La fuente principal de información de este blog es La Biblia. Todas las enseñanzas compartidas aquí, son y serán principalmente basadas en la Biblia Reyna Valera Versión de 1960

¡Declara la Palabra!

Quiero compartir acerca del hablar, específicamente acerca de lo que declaramos o hablamos cada día, para entender, cómo el poder de las palabras puede usarse para bendecir o para destruir. El poder que tienen  las palabras es impresionante; por ejemplo, son mucho más efectivas que las armas para motivar a las personas. El hombre natural, y, por desgracia, el “creyente cristiano” promedio,  son bombardeados con palabras negativas durante todo el día y nunca considera el maravilloso potencial positivo escondido en sus labios.

(Romanos 10:9)  Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 

Nuestro andar con Dios comienza con una confesión, algo que nosotros mismos declaramos nos integra a la familia de Dios, confesar a Jesús como nuestro señor personal y creer en nuestro corazón que Dios lo levantó de entre los muertos  nos convierte en seguidores de Cristo, en sus discípulos, y como tales, debemos sujetarnos a su señorío.

(2 Corintios 10:5)  Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 

Confesar a Jesús como nuestro Señor personal es sólo el comienzo, pero para continuar en un andar positivo y tener éxito en todo lo que nos propongamos, debemos ser obedientes a él  y someter nuestra altivez, nuestro orgullo, nuestro ego, cualquier cosa que sea contraria a la voluntad de Dios y su Palabra, siendo mansos y humildes; sometiendo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

En el curso de nuestro día somos sometidos a variados fragmentos de conversaciones, discusiones, discursos, etc. Por lo que nuestro andar y nuestro éxito depende de lo que confesamos, declaramos o hablamos cada día de nuestras vidas.

La Palabra de Dios nos muestra cómo usando solo palabras, podemos afectar positiva o negativamente a aquellos que escuchan lo que decimos o declaramos.

(Proverbios 18:20)  Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios. {21} La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos. 

¡Aquí podemos ver el efecto nocivo o positivo que pueden tener el producto de nuestros labios!

¿Quieres estar lleno y satisfecho? ¡Cuida el fruto de tu boca! ¡Habla la Palabra de Dios! ¿Amas el poder de la lengua? ¡Ten cuidado! ¡Porque el resultado final puede no ser una bendición en absoluto!

(Proverbios 15:23)  El hombre se alegra con la respuesta de su boca; Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es! 

La alegría y la bondad moran en una persona de buen hablar. La Palabra de Dios es lo mejor que podemos declarar siempre y en todo momento, en ella hay gozo, bondad, paz, abundancia, seguridad, y todas las bendiciones de nuestro padre celestial.

Aunque  no todo el mundo se sujeta a la obediencia a Cristo, pues su altivez, su orgullo y su ego, los llevan a renunciar a  Dios al grado incluso de negar su existencia.

(Salmos 10:4) El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos. {5} Sus caminos son torcidos en todo tiempo; Tus juicios los tiene muy lejos de su vista; A todos sus adversarios desprecia. {6} Dice en su corazón: No seré movido jamás; Nunca me alcanzará el infortunio. {7} Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; Debajo de su lengua hay vejación y maldad. {8} Se sienta en acecho cerca de las aldeas; En escondrijos mata al inocente. Sus ojos están acechando al desvalido; {9} Acecha en oculto, como el león desde su cueva; Acecha para arrebatar al pobre; Arrebata al pobre trayéndolo a su red. {10} Se encoge, se agacha, Y caen en sus fuertes garras muchos desdichados. {11} Dice en su corazón: Dios ha olvidado; Ha encubierto su rostro; nunca lo verá. 

Estos versículos describen a los malos; los altivos, aquellos que ni siquiera piensan en Dios, y creen que pueden salirse con la suya cuando cometen males.  Pero, ¿Qué pasa con los fieles, cuando llena sus mentes de vanidad en lugar de llenarlas con la Palabra de Dios?

(Salmo 12:1) Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.  {2} Habla mentira cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón. {3} Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente; {4} A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros? {5} Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, Ahora me levantaré, dice Jehová; Pondré en salvo al que por ello suspira.
{6} Las palabras de Jehová son palabras limpias, Como plata refinada en horno de tierra,
Purificada siete veces.

¡No hay nada más puro que la Palabra de Dios para llenar nuestras vidas! No sólo la nuestra sino la vida de aquellos a quienes la hablamos, así que debemos declarar la Palabra todo el tiempo, el hacerlo en voz alta permite que uno de nuestros cinco sentidos (el oído) registre las palabras y refuerce el impacto.

¡Cuando hablamos la Palabra de Dios podemos alimentar a muchos!

(Proverbios 10:21) Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento. {22} La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.  

La Biblia Lamsa dice: (Proverbios 10:22) La bendición del Señor  traerá riquezas, y no habrá tristeza en ellas.

Solo los que se han enriquecido sin las bendiciones de Dios viven  en atemorizados  y en zozobra, cuando las bendiciones de Dios te traen riquezas no hay razón para temer y estar mentalmente distraído. ¡Habla y declara la Palabra de Dios!

(Proverbios 12:17) El que habla verdad declara justicia; Mas el testigo mentiroso, engaño. {18} Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina.
{19} El labio veraz permanecerá para siempre; Mas la lengua mentirosa sólo por un momento.

¿Por qué mentir entonces? ¡La verdad no se puede ocultar, especialmente la verdad de la Palabra de Dios, que es justa y da sabiduría a los que la buscan! El libro de Santiago habla acerca de la lengua.

(Santiago 3:5) Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! {6} Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. {7} Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; {8} pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. {9} Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. {10} De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. 

Como creyentes cristianos debemos siempre hacernos responsables por lo que hablamos o declaramos, pensar que nuestras palabras, pueden bendecir o maldecir, y debemos sobre todo ser cuidadosos cuando compartimos la Palabra de Dios. Recuerda lo que leímos en Proverbio 18:21

(Proverbios 18:21) La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos. 

¡Cualquier cosa que hables producirá frutos, los resultados serán una consecuencia de lo que declaremos!  ¡Procuremos pues hablar palabras de vida, porque sólo algo que tiene vida puede dar frutos!

(Juan 6:63)  El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. 

La frase “…son espíritu y son vida” nos muestra una figura de construcción llamada “Endíadis.” Las figuras de construcción o figuras literarias, son marcas que Dios puso en su Palabra para dejarnos saber que tal versículo o tal tema, es de gran importancia,  y es necesario que nosotros lo entendamos.  
“Endíadis”  es una figura retórica que consiste en denominar un solo concepto con dos palabras unidas por una conjunción coordinada, en un sentido figurado es como la unión de dos ríos que convergen para ensanchar el cauce del rio que alimentan. La frase “…son espíritu y son vida” literalmente significa: “…son vida espiritual."

Otro versículo que nos muestra esta maravillosa figura literaria es Juan 4:24.

(Juan 4:24)  Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. 

“Endiádis” nos enseña que Dios es espíritu, y tenemos que adorarlo “espiritualmente en verdad o verdaderamente en espíritu.”

Pensemos pues que las palabras que hablamos traen consecuencias, y que en la lengua tenemos el poder de dar vida o de quitarla, pero solo la Palabra de Dios puede dar vida, y cuando la declaramos estamos llevando la vida a la mente de otros

¿Recuerda lo que Jesús dijo a Satanás cuando pasó 40 días y 40 noches en el desierto?

(Mateo 4:4) Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Tenemos la Palabra para hablarla, para declararla, para compartirla unos con otros, para crecer y edificarnos en amor.

(Efesios  4:15) sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, {16} de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. 

El texto Griego lee: “sino que hablando verdad en amor…” ¡Dios quiere que hablemos la verdad de su Palabra!

(1 Juan 2:5) Pero el que guarda su palabra, en él se perfecciona el amor de Dios: por esto sabemos que estamos en él. {6} El que dice que permanece en él, debe andar así, así como anduvo.

“Guarda” aquí significa: estar alerta, prevenir, o evitar que escape de nuestras mentes, como una guardia militar que defiende una fortaleza.  ¡Así es como debemos guardar la Palabra de Dios en nuestros corazones!

“Permanece” significa: morar, mantenerse, continuar. ¡Si decimos que permanecemos en Cristo también debemos andar como él, hablando la verdad en amor!

(1 Juan 4:18) En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. {19} Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 

Si queremos ser perfectos debemos manifestar  el  amor de Dios, y solamente en la Palabra de Dios podemos hallar la verdad y el amor, por eso  debemos  estudiarla diariamente. ¡Entonces podremos declararla!

(Mateo 12:34)  O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. {34} ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. {35} El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. {36} Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. {37} Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

¿Puedes ahora entender la magnitud de lo que significa cada vez que abrimos la boca y hablamos?

¿Hablas tú palabras ociosas, que tipo de fruto producen tus labios, de qué clase de abundancia habla tu boca, que tipo de tesoro hay en tu corazón?

“De la abundancia del corazón habla la boca.” El corazón al que nuestro señor Jesucristo se refiere es el corazón de la mente, de donde nacen los pensamientos. ¿Qué tipo de abundancia tienes en tu corazón? ¿La abundancia de la Palabra de Dios o las vanidades del mundo?

(Mateo 7:15) Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. {16} Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? {17} Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. {18} No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. {19} Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. {20} Así que, por sus frutos los conoceréis. 

Podemos ver el fruto como el producto de nuestros labios, la consecuencia de lo que declaramos, y los falsos profetas se reconocen fácilmente por el fruto que han producido, solamente mira su estilo de vida y observa el resultado de lo que han cosechado con su palabrería, ellos ya tienen su recompensa, pero tú no permitas ser engañado por ellos.

¡Tienes que entender lo que realmente representa declarar la Palabra de Dios correctamente dividida!
No olvides que el diablo es el dios de este mundo y es el gran acusador, él tratará de hacerte tropezar, de hacerte caer, te engañará para lograr que te enojes con otros e incluso contigo mismo, y digas cosas que no son una bendición porque perdiste el control de tu mente y comenzaste a maldecir en lugar de bendecir.

Las palabras que hablamos tienen valor, que aunque limitado, pueden afectar la vida de los demás, pero solo la Palabra de Dios tiene el poder y la autoridad de discernir los pensamientos y las intensiones del corazón.

(Hebreos  4:12) Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.  

Dios conoce nuestras limitaciones, pero sabe que tenemos la habilidad de caminar con él, si lo deseamos, y caminará con nosotros si se lo permitimos.

Dondequiera que vayamos, llevamos nuestras mentes y nuestras bocas con nosotros. Hay poder en nuestras palabras cuando hablamos, si hablamos positiva o negativamente, vamos a afectar a alguien de alguna manera, principalmente a nosotros mismos. Hablamos todo el tiempo porque es una necesidad, es la mejor manera de comunicarnos y conocer a las personas, pero debemos ser lo suficientemente sabios para saber qué y cómo hablar.

Tenemos que elegir si usamos el poder de la lengua para destruir, o para traer vida, y no únicamente vida, sino vida espiritual, porque eso es lo que la Palabra de Dios trae, porque eso es lo que la Palabra de Dios representa, eso es lo que la Palabra de Dios es. ¡Vida!

¡Dios te bendiga!

E. S. N.

J. E. R. S.


Mayo 15, 2017
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