La fuente principal de información de este blog es La Biblia. Todas las enseñanzas compartidas aquí, son y serán principalmente basadas en la Biblia Reyna Valera Versión de 1960

 

Las cartas Ártios son enseñanzas que compartimos mensualmente en nuestra página de la Internet  [rbrc.us.] Artios es una palabra griega que aparece solamente una vez en toda la Biblia, en 2 Timoteo 3:17, y se ha traducido como: “perfecto.” La palabra “perfecto,” bíblicamente hablando significa “madurez espiritual,” y ayudar a alcanzar esa “madurez espiritual,” esa perfección, es uno de los propósitos de estas enseñanzas que compartimos. La Biblia es la Palabra de Dios, y esa Palabra de Dios nos revela la voluntad de Dios. Veamos pues lo que la Biblia enseña con respecto a la voluntad de Dios.

 

1 Timoteo 1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza, {2} a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.

Aquí vemos que Pablo no escribió esto a Timoteo solamente porque se le ocurrió, porque quiso impresionarlo, ni por hacerse el importante. El versículo dice que lo hizo por mandato de Dios. La palabra griega para “mandato” también significa “decreto, autoridad.” ¿Cómo es que Dios mandó a Pablo que escribiera esta carta a Timoteo? ¡Por revelación! y con toda la autoridad de Dios mismo.

 
(1 Timoteo 1:3) Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, {4} ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. 

La palabra griega traducida como “rogué,” también se puede traducir como “invité, animé, exhorté.” Pablo no le estaba rogando o suplicando a Timoteo, como si Timoteo no hubiese querido hacer lo que Pablo le había dicho en Macedonia. Pablo está invitando, animando, exhortando a Timoteo, a hacer lo que ya antes Pablo le había indicado, y que también lo hiciera en ese momento; “que mandase a algunos que no enseñasen doctrinas diferentes, ni que prestaran atención a fábulas y genealogías interminables. La palabra griega para “mandase” también indica; instruir, encargar, mandar. Timoteo instruyó a la gente, como un encargo de Dios transmitido por Pablo, mandándoles que no enseñasen doctrinas diferentes, ni prestaran atención a fábulas y genealogías interminables. ¿Por qué? Porque solo acarrean disputas en lugar de obtener la edificación de Dios que es por fe. ¡Fe es la palabra griega pistis, y significa creencia! ¡La edificación de Dios viene por la creencia del individuo mismo! ¿Recuerdan que la fe (creencia) viene por el oír, y el oír la Palabra de Dios? Dios quiere que oigamos su Palabra y que la creamos, para poder recibir edificación, Dios no quiere que nos involucremos con las fábulas del mundo, ni con genealogías interminables que solo acarrean disputas.

 

(1 Timoteo 1:5) Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, 

 

Este es el punto importante de este mandato, mandamiento o encargo, el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida. Esto me recuerda lo que dice:

 

(Romanos12:9) El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 

 

La palabra fingimiento aquí es la misma palabra griega que la de 1 Timoteo 1:5 El amor al igual que la creencia (fe) deben ser genuinos, no fingidos. La buena conciencia tiene que ver con nuestra percepción moral y escala de valores.  Todo esto me lleva a un punto de gran importancia al cual todos los creyentes cristianos debemos someternos. ¿Recuerdan ustedes cuál es el más grande mandamiento? 

 

(Mateo 22:35) Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: {36} Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? {37} Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. {38} Este es el primero y grande mandamiento. {39} Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. {40} De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

 

Si el más grande mandamiento es amar a Dios, y el segundo es amar al prójimo, por simple lógica podemos deducir que la ley del amor es la ley más importante a la que nos debemos someter. 1 Corintios 13 habla del amor, no del amor como una emoción, tampoco como de un sentimiento que debemos tener hacia Dios y hacia los demás, sino como un código de conducta, una manera de conducirnos o comportarnos en la vida. 1 Corintios 13 habla de las características del amor agápe, esas características nos muestran los más altos conceptos de ética y moral, ese es el amor al que debemos sujetarnos, el amor en el que Dios quiere que andemos y practiquemos cuando renovamos la mente. Ahora podemos entender con claridad cuál es el propósito del mandato de Pablo hacia Timoteo. 

 

(1 Timoteo 1:5) Pues el propósito de este mandamiento es el amor (agápe) nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, 

 

La voluntad de Dios es que nosotros, sus hijos, no nos desviemos de la verdad enseñando falsas doctrinas, sino la verdad de la Palabra de Dios.

 

(1 Timoteo 1:6) de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, {7} queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. {8} Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 

 

Por eso es que Dios quiere que no hagamos caso a las fábulas del mundo, a la vana palabrería. El quiere que nosotros de verdad entendamos lo que hablamos y lo que afirmamos. El versículo 8 dice que la ley es buena, si uno la usa legítimamente. Sea la ley de Moisés, o la ley del amor; lo que quiere decir, es que aunque la ley sea buena, si no se usa legítimamente, no sirve de nada. Así es la Palabra de Dios, aún cuando es buena, si los que la enseñan, no entienden lo que hablan, no traerá provecho a los oyentes. Por esa razón es importante y necesario, usar bien, o dividir correctamente la Palabra de Dios.

  

(1Timoteo 2:1) Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;

 

Al inicio del capítulo uno, vinos que Pablo, por medio de revelación, por mandato de Dios, escribió esta epístola a Timoteo. En este capítulo dos, Dios dice que quiere que los cristianos oremos, y con acción de gracias hagamos peticiones por TODOS los hombres.

 

En la Biblia, la palabra “TODO” se usa de dos maneras: “TODO CON DISTINCION” o “TODO SIN EXCEPCION.” En este caso, Dios quiere que oremos por TODOS los hombres, SIN EXCEPCION. Sean creyentes cristianos o no lo sean.

  
(1 Timoteo 2:2) por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 

Dios quiere que todos sus hijos vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad, y el orar por los demás, por nuestros gobernantes, la gente en el poder, así como por TODOS los hombres SIN EXCEPCIÓN, puede producir que vivamos quieta y reposadamente, en toda piedad y honestidad.

 

(1 Timoteo 2:3) Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 

Dios solamente quiere lo mejor para sus hijos, y quiere que hagamos cosas buenas y agradables delante de él. Esa es su voluntad, y también es su voluntad que los demás, aquellos que no son creyentes cristianos, vengan a ser parte de su familia.

 

(1 Timoteo 2:4) el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 

 

Dios no solamente quiere que TODOS SIN EXCEPCION sean salvos, sino que también vengan, al conocimiento de la verdad. Pero el ir al conocimiento de la verdad, es algo que ellos, cada persona, debe hacer por su propia cuenta. Dios no forza a nadie, todo es libre albedrío, la salvación está disponible para todo aquel que crea y quiera ser salvo, la salvación es personal, depende de cada individuo.  Claro que no todos creen ni todos quieren, pero aquellos que son salvos, es porque tomaron la decisión de creer ¿cuál es la verdad que Dios quiere que conozcan?


(1 Timoteo 2:5) Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 

 

Este solo versículo, echa por tierra la idea de que hay tres dioses en uno. Dios padre, dios hijo, y dios espíritu santo no existen. El versículo 5 claramente dice “Porque hay solo un Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” La letra “y” es la palabra griega “kai,” que distingue entre un personaje, “un solo Dios,”  y (kai) “un solo mediador, (Jesucristo hombre).”  La trinidad no es parte de la verdad que la Palabra de Dios enseña, es parte de lo que la tradición enseña, las tradiciones son doctrinas de hombres, y esas doctrinas de hombres son lo que hacen la religión. Dios no quiere que prestemos atención a fábulas y genealogías interminables. La Palabra de Dios no es una religión, la Palabra de Dios no se basa en falsas doctrinas hechas por el hombre. La Palabra de Dios es la voluntad de Dios, y es un estilo de vida, no una religión. La Palabra de Dios nos muestra la relación que existe entre un padre y sus hijos. Eso es lo que la verdad de la Palabra de Dios enseña.

¡Y la voluntad de Dios es que TODOS LOS HOMBRES SIN EXCEPCION, sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad! Ahora, ¿cómo es que después de ser salvos, podemos llegar al conocimiento de la verdad? Dios también nos dice cómo.

 

(2 Timoteo 2:15) Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 

 

¿Qué es lo que un obrero hace? ¡Trabaja! Un obrero de Dios debe trabajar la Palabra para llegar a conocerla y usarla bien. La única manera de usar bien la Palabra de Dios es conociéndola bien. La frase “que usa bien,” es la palabra griega “orthotomounta.” Y significa:”hacer un corte recto, dividir correctamente.” Por eso es que nosotros usamos la frase; “dividir correctamente, o correctamente dividida.” El usar bien la Palabra de Dios es enseñarla correctamente dividida. Muchos solo enseñan la Palabra porque han oído lo que otros enseñan aún sin saber si está correctamente dividida. Es importante dividir correctamente o usar bien la Palabra de Dios. No olviden que aunque la ley sea buena, en nuestro caso, la ley del amor, si no se usa bien, no traerá provecho a los oyentes. No olvidemos que estoy haciendo una pequeña reseña de lo que la palabra ártios, significa. ¿Por qué? Vean lo que Dios dice de su Palabra.

 

(2 Timoteo 3:16) Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 

 

Esto significa que TODA la escritura es dada por inspiración de Dios, pero también que TODA la escritura es la respiración de Dios mismo. La Biblia es la Palabra respirada de Dios y es dada por inspiración de Dios a sus santos hombres.

 

(2 Pedro 1:20) entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, {21} porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

 

2 Timoteo 3:16 dice que TODA la escritura es útil; la palabra útil es la palabra griega ophelinos; que significa: servicial, de beneficio, útil. Dios nos dice que su Palabra es servicial, benéfica, útil para tres cosas: La primera es para enseñar, enseñar la verdad de la Palabra de Dios a quien no la conoce, a quien la ignora, y enseñarla correctamente dividida. La segunda es para redarguir. Redarguir es reprender, amonestar, cuando alguien que ya ha sido enseñado correctamente, no está actuando conforme a la voluntad de Dios. La tercera es para corregir, cuando a alguien no se le a enseñado correctamente, y está tomando un camino erróneo. Estas tres cosas en conjunto, enseñar, redarguir y corregir, son instrucción en justicia.

 

Aquí podemos ver un claro ejemplo de usar bien, o dividir correctamente la Palabra de Dios, porque muchos mal interpretan este versículo y dicen que la palabra de Dios es útil para cuatro cosas; enseñar, redarguir, corregir, e instruir en justicia, pero no es así. La Palabra de Dios instruye en justicia por medio de la enseñanza, la reprensión, y la corrección.

 

Ahora, ya vimos que Pablo por revelación, por mandato de Dios exhortó a Timoteo a que instruyera a los creyentes cristianos que por mandato de Dios, no enseñasen doctrinas diferentes ni prestaran atención a fábulas y genealogías interminables, que solo acarrean disputas y no edifican. Vimos que el propósito de ese mandato o mandamiento, es el amor nacido de corazón limpio, de buena conciencia y de fe no fingida. Vimos que el amor de Dios es el mandamiento más grande al que debemos sujetarnos, y que de acuerdo a 1 Corintios 13, es el código de conducta del creyente cristiano, porque señala las características del amor de Dios, con los más altos conceptos de ética y moral.

Vimos que Dios quiere que conozcamos su Palabra al grado de entender lo que hablamos y afirmamos, y que debamos usar bien la palabra de Dios, porque como una ley, si no se usa bien, no aprovecha. Vimos que la voluntad de Dios es que TODOS los hombres y mujeres claro, SIN EXCEPCION sean salvos, y que por voluntad propia vengan al conocimiento de la verdad. Ya vimos que la verdad es que hay un solo Dios y un solo intermediario entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. Vimos que Dios mismo nos indica cómo es que podemos llegar al conocimiento de la verdad. Trabajando su Palabra como obreros y que solamente conociendo su Palabra es que podemos usarla bien o dividirla correctamente. Vimos también que toda la escritura es inspirada o respirada de Dios, y que es útil para tres cosas, para enseñar, para redarguir, y para corregir, esas tres cosas juntas representan la instrucción en justicia. ¿Para qué es que Dios quiere que hagamos, aprendamos, y entendamos todas estas cosas? 


(2 Timoteo 3:17) a fin de que el hombre de Dios sea perfecto [artios], enteramente preparado para toda buena obra.

 

Ese es el propósito de todo creyente cristiano, ser perfecto. La perfección a la que Dios se refiere es la perfección o madurez espiritual, porque si miramos a nuestras características y capacidades físicas, nunca vamos a hallar la perfección. Unos gordos, otros flacos, unos altos, otros bajos, unos feos otros guapos, unos débiles y otros fuertes. Defectos vamos a hallar cuando vemos nuestras vidas a la luz de los sentidos, y cuando basamos todo lo que hacemos en el mundo de los sentidos, nunca vamos a estar enteramente preparados para toda buena obra. El propósito de todo creyente cristiano, conforme a la voluntad de Dios es ser perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. Recuerden que la palabra “perfecto” en 2 Timoteo 3:17 es la palabra Griega “Ártios.” De ahí es donde tomamos el nombre de nuestras cartas mensuales, porque ese es el propósito de nuestras cartas. ¡Enseñar la Palabra de Dios correctamente dividida, para que TODOS los hombres sean salvos, y vengan al conocimiento de la verdad, y puedan alcanzar esa madurez espiritual, esa es  la perfección con la que Dios nos ve! ¡Esa es la voluntad de Dios y eso es por lo que oramos, creemos y deseamos para todo creyente cristiano, ser Ártios, espiritualmente maduros, perfectos, enteramente preparados para toda buena obra!

 

I.H.N.

 

J.E.R.S.

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