La fuente principal de información de este blog es La Biblia. Todas las enseñanzas compartidas aquí, son y serán principalmente basadas en la Biblia Reyna Valera Versión de 1960

El tema de la resurrección es ciertamente complejo y simple a la vez, por un lado el uso de las palabras griegas pudiera hacer pensar a uno en las dificultades del lenguaje y la interpretación. Por otro lado, no hay nada más simple que entender, que al morir el cuerpo tal y como le conocemos en la carne, será resucitado en un ser completamente diferente, un ser espiritual para no morir más, y vivir por la eternidad con Dios, con  Jesucristo, su hijo quien es nuestro señor y salvador, y nuestra familia espiritual acompañada de innumerable cantidad de ángeles.  


El capítulo 10 del Evangelio de Juan presenta una maravillosa variedad de figuras retóricas, comenzando en los versículos del 1 al 6, con una alegoría acerca de las ovejas y el pastor.


(Juan 10:1) De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. {2} Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. {3} A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 
{4} Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.  {5} Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. {6} Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.

 

En los versículos 7 al 9, Jesús afirma que Él es la puerta por la que las ovejas entrarán al redil y obtendrán la salvación.


(Juan 10:7) Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
{8} Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 
{9} Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 


La palabra “redil” del griego, también significa: “corte, pabellón, salón, palacio.” Luego, en el versículo 10, está una de las declaraciones más contundentes de Jesús sobre el marcado contraste entre el bien y el mal, entre el verdadero propósito de su venida y el verdadero objetivo del archienemigo de Dios.


(Juan 10:10) El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (perissós = sobreabundante, superior).


Hurtar, matar y destruir es el ministerio del enemigo, y lo más esencial que quiere hurtar de nuestras vidas es la Palabra de Dios. Por el contrario, Jesús vino para que tengamos una vida más que abundante. La palabra "abundante" proviene del griego perissós, que significa: en el sentido de más allá de lo que es abundancia para nosotros; literalmente, sobreabundante en cantidad o superior en calidad.


(Juan 10:11) Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. {12} Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. {13} Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. {14} Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, {15} así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 


De esta simple frase: “…y pongo mi vida por las ovejas,” sabemos que todo lo que Jesús hizo salió de su propio corazón y voluntad, aunque eso no exime de responsabilidad al pueblo judío. Jesús dio su vida por la humanidad por voluntad propia, él pudo haberse negado a ello, pero no lo hizo. Los “asalariados”  de los que habla Jesús son falsos profetas, falsos maestros y falsos pastores que trabajan para el adversario. Los “asalariados” de hoy no solo huyen, dejando a las ovejas solas, sino que ellos mismos las atacan, convirtiéndose en lobos rapaces, y las conducen hacia el lobo alfa, que es el mismísimo Satanás.


(Mateo 7:13) Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; {14} porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. {15} Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.


Toda esta sección está repleta de figuras retóricas, alegorías, repeticiones, símiles y analogías. Aquí en Mateo podemos nuevamente ver el contraste entre el bien y el mal, entra la vida y la muerte; y la advertencia sigue siendo la misma que en el capítulo 10 del evangelio de Juan. Los “extraños, ladrones y salteadores” en el evangelio de Juan, son llamados “asalariados” en el evangelio de Mateo, pero son los mismos falsos profetas, pastores y maestros que se disfrazan de ovejas, que han estado aquí desde los tiempos de Jesús, promoviendo mentiras y doctrinas de demonios.


(1 Timoteo 4:1) Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros (ústeron = más después, eventualmente, últimos) tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; {2} por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, 


Hoy muchos hablan y enseñan que el Apocalipsis ya está aquí, dicen que hablar en lenguas ya no sirve de nada, porque Jesucristo ya vino, que la resurrección de los muertos ya ocurrió y nos hemos quedado atrás, sin esperanza y sin Dios en este mundo.


Hoy quiero hablar de la resurrección, porque esos falsos profetas, pastores y maestros siguen promoviendo el ministerio del adversario. Hurtan la palabra de la mente de la gente, hurtan la esperanza, las promesas y las recompensas, llevando a la gente a ignorar la voluntad de Dios,  encubriendo el hecho de que solo hay una estrecha puerta para llegar al Padre, Jesucristo, el unigénito  de Dios. Predican sobre la virgen María; predican sobre los ángeles, sobre Buda, sobre Mahoma y predican doctrinas que no tienen nada que ver con la Palabra de Dios. Desechan la verdad de que solo haciendo la voluntad del Padre escrita en su santa Palabra, el rebaño, del que Jesús es el pastor, puede salvarse y entrar en el redil, en el cielo y en la mansión de Dios. Pero ¿cuál es la voluntad del Padre?


(Juan 6:39) Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite (anístemi)  en el día postrero (éscatos = último) {40} Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero (éscatos = último).


La palabra griega para “resucite y resucitaré” en ambos versículos es (anístemi) y la palabra griega para “postrero” de la frase “el día postrero”” es (éscatos = último).


Hay tres aspectos muy importantes que debemos considerar aquí.

Primero: Que la voluntad del Padre se declara dos veces, en los versículos 39 y 40: “Que Dios resucitará en el día postrero a todos aquellos que dio a Jesús. Al que “ve” al Hijo de Dios y cree en él, para que tengan vida eterna.” La palabra “ve” en el versículo 40 significa: percibir, reconocer, experimentar. ¡Así que no únicamente debemos decir que creemos en el hijo, debemos reconocerlo al grado de experimentar a Jesús, el unigénito de Dios!


(1 Tesalonicenses 4:13) Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. {14} Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.


La palabra “resucite” en el versículo 39 de Juan 6 y la palabra “resucitó” en 1 Tesalonicenses 4:14 son la misma palabra griega: “anístemi,” que significa: “ser levantado, levantarse de nuevo, levantarse. Curiosamente, la palabra “anístemi” se cita dos veces en ambos versículos y literalmente significa: levantar a alguien que está postrado o, en el caso de Jesús, muerto y sepultado. Así que lo primero que debemos notar en esta sección de las Escrituras es que la voluntad de Dios es que nos resucitará en los postreros (éscatos) días. ¡Eso está establecido!


Lo segundo que debemos observar en Juan 6 es la frase “en el día postrero,” también citada dos veces en los versículos 39 y 40. Cuando algo es repetido dos veces en la Biblia significa que estas cosas están establecidas y realmente sucederán. La frase “postreros días” aparece diez veces en diez versículos; algunas de ellas se refieren al fin del mundo, pero en estos casos se refieren a los días cercanos al final de los días, pero no al fin. ¿Por qué digo eso?


(Mateo 24:1) Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. {2} Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada. {3} Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin (suntéleia = consumación total de una dispensación o administración) del siglo? 


Jesús se refería a que el templo seria derribado en un tiempo futuro, pero los apóstoles le formularon tres preguntas: “¿cuándo serán estas cosas, refiriéndose al templo? ¿Qué señal habrá de tu venida? Y “¿Que señales habrá del fin del mundo?” No olvidemos que los apóstoles, hasta antes de seguir a Jesús estaban acostumbrados a vivir por señales y no por fe. Pero enfoquémonos en la frase “…el fin del siglo.” La palabra “siglo,” del griego también se traduce como “mundo o tiempos.”


(Mateo 24:4)  Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. {5} Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. {6} Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin (telos = la conmoción de un acto, el resultado final, el fin absoluto).


Cuando los apóstoles preguntaron acerca del fin del siglo usaron la palabra griega, suntéleia = que es la consumación total de una dispensación o administración, refiriéndose a cuando los judíos serían reinstaurados nuevamente, como rama natural en el olivo. Jesús ya les había dicho justo antes de su ascensión que: “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;” y tampoco usó la misma palabra griega “sunteleia,” para “fin.” Él usó la palabra griega “telos,” refiriéndose al fin absoluto del mundo.


Ahora, ¿cuál es la diferencia entre esos “postreros días (éscatos)” a los que se refiere Jesús en Juan 6:39, 40; “sunteleia,” en Mateo 24:3 y (telos = la conmoción de un acto, el resultado final, el fin absoluto) en Mateo 24:6? ¡Las tres se refieren a tiempos diferentes!


(1 Corintios 15:51) He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados (alláso = hacer diferente, cambiado), {52} en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final (éscatos) trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados (egéiro) incorruptibles, y nosotros seremos transformados.


La palabra griega para “final” en la frase “final trompeta” aquí es exactamente la misma palabra griega (éscatos) para “día postrero” en Juan 6:39-40, y se refiere básicamente al día de la venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, nuestra reunión con él, pero no necesariamente al fin (telos) del mundo. Además, la palabra "resucitados" aquí en 1 Corintios 15 no es la misma palabra griega usada en Juan 6:39-40 y 1 Tesalonicenses 4:13: “anístemi,” que literalmente se refiere a la acción de levantar a alguien que está postrado o muerto. En 1 Corintios 15 se usa la palabra griega “egéiro,” similar a la raíz de “agorá,” que proviene de “agéiro,” que significa: “reunir.”¿Pueden ver la relación entre las palabras? También hay otra palabra griega relacionada: “agorázo,” que significa: “comprar o redimir.” Así que la palabra “egéiro” no solo significa “levantar a alguien que está postrado o muerto,” sino, que, también implica: “reunir, ser comprado, o ser redimido.” Estos son requisitos previos para ser resucitado incorruptible, ser transformado y levantado para ida eterna.


(1 Corintios 15:53) Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. {54} Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. {55} ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? {56} ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.  {57} Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. {58} Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.


¡Es entonces cuando la muerte será sorbida en victoria, no antes!

Así que, en segundo lugar, debemos entender que esos “postreros días,” no se refieren al fin de los tiempos, sino a nuestra  reunión con el señor en el aire; y que “egéiro,” además de que significa: “resucitar o levantar a alguien que está postrado o muerto, también implica un cambio total, una transformación en algo completamente diferente.


El tercer aspecto a considerar en Juan 6:40, refiriéndose también a la voluntad del Padre: “que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna.” La palabra "tenga" es la palabra griega “éco,” que, entre otras aplicaciones, significa: sostener, tener, conservar. Una traducción literal del griego en  Juan 6, versículo 40, diría:


“Y esta es la determinación, elección, deseo o voluntad del Padre: que todos los que contemplan, disciernen, [experimentan] o intensamente [reconocen al hijo] y tienen fe o confían en él, se aferren, tengan o conserven la vida perpetua, eterna o sempiterna.”


(Mateo 7:21)  No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. {22} Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? {23} Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.


Estos son esos falsos profetas, pastores y maestros. Los que enseñan y promueven el fin (telos = la conmoción de un acto, el resultado final, el fin absoluto) ya está aquí hoy, y que la resurrección de los muertos ya ha sucedido. Usan el evangelio de Mateo para promover sus mentiras.


(Mateo 27:50) Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. {51} Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; {52} y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; {53} y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. 
{54} El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios. 


Quienes enseñan esto dicen: “Todo lo que se enumera en los versículos 51-53 son diferentes aspectos de los excelentes efectos de la muerte del Señor.” Para el versículo 51, explican: “Esto significa que la base de la rebelión de Satanás fue sacudida y que la fortaleza de su reino primitivo fue quebrantada.” Para el versículo 52 dicen: “Esto significa que el poder de los muertos y del Hades fue conquistado y sometido, y que se liberó el poder de la muerte de Cristo.” Para el versículo 53 dicen: “En la figura de las primicias de la cosecha (Levítico 23:10-11) no se encontraba una sola espiga de trigo, sino una gavilla, que simbolizaba no solo a Cristo resucitado, sino también a los santos que resucitaron de entre los muertos después de su resurrección y que se ven aquí.” Pero en cuanto a “adónde fueron los muertos después de esto, no tienen forma de rastrearlo.”


La sola idea de que esto realmente sucediera causaría no solo un gran temor entre la gente, sino una gran consternación que no creo que Marcos, Lucas y Juan hubiesen ignorado. Así que, al leer Marcos, Lucas y Juan, se podría pensar que probablemente dormían profundamente a esa hora, porque nunca mencionan nada parecido al leer el relato de la crucifixión.


Marcos habla de cómo el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y menciona al centurión que dijo: “Verdaderamente este hombre era hijo de Dios.” Lucas también menciona lo mismo sobre el velo del templo;  a Jesús clamando a gran voz: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu;” al centurión que dijo: “Verdaderamente este hombre era justo,” y a la multitud que volvía a Jerusalén golpeándose el pecho.  Juan solo menciona cómo se cumplieron en ese momento las escrituras de Salmos 34:20 al respecto de que no le quebrarían ni un solo hueso, y Zacarías 12:10, donde menciona que sería traspasado. Pero ninguno de los tres menciona nada sobre la resurrección de los muertos, ni entonces ni después de que nuestro Señor y Salvador resucitara. Ya vimos cuándo será la resurrección de los muertos, ¡eso aún no ha sucedido!


El Dr. Victor Paul Wierwielle, en su libro "Jesucristo, nuestra Pascua", en la página 257, nota al pie n.° 24, dice: "Mateo 27:52 y 53 fueron claramente añadidos por escribas. El manuscrito 354 de Venecia, Italia, omite estos versículos. Aunque aún no se ha encontrado otra documentación al respecto, cabe destacar que los manuscritos más antiguos que incluyen esta sección de Mateo 27 datan del siglo IV d. C. Estos versículos deben ser una adición, ya que contradicen otras escrituras que nos enseñan que los muertos están muertos y permanecerán así hasta que Cristo regrese. Hasta entonces, solo Cristo había resucitado corporalmente de la muerte a la vida eterna. Los críticos textuales, así como las notas marginales de otros manuscritos antiguos, han reconocido estos versículos como interpolaciones posteriores. La frase “después de su resurrección de él” en Mateo 27:53 demuestra que el pasaje está totalmente fuera de contexto, obviamente algo añadido por los escribas.


Ahora bien, la Biblia habla de personas que fueron resucitadas de los muertos, pero no para vida eterna desde ese momento, como en los casos de Lázaro, Dorcas y la joven hija de un principal de la sinagoga.


(Juan 11:21) Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. {22} Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. {23} Jesús le dijo: Tu hermano resucitará (anístemi). {24} Marta le dijo: Yo sé que resucitará (anístemi) en la resurrección, en el día postrero (éscatos). {25} Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección (anástasis) y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. {26} Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?


(Hechos 9:36) Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. {37} Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. {38} Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros. {39} Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. {40} Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate (anístemi.)  Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. {41} Y él, dándole la mano, la levantó (anístemi;) entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. 


(Marcos 5:38) Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho. {39} Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. {40} Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña. {41} Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate (egéiro.) {42} Y luego la niña se levantó (anístemi)  y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente. 


En los casos de Lázaro y Dorcas, las palabras “resucitará y levántate,” son la misma palabra griega (anístemi), y la palabra “resurrección” es “anástasis.”


Pero en Marcos 5:41, la palabra para “levántate” es “egéiro,” implicando únicamente la acción de levantar a alguien que está postrado o muerto, porque eso es lo que esta palabra también significa. Sin embargo, la palabra “levantó” en el versículo 42 es “anístemi,” porque ella resucitó para vivir de nuevo, pero no para tener la vida eterna desde ese mismo instante.


Un aspecto interesante en la sección de Mateo 27:52-53 es que, cuando los escribas insertaron esos versículos espurios, usaron la palabra griega “egéiro” para “levantaron” y "egérsis" para “resurrección,” intentando dar a entender que los cuerpos de los santos muertos que “se levantaron,” resucitaron para vida eterna lo que no es verdad. ¡Una sutil y sucia artimaña de Satanás!


Mateo 27:52-53 es una falsificación que Satanás usó para engañar a los creyentes cristianos, logrando quizás convencer a muchos, pero esa fábula de que “los muertos ya resucitaron” es una mentira directamente maquinada por Satanás, el padre de toda mentira. Lázaro, Dorcas y la niña de 12 años que Jesús resucitó, fueron levantados (anístemi) solo para morir de nuevo al tiempo debido, pero no para vivir para siempre desde ese momento. ¿Por qué digo que “egéiro” está vinculado a la eternidad cuando se trata de ser resucitado? Porque a diferencia de “anístemi,” no solo significa levantar a alguien que está postrado o muerto, sino que también implica un cambio total hacia algo totalmente opuesto al original. De un cuerpo carnal a un ser completamente espiritual.


(1 Corintios 15:41) Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. {42} Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará (egéiro) en incorrupción. {43} Se siembra en deshonra, resucitará (egéiro) en gloria; se siembra en debilidad, resucitará (egéiro) en poder. {44} Se siembra cuerpo animal, resucitará (egéiro) cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. 


La palabra “resucitará” que se usa en toda esta sección NO es “anístemi,” sino (egéiro).


(1 Corintios 15:52) en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados (egéiro) incorruptibles, y nosotros seremos transformados (allásso = ser hecho diferente).


¡Seremos transformados! ¡Eso es lo que egeiro sugiere! La resurrección,  no es solo la idea de ser levantados de entre los muertos, sino el hecho innegable de ser completamente transformados en un ser espiritual completamente nuevo, tal como Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. ¡Así que eso puedes darlo por hecho!


El capítulo 10 de Juan está lleno de todo tipo de figuras retóricas. Y el versículo 10 no es tan solo una ADVERTENCIA con letras MAYUSCULA para los creyentes cristianos sobre el ministerio de mentiras, muerte y destrucción del adversario, el archienemigo de Dios, para que los creyentes cristianos de aquellos tiempos y nosotros, hoy, estemos conscientes de ello y no caigamos presa de sus maquinaciones. El versículo 10 no solo promete una vida sobreabundante en cantidad o superior en calidad aquí en la tierra hoy, sino que promete la garantía innegable de que todos los que creen, todos los que tienen fe, todos los que confían en Jesucristo, el Hijo de Dios, la puerta del redil, la entrada a los atrios de la mansión del Padre, definitivamente conservarán, poseerán o tendrán la vida eterna, como se establece en Juan capítulo 6, versículos 39 y 40.


(1 Juan 2:15) No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. {16} Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. {17} Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.


Aquí hay otra advertencia: el mundo se refiere a las cosas físicas o materiales de la vida, y todos sabemos quién es el “dios de este mundo,” quien intenta engañarnos para que no hagamos la voluntad del Padre. Pero ni él ni sus artimañas podrán impedir que nuestro Señor y Salvador Jesucristo regrese para que podamos estar con él para siempre.


(1 Tesalonicenses 4:13) Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. {14} Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. {15} Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. {16} Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. {17} Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.


Como antes mencioné, la palabra “resucitó y resucitarán” en esta sección es la misma palabra griega  “anístemi,” que literalmente se refiere al acto de “levantar” a alguien que está postrado o “resucitar” a alguien que está muerto. “Egéiro” también implica la acción de “levantar” a alguien que está postrado o “resucitar” a alguien de entre los muertos; pero la mayoría de las veces, cuando se traduce como “resurrección o resucitado,” a diferencia de “anístemi,” “egéiro” además de que implica ser cambiado o transformado en algo totalmente diferente, también implica el ser reunidos, comprados o redimidos.


El evangelio de Juan nos muestra la preocupación de Jesús por las doctrinas demoníacas promovidas por falsos profetas, pastores y maestros. El apóstol Pablo quería también que los creyentes cristianos no se dejaran engañar al ignorar lo que sucedería durante la venida de nuestro Señor Jesucristo. La Palabra de Dios dice que a su debido tiempo seremos como Él ES, y si cumplimos la voluntad del Padre establecida en Juan 6:40, ¡espiritualmente YA SOMOS COMO ÉL ES!


(1 Juan 3:2) Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.


La resurrección, amigos míos, no es solo la idea de ser “resucitados” de entre los muertos, sino el hecho innegable de ser totalmente TRANSFORMADOS en un ser espiritual completamente nuevo y diferente para la vida eterna.


No nos dejemos engañar por doctrinas demoníacas promovidas por falsos profetas, pastores y maestros. En el capítulo 7 del evangelio de Mateo, Jesús dijo no solo una, sino dos veces en los versículos 16 y 20: “Por sus frutos los conoceréis.” Debemos pues prestar mucha atención para identificarlos y no dejarnos engañar.


Así que, no crean lo que muchos dicen, el apocalipsis no ha sucedido y aún no está aquí. Los acontecimientos actuales pudieran parecer el fin del mundo para muchos, pero aún no es el “telos = final absoluto.” Antes de que nace un bebé, siempre hay dolores de parto que preceden al alumbramiento, y aunque “toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;” como lo establece Romanos 8:22, el fin (telos = la conmoción de un acto, el resultado final, el fin absoluto) aún no ha llegado. En la próxima enseñanza tocaremos el tema de “El día de la Resurrección,” pare realmente entender que es lo que eso significa.


Y con respecto a esos “postreros días” de los que habla Jesús, considerémoslos como una forma amorosa de recordarnos que el día en que nuestro Señor y Salvador Jesucristo regrese por nosotros se acerca cada día más. Amigos míos, tengan confianza en el Padre y crean en Jesucristo, su hijo. Él regresará por nosotros antes de que el día de la gran tribulación llegue. ¡Así que, no se turben vuestros corazones!


(1 Tesalonicenses 4:18) Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.


¡Que Dios los bendiga!


E. S. N.


J. E. R. S.


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Las cartas Ártios son enseñanzas que compartimos mensualmente en nuestra página de la Internet  [rbrc.us.] Artios es una palabra griega que aparece solamente una vez en toda la Biblia, en 2 Timoteo 3:17, y se ha traducido como: “perfecto.” La palabra “perfecto,” bíblicamente hablando significa “madurez espiritual,” y ayudar a alcanzar esa “madurez espiritual,” esa perfección, es uno de los propósitos de estas enseñanzas que compartimos. La Biblia es la Palabra de Dios, y esa Palabra de Dios nos revela la voluntad de Dios. Veamos pues lo que la Biblia enseña con respecto a la voluntad de Dios.

 

1 Timoteo 1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza, {2} a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.

Aquí vemos que Pablo no escribió esto a Timoteo solamente porque se le ocurrió, porque quiso impresionarlo, ni por hacerse el importante. El versículo dice que lo hizo por mandato de Dios. La palabra griega para “mandato” también significa “decreto, autoridad.” ¿Cómo es que Dios mandó a Pablo que escribiera esta carta a Timoteo? ¡Por revelación! y con toda la autoridad de Dios mismo.

 
(1 Timoteo 1:3) Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, {4} ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. 

La palabra griega traducida como “rogué,” también se puede traducir como “invité, animé, exhorté.” Pablo no le estaba rogando o suplicando a Timoteo, como si Timoteo no hubiese querido hacer lo que Pablo le había dicho en Macedonia. Pablo está invitando, animando, exhortando a Timoteo, a hacer lo que ya antes Pablo le había indicado, y que también lo hiciera en ese momento; “que mandase a algunos que no enseñasen doctrinas diferentes, ni que prestaran atención a fábulas y genealogías interminables. La palabra griega para “mandase” también indica; instruir, encargar, mandar. Timoteo instruyó a la gente, como un encargo de Dios transmitido por Pablo, mandándoles que no enseñasen doctrinas diferentes, ni prestaran atención a fábulas y genealogías interminables. ¿Por qué? Porque solo acarrean disputas en lugar de obtener la edificación de Dios que es por fe. ¡Fe es la palabra griega pistis, y significa creencia! ¡La edificación de Dios viene por la creencia del individuo mismo! ¿Recuerdan que la fe (creencia) viene por el oír, y el oír la Palabra de Dios? Dios quiere que oigamos su Palabra y que la creamos, para poder recibir edificación, Dios no quiere que nos involucremos con las fábulas del mundo, ni con genealogías interminables que solo acarrean disputas.

 

(1 Timoteo 1:5) Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, 

 

Este es el punto importante de este mandato, mandamiento o encargo, el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida. Esto me recuerda lo que dice:

 

(Romanos12:9) El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 

 

La palabra fingimiento aquí es la misma palabra griega que la de 1 Timoteo 1:5 El amor al igual que la creencia (fe) deben ser genuinos, no fingidos. La buena conciencia tiene que ver con nuestra percepción moral y escala de valores.  Todo esto me lleva a un punto de gran importancia al cual todos los creyentes cristianos debemos someternos. ¿Recuerdan ustedes cuál es el más grande mandamiento? 

 

(Mateo 22:35) Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: {36} Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? {37} Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. {38} Este es el primero y grande mandamiento. {39} Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. {40} De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

 

Si el más grande mandamiento es amar a Dios, y el segundo es amar al prójimo, por simple lógica podemos deducir que la ley del amor es la ley más importante a la que nos debemos someter. 1 Corintios 13 habla del amor, no del amor como una emoción, tampoco como de un sentimiento que debemos tener hacia Dios y hacia los demás, sino como un código de conducta, una manera de conducirnos o comportarnos en la vida. 1 Corintios 13 habla de las características del amor agápe, esas características nos muestran los más altos conceptos de ética y moral, ese es el amor al que debemos sujetarnos, el amor en el que Dios quiere que andemos y practiquemos cuando renovamos la mente. Ahora podemos entender con claridad cuál es el propósito del mandato de Pablo hacia Timoteo. 

 

(1 Timoteo 1:5) Pues el propósito de este mandamiento es el amor (agápe) nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, 

 

La voluntad de Dios es que nosotros, sus hijos, no nos desviemos de la verdad enseñando falsas doctrinas, sino la verdad de la Palabra de Dios.

 

(1 Timoteo 1:6) de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, {7} queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. {8} Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 

 

Por eso es que Dios quiere que no hagamos caso a las fábulas del mundo, a la vana palabrería. El quiere que nosotros de verdad entendamos lo que hablamos y lo que afirmamos. El versículo 8 dice que la ley es buena, si uno la usa legítimamente. Sea la ley de Moisés, o la ley del amor; lo que quiere decir, es que aunque la ley sea buena, si no se usa legítimamente, no sirve de nada. Así es la Palabra de Dios, aún cuando es buena, si los que la enseñan, no entienden lo que hablan, no traerá provecho a los oyentes. Por esa razón es importante y necesario, usar bien, o dividir correctamente la Palabra de Dios.

  

(1Timoteo 2:1) Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;

 

Al inicio del capítulo uno, vinos que Pablo, por medio de revelación, por mandato de Dios, escribió esta epístola a Timoteo. En este capítulo dos, Dios dice que quiere que los cristianos oremos, y con acción de gracias hagamos peticiones por TODOS los hombres.

 

En la Biblia, la palabra “TODO” se usa de dos maneras: “TODO CON DISTINCION” o “TODO SIN EXCEPCION.” En este caso, Dios quiere que oremos por TODOS los hombres, SIN EXCEPCION. Sean creyentes cristianos o no lo sean.

  
(1 Timoteo 2:2) por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 

Dios quiere que todos sus hijos vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad, y el orar por los demás, por nuestros gobernantes, la gente en el poder, así como por TODOS los hombres SIN EXCEPCIÓN, puede producir que vivamos quieta y reposadamente, en toda piedad y honestidad.

 

(1 Timoteo 2:3) Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 

Dios solamente quiere lo mejor para sus hijos, y quiere que hagamos cosas buenas y agradables delante de él. Esa es su voluntad, y también es su voluntad que los demás, aquellos que no son creyentes cristianos, vengan a ser parte de su familia.

 

(1 Timoteo 2:4) el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 

 

Dios no solamente quiere que TODOS SIN EXCEPCION sean salvos, sino que también vengan, al conocimiento de la verdad. Pero el ir al conocimiento de la verdad, es algo que ellos, cada persona, debe hacer por su propia cuenta. Dios no forza a nadie, todo es libre albedrío, la salvación está disponible para todo aquel que crea y quiera ser salvo, la salvación es personal, depende de cada individuo.  Claro que no todos creen ni todos quieren, pero aquellos que son salvos, es porque tomaron la decisión de creer ¿cuál es la verdad que Dios quiere que conozcan?


(1 Timoteo 2:5) Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 

 

Este solo versículo, echa por tierra la idea de que hay tres dioses en uno. Dios padre, dios hijo, y dios espíritu santo no existen. El versículo 5 claramente dice “Porque hay solo un Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” La letra “y” es la palabra griega “kai,” que distingue entre un personaje, “un solo Dios,”  y (kai) “un solo mediador, (Jesucristo hombre).”  La trinidad no es parte de la verdad que la Palabra de Dios enseña, es parte de lo que la tradición enseña, las tradiciones son doctrinas de hombres, y esas doctrinas de hombres son lo que hacen la religión. Dios no quiere que prestemos atención a fábulas y genealogías interminables. La Palabra de Dios no es una religión, la Palabra de Dios no se basa en falsas doctrinas hechas por el hombre. La Palabra de Dios es la voluntad de Dios, y es un estilo de vida, no una religión. La Palabra de Dios nos muestra la relación que existe entre un padre y sus hijos. Eso es lo que la verdad de la Palabra de Dios enseña.

¡Y la voluntad de Dios es que TODOS LOS HOMBRES SIN EXCEPCION, sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad! Ahora, ¿cómo es que después de ser salvos, podemos llegar al conocimiento de la verdad? Dios también nos dice cómo.

 

(2 Timoteo 2:15) Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 

 

¿Qué es lo que un obrero hace? ¡Trabaja! Un obrero de Dios debe trabajar la Palabra para llegar a conocerla y usarla bien. La única manera de usar bien la Palabra de Dios es conociéndola bien. La frase “que usa bien,” es la palabra griega “orthotomounta.” Y significa:”hacer un corte recto, dividir correctamente.” Por eso es que nosotros usamos la frase; “dividir correctamente, o correctamente dividida.” El usar bien la Palabra de Dios es enseñarla correctamente dividida. Muchos solo enseñan la Palabra porque han oído lo que otros enseñan aún sin saber si está correctamente dividida. Es importante dividir correctamente o usar bien la Palabra de Dios. No olviden que aunque la ley sea buena, en nuestro caso, la ley del amor, si no se usa bien, no traerá provecho a los oyentes. No olvidemos que estoy haciendo una pequeña reseña de lo que la palabra ártios, significa. ¿Por qué? Vean lo que Dios dice de su Palabra.

 

(2 Timoteo 3:16) Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 

 

Esto significa que TODA la escritura es dada por inspiración de Dios, pero también que TODA la escritura es la respiración de Dios mismo. La Biblia es la Palabra respirada de Dios y es dada por inspiración de Dios a sus santos hombres.

 

(2 Pedro 1:20) entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, {21} porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

 

2 Timoteo 3:16 dice que TODA la escritura es útil; la palabra útil es la palabra griega ophelinos; que significa: servicial, de beneficio, útil. Dios nos dice que su Palabra es servicial, benéfica, útil para tres cosas: La primera es para enseñar, enseñar la verdad de la Palabra de Dios a quien no la conoce, a quien la ignora, y enseñarla correctamente dividida. La segunda es para redarguir. Redarguir es reprender, amonestar, cuando alguien que ya ha sido enseñado correctamente, no está actuando conforme a la voluntad de Dios. La tercera es para corregir, cuando a alguien no se le a enseñado correctamente, y está tomando un camino erróneo. Estas tres cosas en conjunto, enseñar, redarguir y corregir, son instrucción en justicia.

 

Aquí podemos ver un claro ejemplo de usar bien, o dividir correctamente la Palabra de Dios, porque muchos mal interpretan este versículo y dicen que la palabra de Dios es útil para cuatro cosas; enseñar, redarguir, corregir, e instruir en justicia, pero no es así. La Palabra de Dios instruye en justicia por medio de la enseñanza, la reprensión, y la corrección.

 

Ahora, ya vimos que Pablo por revelación, por mandato de Dios exhortó a Timoteo a que instruyera a los creyentes cristianos que por mandato de Dios, no enseñasen doctrinas diferentes ni prestaran atención a fábulas y genealogías interminables, que solo acarrean disputas y no edifican. Vimos que el propósito de ese mandato o mandamiento, es el amor nacido de corazón limpio, de buena conciencia y de fe no fingida. Vimos que el amor de Dios es el mandamiento más grande al que debemos sujetarnos, y que de acuerdo a 1 Corintios 13, es el código de conducta del creyente cristiano, porque señala las características del amor de Dios, con los más altos conceptos de ética y moral.

Vimos que Dios quiere que conozcamos su Palabra al grado de entender lo que hablamos y afirmamos, y que debamos usar bien la palabra de Dios, porque como una ley, si no se usa bien, no aprovecha. Vimos que la voluntad de Dios es que TODOS los hombres y mujeres claro, SIN EXCEPCION sean salvos, y que por voluntad propia vengan al conocimiento de la verdad. Ya vimos que la verdad es que hay un solo Dios y un solo intermediario entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. Vimos que Dios mismo nos indica cómo es que podemos llegar al conocimiento de la verdad. Trabajando su Palabra como obreros y que solamente conociendo su Palabra es que podemos usarla bien o dividirla correctamente. Vimos también que toda la escritura es inspirada o respirada de Dios, y que es útil para tres cosas, para enseñar, para redarguir, y para corregir, esas tres cosas juntas representan la instrucción en justicia. ¿Para qué es que Dios quiere que hagamos, aprendamos, y entendamos todas estas cosas? 


(2 Timoteo 3:17) a fin de que el hombre de Dios sea perfecto [artios], enteramente preparado para toda buena obra.

 

Ese es el propósito de todo creyente cristiano, ser perfecto. La perfección a la que Dios se refiere es la perfección o madurez espiritual, porque si miramos a nuestras características y capacidades físicas, nunca vamos a hallar la perfección. Unos gordos, otros flacos, unos altos, otros bajos, unos feos otros guapos, unos débiles y otros fuertes. Defectos vamos a hallar cuando vemos nuestras vidas a la luz de los sentidos, y cuando basamos todo lo que hacemos en el mundo de los sentidos, nunca vamos a estar enteramente preparados para toda buena obra. El propósito de todo creyente cristiano, conforme a la voluntad de Dios es ser perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. Recuerden que la palabra “perfecto” en 2 Timoteo 3:17 es la palabra Griega “Ártios.” De ahí es donde tomamos el nombre de nuestras cartas mensuales, porque ese es el propósito de nuestras cartas. ¡Enseñar la Palabra de Dios correctamente dividida, para que TODOS los hombres sean salvos, y vengan al conocimiento de la verdad, y puedan alcanzar esa madurez espiritual, esa es  la perfección con la que Dios nos ve! ¡Esa es la voluntad de Dios y eso es por lo que oramos, creemos y deseamos para todo creyente cristiano, ser Ártios, espiritualmente maduros, perfectos, enteramente preparados para toda buena obra!

 

I.H.N.

 

J.E.R.S.

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Esta enseñanza fue compartida por el señorJoseph Brown el 12 de febrero de 2023.


Todos hemos experimentado prisiones mentales, prisiones que nos hacen sentir miserables y que nos atormentan. Para la mayoría, sin importar lo que se hagan, escapar de esas prisiones parece imposible. Los sentimientos de derrota que acompaña a los intentos de fuga, de toda una vida de prisiones, son negativos, frustrantes y nos hacen sentir desdichados.


(Mateo 19:26) Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.


Considera las siguientes dos perspectivas para lo que es “imposible;” la perspectiva del hombre y la perspectiva de Dios. Basado en sus propios éxitos, fracasos y las experiencias vividas, el hombre puede considerar una tarea en particular posible o imposible. Escapar de la ansiedad, el pánico, la falta de autoestima, la preocupación y el miedo son posibles, porque con Dios todas las cosas son posibles


(1 Corintios 10:13) No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 


¿Estás agotado de topar tu cabeza contra lo que te parece imposible? Solo hay una manera de escapar: por medio del entendimiento de la Palabra de Dios.


(Romanos 15:4) Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. 


¿Qué pasó sucedió cuando la Palabra de Dios fue entendida? Tremendas cosas sucedieron cuando los creyentes del Antiguo Testamento entendieron y creyeron la Palabra de Dios. Estas cosas fueron escritas para nuestro aprendizaje, para que a través de la paciencia y consuelo de las escrituras pudiéramos tener esperanza.  Cuando los días parecen oscuros, cuando las presiones de la vida “comunes al hombre” abundan, hay esperanza. ¡Si hay una manera de escapar! La tentación y la  manera de escapar, existen una junto a la otra. Las promesas de Dios también existen. La promesa de que; “nosotros a través de la paciencia y la consolación por medio de las escrituras pudiéramos tener esperanza.” ¡Ten esperanza!  Hay escape, liberación y libertad de cada prisión mental.


(Nehemías 8:10-12) Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza. {11}  Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo, diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis. {12}  Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado. 


En este relato de Nehemías y la reconstrucción del muro, vemos verdades fantásticas. En medio de probabilidades imposibles, sintieron gran regocijo. Ellos se regocijaron grandemente porque habían entendido las palabras que les fueron enseñadas. Una gran alegría acompañó a su comprensión de la Palabra de Dios.  El gozo del Señor siempre está presente cuando la Palabra de Dios es entendida. Ellos entendieron y creyeron. El gozo del Señor les dio fuerza. Se derrumbó el muro de la desesperación, el miedo, la tristeza, la falta de autoestima y la desesperanza. Nuevos muros mentales comenzaron a ser erigidos como una fortaleza, sobre el entendimiento de la Palabra de Dios. Sus bloques de construcción fueron la Palabra declarada de Dios, un fuerte gozo, grande regocijo y gran entendimiento.  La realización de grandes alegrías era su evidencia. Se atrevieron a creer y evidenciar su entendimiento de la Palabra de Dios. Sólo por medio de la comprensión de la Palabra de Dios la perspectiva del  hombre, hacia lo “imposible,” puede cambiar a la perspectiva de Dios, “porque con Dios todas las cosas serán posibles.” Sólo a través de entender la Palabra de Dios, el punto de vista “imposible” del hombre puede cambiar a la "manera de escapar con Dios."


(1 Crónicas 28:19-20) Todas estas cosas, dijo David, me fueron trazadas por la mano de Jehová, que me hizo entender todas las obras del diseño. {20} Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová. 


El tema de la comprensión piadosa se transmite a lo largo de la Palabra de Dios. Un maravilloso ejemplo es como Dios hizo que el Rey David entendiera por escrito. David ayudó a reunir los materiales de construcción y Salomón construyó el templo más magnífico jamás construido. Con el entendimiento de Dios en sus vidas, pudieron hacer lo imposible, fortaleza, coraje, llevar a cabo tareas imposibles, no temer, no desanimarse, comprender que Dios no va a fallarnos o abandonarnos, todo esto es parte de entender la Palabra de Dios. Sólo a través de la comprensión de la Palabra de Dios puede revertirse e invalidarse lo imposible. Sólo a través de la comprensión de la Palabra de Dios todas las cosas son posibles. Los barrotes mentales de la prisión se derriten y comienza la libertad. Tomó entendimiento de parte de David y Salomón para creer y construir el templo.


(1 Reyes 3:3) Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. 


(1 Reyes 3:5) Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé


(1 Reyes 3:9 – 13) Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? {10} Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. {11} Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oir juicio, {12} he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. {13} Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. 


Salomón amaba a Dios y a su Palabra, como rey, sabía que sin un entendimiento de la Palabra de Dios, él no podría cuidar al pueblo de Dios. Él practicaba los ritos, los sacrificios, quemando incienso, caminando de acuerdo a los mismos estatutos en que David su padre caminó. Él continuó haciendo todo correctamente, pero le faltaba entendimiento. Dios le dio un corazón sabio y entendido, no solo eso,  Dios también dio a Salomón honor y riquezas.


¿Qué cosa, cuando se cree y se comprende, rompe el tormento y la desesperación, disuelve las dudas, aniquila el auto condenación y derrite cada barrote de toda prisión mental?  Con el entendimiento de la Palabra de Dios, toda planta que la Palabra de Dios no ha plantado será desarraigada. Piensa en esa prisiones mentales como pensamientos que serán desarraigados y arrojado lejos. El gozo grande y una gran alegría ante el Señor, la fuerza, el coraje, sin temor, sin desmayar, es lo que derriba los miserables barrotes de las prisiones.


(Filipenses 3:21) el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.


La excelencia del poder de Dios proviene de Dios, y es él quien transformará este cuerpo de la humillación nuestra para que sea como el de Jesucristo, un cuerpo glorioso.


(1 Corintios 15:52 -54) en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. {53} Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. {54} Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.


¿Qué es la otra cosa que cuando la creemos y entendemos detendrá nuestro tormento, romperá nuestra agonía, disolverá nuestras dudas, aniquilará el auto condenación y cada una de nuestras prisiones mentales? ¿Sabías que todo el cuerpo de Cristo, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, será transformado? ¡Cada cuerpo será transformado! ¡Cada uno de los cinco sentidos solo se gloría en apariencias, en la nobleza, en el intelecto, en las riquezas, en la fama, en la inteligencia, en la condición  física, en el tono de piel, en el tipo de cuerpo, en la justicia propia, pero todo eso, se desvanecerá! ¡Cada pedacito de juicio de condenación, toda difamación, todo lo bajo, todo lo despreciable, todo lo corrupto, toda vergüenza, y cada pedacito de falta de autoestima desaparecerá en un abrir y cerrar de ojos, sorbidos en victoria! ¡En un instante, la muerte será sorbida en victoria! ¡Sorbida! ¡En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, la victoria para todos nosotros! ¿Y nuestra respuesta? ¡Nuestra respuesta es  tomar un sorbo de victoria, estar llenos de grande gozo y alegría, y disfrutar con agradecimiento piadoso por entender esta gran victoria!


Gracias y Dios te bendiga abundantemente.


José W. Brown

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Dios los bendiga, en esta segunda parte de “Ninguna Condenación,” también subtitulada “Los Acusadores – No Murmuréis,” continuaremos hablando de la mujer acusada de cometer adulterio como se relata en el capítulo 8 del evangelio de Juan, especialmente enfocada sobre los acusadores y las acusaciones o murmuraciones. Así que sin más preámbulo, comencemos.


Temprano por la mañana, como solía hacerlo, Jesús enseñaba a la gente a las afueras del templo.


(Juan 8:3)  Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, {4} le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. {5} Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? {6} Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. 


Desde el instante mismo en que los escribas y los fariseos mencionaron la ley de Moisés, Jesús sabía que la pseudo-acusación contra la mujer, era realmente contra él. La palabra griega guné traducida como “mujer” se refiere principalmente a una mujer casada o a una esposa; y conforme a la ley; tanto ella como el hombre que adulteró con la mujer tenían que morir, como se describe en el siguiente versículo.


(Deuteronomio 22: 22) Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel.


En el relato de Juan, los líderes religiosos dijeron a Jesús que sorprendieron a la mujer “en el acto,” pero no trajeron al hombre con quien la sorprendieron, lo que es muy sospechoso y nos indica que estaban falsamente acusando a esta mujer, si es que era casada, ahora, si la mujer estaba solamente  comprometida, vean lo que dice la ley al respecto de ello.


(Deuteronomio 22:23) Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella; {24} entonces los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearéis, y morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti. 


En los casos citados el castigo era el mismo, y tanto el hombre como la mujer tenían que ser apedreados, pero los escribas y fariseos no proporcionaron testigo alguno además de ellos mismos, y es difícil de creer que fueron ellos específicamente quienes sorprendieron a la mujer “en el acto;” y si fue así, ¿por qué no presentaron también al hombre para recibir el castigo?  Jesús conocía la ley al respecto de la infidelidad y sabía lo que estos líderes religiosos intentaban hacer, tentarlo para tener así una razón para acusarlo, al sorprenderlo haciendo mal uso de la ley, y matarlo. Veamos otro aspecto de la ley al respecto de una mujer casada que engaña a su marido.


(Números 5:11) También Jehová habló a Moisés, diciendo: {12} Habla a los hijos de Israel y diles: Si la mujer de alguno se descarriare, y le fuere infiel, {13} y alguno cohabitare con ella, y su marido no lo hubiese visto por haberse ella amancillado ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella hubiere sido sorprendida en el acto; 


En este caso, el marido no está seguro que su esposa le sea infiel, pero por celos sospecha de ella aunque no hubiese sido sorprendida “en el acto” ni hubiese testigos,  entonces él llevaría a su esposa delante del sacerdote.


(Números 5:14) si viniere sobre él espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer, habiéndose ella amancillado; o viniere sobre él espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer, no habiéndose ella amancillado; {15} entonces el marido traerá su mujer al sacerdote, y con ella traerá su ofrenda, la décima parte de un efa de harina de cebada; no echará sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso, porque es ofrenda de celos, ofrenda recordativa, que trae a la memoria el pecado. {16} Y el sacerdote hará que ella se acerque y se ponga delante de Jehová. {17} Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y lo echará en el agua. {18} Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición. 19 Y el sacerdote la conjurará y le dirá: Si ninguno ha dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, libre seas de estas aguas amargas que traen maldición; {20} mas si te has descarriado de tu marido y te has amancillado, y ha cohabitado contigo alguno fuera de tu marido {21}  (el sacerdote conjurará a la mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): Jehová te haga maldición y execración en medio de tu pueblo, haciendo Jehová que tu muslo caiga y que tu vientre se hinche; {22} y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén. 


Como ven aquí, el ritual para una mujer casada, por la simple sospecha del marido de ella no serle fiel, y  sin haber testigos presenciales era diferente a los casos anteriores. La mujer era llevada al sacerdote y él haría el ritual del agua amarga. Si la mujer fuese acusada injustamente no le pasaría nada. Pero si ella fuese culpable, el agua amarga provocaría que la maldición entrara en sus entrañas, haciendo que se le hinchara el vientre y se le cayera el muslo. Ahora vean lo que dice el versículo 23.


(Números 5:23) el sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y las borrará con las aguas amargas:


¿Qué hacía Jesús escribiendo en el suelo? ¡Estaba siguiendo la ley, como el sacerdote que escribe las maldiciones en un libro! ¡A diferencia de los escribas y fariseos hipócritas, que simplemente cumplían las órdenes de Satanás, acusando falsamente a una mujer casada para encontrar falta en Jesús! Fueron ellos quienes infringieron la ley al no presentar al supuesto hombre sorprendido “en el acto” junto a  la mujer, por prescribir un castigo equivocado y además al no traer dos testigos presenciales para acusar a la mujer; los que debían tirar la primera piedra como también exige la ley de Moisés. Ellos estaban tratando de hacer que Jesús violara la ley al condenar erróneamente a la mujer. ¿No es irónico que la mayoría de las veces son los acusadores quienes cometen los crímenes de los que acusan a los demás? Ellos estaban cumpliendo la “ley de la ironía”, aquella en la que tres dedos señalan al acusador cuando uno solo apunta a quién él acusa.


Pero Jesús no era tonto, es el hijo del Dios todopoderoso, y estaba en perfecta comunión con su padre, por eso fue más allá de simplemente decirles que estaban equivocados acerca de la ley.


(Juan 8:7) Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. {8} E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. 


Muchos dicen que escribió en la tierra los nombres de los acusadores, otros dicen que escribió las faltas y las maldiciones de todos ellos, lo que son solo especulaciones porque la Biblia no dice realmente lo que escribió exactamente, y así debemos entenderlo. Lo único que puedo decir es que él escribió en la tierra, no en un libro para llevar un registro, porque la acusación de los escribas y fariseos era ilegítima y cualquier cosa que escribiera en la tierra se desvanecería con el paso de la gente, además él conocía la ley y los rituales al punto que cumplió la ley, así, que, después que hizo la pregunta los acusadores se fueron.


(Juan 8:9) Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 


¡Me pregunto si los escribas y fariseos en realidad tenían conciencia, ellos acusaron a la mujer falsamente, no solo para culpar a Jesús sino para matarlo, ellos intentaron matar al mesías, el hijo del Dios vivo! ¿Crees tú que ellos tenían conciencia? Yo pienso que se fueron porque no recibieron apoyo de la gente, quienes al parecer tampoco estaban libres culpa, y desde el más viejo hasta el más joven simplemente se fueron, propiciando que los escribas y fariseos también se fueran.


(Juan 8:10)  Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? {11} Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.


La frase “vete, y no peques más” lo incluye todo, porque aplica a todo tipo de falta que Dios quiere que evitemos: “vete, y no mientas más,” “vete, y no hurtes más;” y puedes agregar el enojo, la ira, la comunicación deshonesta, la envidia, la fornicación, la idolatría, la desobediencia, etc., etc., etc. Así, que, siguiendo la moraleja de esta enseñanza pudiéramos agregar cualquiera de estas faltas a “vete y no ____________________ más.” ¡Y dejar de hacerlo!


Quiero centrarme ahora en los acusadores y las acusaciones de este relato, que tienen mucho que ver con la primera parte de lo que Jesús dijo a la mujer, “…ni yo te condeno...”. Ya vimos que la palabra “acusador” proviene de la palabra griega katégoros que significa: “uno que acusa a otro en la asamblea, un querellante, un fiscal; pero específicamente define a Satanás (como el acusador en jefe),” y la palabra “acusación” es la palabra griega kategoría que significa: “categoría, denuncia, acusación criminal, acusación.” Pero ¿por qué quiero hablar de eso? Debido a que hay algunas “advertencias” en las Escrituras y algo más a lo que yo llamo “salvaguardas,” que Dios puso en su palabra para que nosotros, sus hijos e hijas, no caigamos en la categoría de los “acusadores,” obedeciendo las órdenes del adversario, por así decirlo, condenando a los demás. El diccionario de la RAE define "categoría"  como: "cada una de las clases o divisiones establecidas,” o sea, que es “una división de un sistema de clasificación." Como la división de clases sociales, o las establecidas en una profesión, carrera o actividad. Entonces, si ser un  “acusador” es ser un representante de Satanás, presentar una acusación es un acto de demostrarle a alguien que somos de diferentes clases, o en otras palabras, que somos mejores que ellos; “porque mírame, yo no hago lo que tú haces, y tú no tienes lo que yo tengo.” Basta con mirar a los escribas y fariseos del relato; quienes suponemos conocían la Ley de Moisés, la que hicieron a un lado para desarrollar  sus propias doctrinas, leyes hechas por hombres. Ellos pensaban que estaban por encima de la ley y que eran mejores que el resto de la gente. Nosotros, los hijos e hijas del Dios todopoderoso, nunca debemos pensar menos de los demás.


(Romanos 12:1) Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. {2} No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. {3} Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 


No estoy diciendo que podamos llegar a ser como esos malvados escribas y fariseos hipócritas, todo lo que intento hacer es básicamente transmitir lo que sugiere el versículo 3 de Romanos 12. “No tener más alto concepto del que debemos tener,” sino pensar con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:1 es una imploración amorosa de Dios nuestro Padre a través del apóstol Pablo, de presentar o exhibir nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a él.  ¿Queremos agradar a Dios? Presta atención a las advertencias y las salvaguardas.


(1 Corintios. 10:1) Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; {2} y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, {3} y todos comieron el mismo alimento espiritual, {4} y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. {5} Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. {6} Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.


El versículo 7 menciona la idolatría; el versículo 8 menciona la fornicación; El versículo 9 se refiere a “no tentar a Cristo, como algunos en el Antiguo Testamento tentaron a Dios.” Esta última advertencia llegó demasiado tarde para los escribas y fariseos, quienes trataron de tentar al hijo de Dios, pero aunque hubieran tenido la oportunidad de escucharla, probablemente la hubiesen ignorado; lo único que siempre buscaron fue matar a Jesús.


(1 Corintios 10:10) Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. {11} Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. {12} Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 


Para mí, toda esta sección de las Escrituras es una advertencia maravillosa, como esos enormes anuncios con grandes y remarcadas letras alrededor de las propiedades privadas que dicen: “NO Traspasar,” y el NO, con enormes letras mayúsculas. La palabra griega traducida como “amonestarnos” en el versículo 11 también se puede traducir como: “llamada de atención, una reprensión suave, o una advertencia”. Y la palabra “ejemplo” también en el versículo 11, traducida de la palabra griega túpos, que significa: modelo, sello o tipo. Un modelo o estilo que NO debemos seguir, o sea, la gente en este relato NO son un ejemplo a seguir, por lo tanto, NO debemos hacer lo que ellos hicieron en su tiempo. Ahora bien, todas las cosas aquí mencionadas son cosas comunes que desafortunadamente se han generalizado como normales en la vida de mucha gente; la idolatría, la fornicación, la tentación, cosas que la gente puede ser propensa a cometer, consciente o inconscientemente, porque para muchos todo eso es normal; pero nuestro Padre celestial nos advierte que eso no le agrada a él, lo mismo ocurre con la “murmuración,” pero es la “murmuración,” cuando se desborda, tiene el potencial convertirse desproporcionadamente en una “acusación,” convirtiéndonos también a nosotros en agentes del “acusador,” para condenar a la gente, exactamente lo opuesto que Jesús hizo cuando respondió a la mujer diciendo “Ni yo te condeno.” Veamos algunas advertencias más.


(Santiago 1:12) Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. {13} Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; {14} sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. {15} Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. 


El versículo 12 tiene una salvaguarda con promesa; soportar la tentación y resistir produce una corona de vida, lo opuesto al resultado de sucumbir, que produce pecado y al final la muerte. El versículo 16 tiene una advertencia:


(Santiago 1:16) Amados hermanos míos, no erréis. {17} Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 
{18} El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.


El texto griego dice: “No erréis,” hermanos de mí, amados. La advertencia es “NO ERRAR LA MARCA,” lo que literalmente significa: ¡“NO PECAR”! Como lo que Jesús le dijo a la mujer: “Vete y no peques más.” Pero hay un especial énfasis en la palabra ¡“AMADOS”! Dios nos ama y él conoce nuestra condición humana, nos pide que no erremos porque sabe que somos muy capaces de ello, por esa razón en el versículo 19 nos da la salvaguarda, para NO errar:


(Santiago 1:19) Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 


Así que si no queremos errar, debemos ser prontos para oír, pero, ¿oír qué? Vamos a Mateo 17.


¿Recuerdan cuando Jesús llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, su hermano, a un monte alto y se transfiguró delante de ellos y vieron en una visión a Moisés y a Elías hablando con Jesús?


(Mateo 17:5) Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.


Eso es lo que debemos apresurarnos a oír, ¡a él! Quien antes de ascender al cielo nos dio un mandamiento nuevo.


(Juan 13:33) Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir. {34} Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. {35} En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.


Las palabras “amor, amar, améis, amado,” son traducidas de la palabra griega agápe y sus derivados. ¡Agápe, es el ingrediente principal en la fórmula secreta de la vida! Para mí, es el mayor salvaguarda o amparo de toda la escritura, para que no erremos. Vean lo que Pablo dijo a los Corintios.


(1 Corintios 11:1) Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. 

La palabra “imitadores” traducida del griego también significa “seguidores,” y eso es en lo que debemos volvernos, en ¡“seguidores de Cristo”! El apóstol Pablo no solo nos exhorta a ser seguidores de él y de Cristo, sino también de Dios mismo, vamos a Efesios.


(Efesios5:1) Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. {2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. {3} Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; 


Agápe” es la clave para un andar digno, con cordura, conforme a la medida de la fe que Dios, nuestro Padre celestial dio a cada uno. El versículo tres enlista algunas cosas de las que debemos alejarnos para una vida en santidad, como Dios quiere que vivamos.  Ahora bien, ¿por qué deberíamos ser tardos para hablar?


(Prov. 18:13)  Al que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio. 

La fatuidad es la falta de razón o de entendimiento; el oprobio es una ignominia, una afrenta, o una deshonra. El fatuo no razona, no entiende, se llena de presunción o vanidad infundada y ridícula, deshonrándose y avergonzándose a sí mismo al hablar y juzgar apresuradamente. Dios no quiere que sus hijos sean así. Lo que la frase “lento para hablar” básicamente significa, es que debemos parar, escuchar y pensar antes de abrir la boca para decir algo o condenar a alguien. ¿Y por qué debemos también ser lentos para la ira? El siguiente versículo de Santiago nos lo explica.


(Santiago 1:20) Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.


El versículo 21 nos da además una salvaguarda: “desechar toda inmundicia y abundancia de malicia y recibir la Palabra de Dios con mansedumbre.”


(Santiago 1:21) Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. {22} Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. {23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. {24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. {25} Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. 


La frase: “desechar toda inmundicia y abundancia de malicia,” es equivalente a: “vete y no peques más.” Nuestro Padre Celestial quiere que recibamos su Palabra con corazón manso y humilde, que hagamos su voluntad y no la nuestra. Que cuando nos veamos al espejo veamos el hombre interior, el Cristo en nosotros, la nueva creación de Dios reflejado en ese espejo, y dejar de buscar las canas, las arrugas, el desánimo reflejado en nuestro rostro y en de nuestro prójimo. Debemos mirar atentamente a la perfecta ley de la libertad y perseverar en ella, siendo hacedores de la Palabra y la voluntad de Dios no solamente oidores.


Debemos aprender a ser prontos para oír la Palabra de Dios y recibirla con mansedumbre; tardos para la ira porque en ella no obra la justicia de Dios y también tardos para hablar, para no caer en la tentación de  “murmurar” y unirnos al clan del acusador y condenar a los demás. Existe una línea muy fina por cruzar cuando hablamos de algo o alguien. Romanos 12:3 nos exhorta a: “que no tengamos más alto concepto de nosotros mismos que el que debemos tener, sino que pensemos de nosotros mismos con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” “Murmurar” no es parte de presentar o exhibir nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,  agradable a Dios. 1 Corintios 10:12 nos advierte que: “El que piensa estar firme, mire que no caiga," y debemos poner atención a ello para no caer.  2 Pedro nos muestra más salvaguardas.


(2 Pedro 1:3) Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, {4} por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; {5} vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; {6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; {7} a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. {8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. {9 Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. {10} Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.


La palabra “caeréis” del griego, también se traduce como “errar o pecar.” Si no queremos errar, caer, o pecar, como lo que Jesús le dijo a la mujer en el relato de Juan 8, “vete y no peques más,” debemos procurar hacer firme nuestra vocación y elección, ¿cómo? Practicando y abundando en todo lo que se describe en los versículos del 5 al 7, para no estar ociosos ni sin fruto en el conocimiento de nuestro señor Jesucristo.


(Filipenses 2:14) Haced todas las cosas sin murmuraciones ni contiendas: {15} para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios, sin reprensión, en medio de una nación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como lumbreras en el mundo; {16} sosteniendo la palabra de vida; para que pueda regocijarme en el día de Cristo, de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.


A nadie le agradan los chismosos y los conflictivos, no murmures, no pelees, no te conformes al estilo de vida del mundo, transfórmate por medio de la renovación de tu entendimiento, como nos dice Romanos 12:2


(Col 3:12) Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, de humildad de mente, de mansedumbre, de paciencia; {13} soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene pleito contra otro: como Cristo os perdonó, así también vosotros.


Ya fuimos escogidos por Dios, él nos llama sus santos y sus amados, pero debemos prestar atención a las advertencias. Mateo 24:24 dice que “…se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.”  Esta advertencia está escrita para los días postreros, para el fin de los tiempos, cuando nosotros ya no vamos a estar aquí, pero debemos ser inteligentes y no ignorar las artimañas de Satanás, y tome ventaja de nosotros,  porque no ignoramos sus maquinaciones y no queremos ser parte de su ministerio de mentira y de maldad. Para mí, agápe es el mayor de las salvaguardas en la Palabra de Dios, agápe es una lista de características con los más altos valores de ética y moral, es lo que conocemos como el código de conducta del creyente cristiano, si lo aplicamos en nuestro andar nos puede ahorrar muchos problemas.


(Col. 3:14) Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. {15} Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. {16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. {17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.


Agápe es el vínculo perfecto, la palabra “vínculo” significa: “un principio unificador”. Agápe es un principio, una verdad fundamental que sirve como base de nuestro sistema de creencia, de nuestro tren de razonamiento. Cuando practicamos agápe la frase “Ni yo te condeno; vete y no peques más” se desvanecerá de nuestra mente. Prestemos atención a las advertencias, busquemos las salvaguardas o amparos; entonces, como (Romanos 15:13 dice: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” 


¡Agápe es la mejor salvaguarda que existe! ¡Es lo único que cubre multitud de pecados!

(1 Pedro 4:7) Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. {8 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. {9} Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. {10} Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. {11} Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.


Si queremos ser seguidores de Jesús y convertirnos en sus verdaderos sus discípulos, ¡a él oíd! Debemos aprender a oír y a recibir a palabra de Dios con mansedumbre, a no tener más alto concepto del que debemos tener sino pensar con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno, y seguir el ejemplo de lo que Jesús dijo a la mujer: “vete y no peques más,” desechando toda inmundicia y abundancia de malicia. Como hijos de Dios debemos hacer todo sin murmuraciones ni contiendas, ser hospedadores y buenos ministros de la multiforme gracia de Dios. Así, que, cuando hablemos, ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca como se nos exhorta en Efesios 4:29, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. El versículo 11 aquí en 1 Pedro dice que si hablamos, hablemos conforme a la Palabra de Dios para dar siempre la gloria a Dios, nuestro Padre Celestial en el nombre de Jesucristo su hijo, a Dio sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.


¡Dios los bendiga!


E. S, N.


J. E. R. S.

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