basadas en los cinco sentidos.


"Amor", es una palabra común que mucha gente relaciona a lo afectivo, a lo emocional, a lo sentimental, ese es el amor del mundo, un sentimiento de fuerte atracción y apego emocional, y es, hasta cierto punto, como ha sido enseñado a través de los siglos. Aunque la intensión de Dios desde el principio haya sido inculcar a su pueblo escogido, principios y valores morales a través de sus mandamientos, el mundo religioso se enfocó más en lo emocional y en lo sentimental, precisamente basados en los cinco sentidos.


Resumiendo: Vimos que si tomamos Génesis 1:27 literalmente, cualquiera puede ser semejante a Dios, en su apariencia física,  porque fuimos hechos "...a imagen de Dios". Y cuando dice que creó de su espíritu, y que "...varón y hembra los creó", significa que el primer hombre, Adán y la primer mujer, Eva, fueron seres completos de cuerpo, alma y espíritu. Pero después de la caída, esa conexión espiritual con Dios se  truncó, y los hombres se quedaron con solo cuerpo y alma, y solamente con los cinco sentidos como su guía y medio de aprendizaje, por lo que el "amor" del Antiguo Testamento ha sido enseñado durante siglos, basado en esos cinco sentidos, en los sentimientos y las emociones.


El día de Pentecostés, fue el día de la liberación espiritual para la humanidad, el espíritu de Dios se hizo disponible otra vez, para todo aquel que cree y confiesa a Jesucristo, el hijo de Dios, como su salvador personal y lo hace señor de su vida.


El apóstol Pablo, un hombre como nosotros, nacido como nosotros bajo la condenación de Adán, es el ejemplo perfecto a seguir. Que aunque fue elegido por Dios para llevar el evangelio de Cristo a los gentiles, lo hizo por su propia voluntad. Pablo hizo a Jesús su Señor, Pablo se negó a sí mismo y contó por  perdido todo lo que era y todo lo que tenía, por la excelencia del conocimiento de Cristo. Pablo se hizo imitador de Cristo y con su ejemplo nos exhorta y nos muestra cómo nosotros podemos también hacerlo, para que podamos llevar a cabo lo que Dios nos pide en Efesios 5:1. Pablo hizo tres cosas, pero resaltó la primera, "dejar el pasado atrás". porque sin llevar a cabo el primer paso no se puede cumplir con lo demás.


(Filipenses 3:13) Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, {14} prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Sin dejar el pasado atrás, simplemente no se puede seguir adelante. Aquí es donde la gran mayoría de cristianos se atora, porque siguen aferrados a sus vidas pasadas, a su antigua manera de vivir con uñas y dientes y no se quieren soltar, por lo tanto no se pueden extender hacia adelante,  pero Pablo lo hizo y se extendió a lo que estaba enfrente de él, prosiguió a la meta al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. La palabra "supremo" significa: "de arriba, de lo alto".


(Colosenses 3:1) Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. {2} Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. {3} Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. {4} Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.


Eso es lo que Pablo hizo, dejó el pasado atrás y se enfocó en las cosas de arriba, eso es lo que nos está enseñando que debemos hacer, después de dejar el pasado atrás, este es su ejemplo y el cómo podemos ser imitadores de Dios como hijos amados y andar en amor.


Pablo, permaneció en Dios y su Palabra y proclamó al Cristo resucitado en toda Asia Menor, haciendo de la Palabra escrita una Palabra viva y eficaz para que la veamos, a medida que la aplicamos en nuestro andar. Su ejemplo es lo que debemos seguir para hacernos imitadores de él, primero, antes de llegar al punto de ser imitadores de Cristo, y si el Señor se demora, tal vez podríamos llegar al punto de tratar de ser imitadores de Dios como hijos amados. Mientras tanto, debemos esforzarnos todos los días de nuestra vida por andar en amor, no como un sentimiento de fuerte atracción y apego emocional, sino con una buena conducta, recta, justa, verdadera y santa.


Vean lo que dice nuevamente Filipenses 3:13-17 de la versión Reina-Valera.


(Filipenses 3:13  Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, {14} prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. {15} Así que, todos los que somos perfectos  (mentalmente maduros y con carácter moral), esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís esto también os lo revelará Dios. {16} Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa. {17} Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.


La palabra "perfectos" significa:" mentalmente maduros y con carácter moral". Nada que ver con los sentidos ni las emociones. La regla que debemos seguir a la que se refiere es el código de conducta del creyente cristiano "agápe". El versículo 17 exhorta a que sigamos el ejemplo de Pablo, ser imitadores de él, y que observemos a los que se conducen conforme a la voluntad de Dios, y sean también nuestro ejemplo. Ahora déjenme leer estos mismos versículos de la Biblia Lamsa:


(Filipenses 3:13) Hermanos míos, no considero haber alcanzado la meta, pero esto sí sé, olvidándome de las cosas que quedan atrás, lucho por las que están delante de mí. (14) Prosigo hacia la meta para recibir el premio de la victoria del más alto llamamiento de Dios a través de Jesucristo. {15} Por lo tanto, que aquellos de ustedes que son perfectos (mentalmente maduros y con carácter moral) piensen en estas cosas, y si razonan de otra manera, Dios les revelará incluso eso. {16} Sin embargo, a lo que ya hemos llegado, caminemos por el mismo camino y unánimemente. {17} Hermanos míos, sean seguidores (imitadores) como yo, y observen a los que caminan por ese camino, y entonces serán ejemplos como nosotros. (Biblia Lamsa)

Básicamente dice lo mismo que la versión Reina-Valera, la única diferencia se encuentra al final del versículo 17 que lee: " ...entonces serán ejemplos como nosotros." 


¡Y eso es lo que Dios quiere que seamos, ejemplos unos a otros al ser imitadores (mimetes) de Dios como hijos amados que se comportan viviendo el estilo de vida del amor de Dios!


¡Dios te bendiga!


E. S. N.


J. E. R. S.

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