La Palabra de
Dios da vida, un tipo de vida que supera cualquier opresión religiosa. Sigue
las enseñanzas de Jesús para aprender, como sus seguidores se sobrepusieron a la
derrota de la opresión religiosa de sus tiempos, y como hoy, hombres y mujeres
como tú y yo, también seguidores de Cristo, podemos andar y obtener tal victoria.
(Mateo 11:28) Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar. {29} Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas; {30} porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Para poder
entender el sentido práctico de este versículo, necesitamos entender las
circunstancias en las que Jesús estaba hablando estas palabras.
(Mateo 11:1)
Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí
a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos. {2} Y al oír Juan, en la
cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, {3} para
preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? {4}
Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y
veis. {5} Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los
sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el
evangelio; {6} y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.
Me hubiese gustado que él viviera en nuestros tiempos,
cuando muchos hoy se ofenden tan solo con la idea de mencionar su nombre en
lugares públicos.
(Mateo 12:1) En
aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos
tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. {2} Viéndolo
los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito
hacer en el día de reposo.
Jesús y sus
discípulos eran acosados por los líderes religiosos de su época, por hacer,
según ellos, “cosas ilícitas.” Eran tiempos difíciles, especialmente teniendo
en cuenta los religiosos grilletes del Judaísmo. Bajo estas duras
circunstancias la gente estaba empobrecida, cansada y atemorizada
(Mateo 11:7)
Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué
salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? {8} ¿O qué
salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los
que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están.{9} Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí,
os digo, y más que profeta. {10} Porque éste es de quien está
escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual
preparará tu camino delante de ti. {11} De cierto os digo: Entre los que
nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más
pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. {12} Desde los días de
Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los
violentos lo arrebatan. {13} Porque todos los profetas y la ley
profetizaron hasta Juan. {14} Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías
que había de venir.{15} El que tiene oídos para oír, oiga.
En Mateo
capítulo 11 versículo 4, leemos que Jesús envió de regreso a los discípulos de
Juan diciendo: “Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis.” En el versículo
siete dijo: "¿Qué salisteis a ver al desierto? En el versículo nueve dijo:
“Pero ¿qué salisteis a ver?” Y en el versículo 15 dijo: “El que tiene oídos
para oír, oiga.” La gente veía y oía cosas todo el tiempo, recibían toda su
información por medio de los cinco sentidos. Y cuando oyeron la palabra
"profeta" estaban aún más intrigados, porque la religión estaba en el
centro mismo de su forma de vida, Jesús describe eso en los versículos 16 al
19, y menciona la opinión que el pueblo tenía sobre él, principalmente el
liderazgo religioso.
(Mateo 11:16) Más
¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan
en las plazas, y dan voces a sus compañeros, {17} diciendo: Os tocamos
flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis. {18} Porque
vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. {19} Vino el
Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor
de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada
por sus hijos.
Para que Jesús
pudiera dar esperanza a las masas, tuvo que desafiar a los líderes religiosos
de su tiempo, al grado que esa esperanza nos alcanzó también a nosotros hoy,
gracias a la maravillosa obra de nuestro señor Jesucristo, ahora también
nosotros podemos hallar reposo y descanso.
Veamos ahora lo
que Mateo 11 nos enseña.
(Mateo 11:28-30) Venid a mí todos los que
estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. {29} Llevad mi yugo
sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas; {30} porque mi yugo es fácil, y
ligera mi carga.
“Venid a mi”
significa: “Ven acá, o ven a mí”
“Trabajados,”
se refiere al duro trabajo que produce fatiga, o cansancio extenuante; literalmente
significa: “estar exhausto.”
“Cargados,” se refiere a estar saturados con ceremonias
religiosas, o estar espiritualmente ansiosos.
“Descansar,”
significa: “refrescarse”
“Llevad,” significa:
“cargar o llevar”
“Yugo”
Significa: “Servidumbre u obligación.” Representa el acoplamiento o el brazo de
una balanza en equilibrio.
“Aprended,”
significa: “Aprender o entender.”
“Corazón,”
significa: “El asiento de la vida.” Se refiere al corazón de la mente. Representa
los pensamientos, sentimientos o emociones
con respecto a Dios.
“Hallaréis,”
significa: “Obtener, ver”
“Almas,” se
refiere a la vida de alma.
“Fácil,” significa:
útil, servicial.
“Carga,” representa
el cometido, labor o servicio a realizar.
“Ligera,” significa:
“Fácil, que no es pesada o complicada.” En referencia a la labor o servicio a
realizar.
La palabra
“fácil,” que también es traducida como “benigno,” es una de las características
de agápe, el más grande amor, en una manera de vida disciplinada. La
versión Reyna Valera traduce la palabra “agápe” como "caridad," y a menudo es traducida como “amor.” Este amor no es una
emoción o un sentimiento; es la manera en
la que un Padre se conduce con sus hijos y se comporta ante sus hijos; es un
estilo de vida, y sin este amor, no somos nada.
(1Corintios
13:1) Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser
como metal que resuena, o címbalo que retiñe. {2} Y si tuviese profecía, y
entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal
manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. {3} Y si
repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi
cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. {4} El amor es
sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
envanece; {5} no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no
guarda rencor; {6} no se goza de la injusticia, mas se goza de la
verdad. {7} Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Agápe es el más grande amor, el amor que Jesús mostró
cuando murió en la cruz por nosotros, y es el amor que Dios nos manda que manifestemos
unos por otros.
(Juan 15:12)
Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he
amado. {13} Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus
amigos.
Déjame compartir
una traducción expandida de Mateo 11:28 conforme al texto Griego:
"Vengan a
mí todos los que estén cansados debido al esfuerzo fatigante de la labor, y a
las sobrecargas de ceremonias religiosas que producen ansiedad espiritual.
¡Refrésquense! Carguen conmigo el brazo de la balanza en equilibrio, y como yo, sean gentiles, mansos, humildes, y amorosos.
Sirviendo a Dios en sus pensamientos, en sus sentimientos, en sus corazones, de
donde mana la vida, y verán que obtendrán
descanso para su vida de alma. Mi labor a realizar no es difícil, o
pesada, es ligera.”
La palabra
“ligera” sólo se utiliza dos veces en la Biblia, aquí en Mateo 11 y en 2
Corintios 4. Se utiliza en referencia a algo que es pesado o difícil.
(2 Corintios 4:17)
Porque esta leve tribulación momentánea
produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de
gloria; {18} no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se
ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Necesitamos leer
algunos versículos anteriores para entender el contexto.
(2 Corintios
4:1) Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que
hemos recibido, no desmayamos. {2} Antes bien renunciamos a lo oculto y
vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por
la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante
de Dios. {3} Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que
se pierden está encubierto; {4} en los cuales el dios de este siglo cegó
el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del
evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. {5} Porque
no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros
como vuestros siervos por amor de Jesús. {6} Porque Dios, que mandó que de
las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros
corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo. {7} Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, {8} que estamos
atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperados; {9} perseguidos, mas
no desamparados; derribados, pero no destruidos.
La palabra
“leve” del versículo 17 es la misma palabra griega traducida como “ligera o
fácil.” Y esas “leves tribulaciones,” se refieren a los problemas que
pudiéramos afrontar al llevar a cabo nuestro ministerio, cuando cualquiera de
nosotros opera su función en el cuerpo de Cristo.
En los tiempos
de Jesús, la opresión religiosa era tal que la gente vivía temerosa del
liderazgo, quien exigía que la gente se sujetara a la ley de Moisés, aunque
ellos no la cumplieran, por lo que Jesús los confrontó una y otra vez,
acusándolos de obedecer más a sus tradiciones que a la voluntad de Dios.
Pienso que
muchos conocemos la persecución que se desató después del día de Pentecostés,
cuando los apóstoles recibieron el don del espíritu santo y comenzaron a predicar
la Palabra de Dios por todas las regiones; muchos fueron encarcelados y muchos
apedreados hasta la muerte, solo recuerden a Esteban.
Hoy, depende del
país en que te encuentres, en muchos de ellos aún existe la persecución, en
muchos otros aún podemos tener la libertad de expresarnos, aunque ya hay signos
de censura y descontento, tan solo por mencionar el nombre de Dios o de su
hijo, Jesús, en los lugares públicos y de gobierno.
(Romanos 15:4) Porque las cosas que se
escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la
paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.
Todo lo que fue
escrito antes del día de Pentecostés, fue escrito para nuestro aprendizaje,
como lo que hemos leído en el libro de Mateo; aún así, creo que lo que Jesús
dijo en Mateo también puede aplicarse a nosotros en nuestro andar.
Este es un
maravilloso mensaje para los que están cansados de los sistemas religiosos del
mundo, donde cada denominación religiosa impone sus propias reglas y doctrinas,
un mensaje de liberación para los que están agotados, miserables y atemorizados
por doctrinas de hombres, como estaban los judíos bajo el liderazgo religioso
de su época.
En Mateo, Jesús
dijo: “Ven aquí, o ven a mí.” Pero refiriéndose a nosotros, él diría: “vengan
conmigo.”
En Mateo 11:29 dice: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas”
Pero a nosotros
diría: “Carga conmigo el brazo de equilibrio, y con ternura, mansedumbre y
humildad, enseña a los demás. Sirve a Dios con todo tu ser, y da de mi reposo a
otros.”
En Mateo 11:30 dice: “porque mi yugo es fácil, y ligera mi
carga.”
Pero a nosotros diría: “porque nuestra
labor o servicio a Dios no es gravoso, es ligero.”
Cualquiera
que sea la carga que llevemos, sin importar lo difícil o pesada que sea, piensa
que solo es momentánea, y no se puede
comparar con el cada vez más excelente y eterno peso de gloria que está por
venir.
Me
gustaría cerrar con 2 Corintios.
(2
Corintios 3:1) ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O
tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de
recomendación de vosotros? {2} Nuestras cartas sois vosotros, escritas en
nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; {3} siendo
manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con
tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en
tablas de carne del corazón. {4} Y tal confianza tenemos mediante Cristo
para con Dios; {5} no que seamos competentes por nosotros mismos para
pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de
Dios, {6} el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo
pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu
vivifica.
¡Mis amigos, la Palabra de Dios no es una carga pesada
o dificil de llevar, y con Jesús del otro de la balanza, el peso disminuye aún más y la
carga se aligera, como Jesús mismo le dijo a la gente de sus tiempos ellos
estaban sujetos al yugo de esclavitud de la ley, y cuando Jesús vino la ley
llegó a su fin, y esa carga se volvió fácil y ligera.
Hoy, Cristo mora en cada
creyente cristiano renacido del espíritu de Dios, por lo cual, debemos pues
tener tal confianza mediante Cristo para con Dios, quien nos hizo ministros
competentes de un nuevo pacto, el del espíritu que vivifica, el que recibimos
por medio del conocimiento de la Palabra de Dios, al aceptar a Cristo como
nuestro salvador y señor de nuestras vidas.
¡Porque
la Palabra de Dios es vida!
¡Mis
amigos, todo es acerca de la vida!
¡Sí!
¡La vida eterna!
¡Dios
los bendiga!
J.
E. R. S.