La fuente principal de información de este blog es La Biblia. Todas las enseñanzas compartidas aquí, son y serán principalmente basadas en la Biblia Reyna Valera Versión de 1960

Años atrás, mi amada esposa “Dulce” compartió acerca de una fórmula “para un andar recto” que nuestro pastor y ministro Jerry Brown estaba enseñando en esos tiempos. Yo solo quise explicar el uso de algunas palabras Griegas y hacer un poco más clara esta enseñanza. Los puntos son:

1. Se humilde ante Dios - Reverencia todas las cosas de Dios de acuerdo a su Palabra.

2. Obedece a Dios - Obedece su palabra

3. Resiste al diablo.

Ya sabemos que el libro de Efesios es el desayuno de los campeones, pero para que seamos en realidad esos campeones espirituales; debemos hacer algo que el mismo libro de Efesios nos recomienda:

(Efesios 4:1) Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, {2} con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,

Debemos andar dignamente, siendo humildes y mansos. ¿Cómo es que podemos hacer eso? ¡Soportándonos con paciencia unos a otros en amor! “Soportándoos” es la palabra griega anécomai; que básicamente significa: “soportar”, no a manera de apoyarnos o respaldarnos unos a otros, sino de “tolerarnos.” Veamos un par de ejemplos que nos ilustrarán la manera correcta en la que debemos soportarnos unos a otros.

(2 Corintios 11:1) ¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí, toleradme.

(2 Corintios 11:4) Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;

(2 Corintios 11:19) porque de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros cuerdos. {20} Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas.

Pablo habla de tolerancia en todos estos versículos, y aunque escribió eso siglos atrás, esto continúa siendo verdad a través de los tiempos. Si los cristianos han sido capaces de tolerar la predicación de otro Jesús, de otros evangelios, de otros espíritus. Si hemos tolerado a los necios, la esclavitud, que se nos devore, que se nos robe, y que nos abofeteen. ¿Por qué no podemos tolerar nuestras diferencias, nuestra incredulidad, nuestras faltas, nuestros errores y defectos unos a otros? La razón, es la segunda palabra que también quiero recalcar, la palabra “paciencia.” No hay tolerancia, si no hay paciencia, y la paciencia es un fruto del espíritu, algo que se desarrolla en el andar cristiano. “Paciencia” proviene de la palabra Griega macrothumía que significa: “poner la ira lo más lejos posible, o alejar la ira” también se ha traducido como “longanimidad” y como “sufrido.” En el antiguo testamento la palabra “paciencia o longanimidad” es la palabra Hebrea ‘arek. El siguiente versículo es un ejemplo claro del significado real de la palabra “paciencia.”

(Números 14:18) Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.

“Tardo para la ira” es nuestra palabra aquí. Otro claro ejemplo del uso de la palabra “paciencia” se encuentra en el libro de romanos:

(Romanos 9:20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? {21} ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? {22} ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, {23} y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria,

Aquí vemos como Dios retrasó su ira para destrucción, mostrando misericordia. Eso es “paciencia” así es como “Macrothumía” debe correctamente traducirse. La “paciencia” es además una de las características del “amor,” que es la tercer palabra en cuestión que quiero también aclarar. “Amor” es la palabra griega agápe, que es el más grande amor, o el amor de Dios en la mente renovada en práctica. Todas estas palabras juegan un papel muy importante para que nosotros podamos de verdad soportarnos unos a otros.

Así que si queremos andar correctamente, en un andar digno de la vocación con que fuimos llamados, debemos ser mansos y humildes, tolerándonos unos a otros, alejando la ira lo más lejos posible de nosotros con el amor de Dios en nuestras mentes renovadas. Pero el libro de Efesios nos pide mucho más que tolerarnos unos a otros.

(Efesios 5:21) Someteos unos a otros en el temor de Dios.

Si tan solo para “soportarnos” unos a otros, batallamos enormidades ¿cómo es que podemos “someternos” unos a otros? Aquí también necesito aclarar ciertas cosas, porque en realidad, el texto griego en Efesios 5:21 lee: “…en el temor de Cristo.” Y tiene mucho sentido, porque antes de someternos a Dios, nuestro Padre celestial, debemos aceptar y confesar a Jesucristo como nuestro señor y salvador personal. Otra cosa que debo aclarar aquí es: que la palabra “someteos” del griego upotásso: significa: “subordinarse, estar bajo obediencia, someterse uno mismo.” Como ves, esto es algo en lo que Dios nos dio la responsabilidad. El quiere que todos nos sometamos voluntariamente, nadie más puede hacerlo por nosotros, sino nosotros mismos; por lo que si queremos llegar a ser humildes ante Dios, tenemos primero que someternos a Cristo. Ahora déjenme aclarar algo acerca de la palabra “temor.” Proviene de la palabra Griega fóbos, de la cual se deriva la palabra “fobia” que ha sido traducida de una manera negativa como: “temor, miedo, terror.” Pero traducida de una manera positiva significa: “respeto, reverencia (como una señal de respeto), admiración o asombro.” Por eso, cuando leemos la palabra “fobia” en la Biblia, tenemos que asegurarnos que se ajusta al contexto y está en perfecta armonía con el resto de las Escrituras. Sabiendo esto, en la frase “…en el temor de Cristo” la traducción correcta nos es “temor,” sino, respeto, o reverencia. ¿Por qué deberíamos tener miedo de Cristo, o de Dios? El someternos unos a otros, a Cristo, y a Dios, no debe ser motivado por el temor, sino por amor. Déjame mostrarte Efesios 5:21 de la Biblia Lamsa.

(Efesios 5:21) Someteos unos a otros en el amor de Cristo. (Biblia Lamsa)

Creo que esta es una traducción más precisa, ya que como he mencionado, nuestra sumisión unos a otros, a Cristo, y a Dios, debe ser motivada por amor, no por temor, y una gran razón para ello se encuentre en 1 Juan 4:

(1 Juan 4:19) Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

Jesús mismo nos puso el ejemplo, al amarnos sin siquiera conocernos, él dio su vida por amor a la humanidad, ¿cómo no corresponder a quien nos da su amor sin esperar nada a cambio? Otro buen ejemplo es el amor que los padres tienen por sus hijos. Papá y mamá esperan con ansia la llegada de sus hijos, y aprenden a amarlos desde el mismo instante en que se dan cuenta que están esperando. Cuando nacen, los cuida, los protegen, los nutren, y les transmiten ese amor de mil maneras, al grado que los hijos aprenden también a amar a sus padres, a sus hermanos, familiares y amigos. El respeto basado en el amor, es mucho mejor que el respeto basado en el temor. Por eso el someternos unos a otros en el amor a Cristo se ajusta al contexto de lo que Efesios 5 enseña.

(Efesios 5:1) Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. {2} Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a símismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante

Y está también en perfecta armonía con el resto de las escrituras, como 1 de Juan.

(1 Juan 5:1)Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. {2} En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. {3} Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.

¡Someternos unos a otros es un mandamiento que no debería ser gravoso, cuando es motivado por amor!

El amor es un ingrediente fundamental en el proceso de someternos unos a otros, y en el proceso de ser obedientes a Dios. Nuevamente podemos ver el ejemplo de nuestro Señor y Salvador Jesucristo en el amor que él mostró por la iglesia.

(Efesios 5:22) Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; {23} porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

Este es un mandamiento para las esposas; la sumisión y la obediencia van de la mano.

(Efesios 5:24) Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

Una mujer no puede sujetarse a su marido, a menos que sea humilde ante él, y lo reconozca como cabeza de la familia. Así como Cristo es cabeza de la iglesia, y todos nos debemos someternos a él, la esposa y los hijos deben sujetarse a la cabeza de esa familia. Así mismo, a los esposos se les manda que amen a sus esposas, al grado de dar sus vidas por ellas, como Cristo lo dio por su iglesia, protegiendo, proveyendo y alimentándola. Ese amor implica también mansedumbre y humildad, así que al amar a su esposa el hombre debe también ser humilde.

(Efesios 5:25) Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.

Ya vimos que “amor” es la palabra griega agápe, el más grande amor, el amor de Dios en la mente renovada en práctica, del que aprendemos en 1 Corintios 13, junto con todas sus características.

¡La Biblia dice que si no tenemos agápe, nada somos!

(Efesios5:33) Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.

¿Recuerdan lo que les dije acerca de la palabra Griega “fobia”? La palabra “respeto” en el versículo 33 es la palabra griega fobéo, en este caso, traducida correctamente. ¡Porque la mujer no debe tener miedo de su marido para someterse a él, sino respetarlo, obedecerlo, amarlo!

Aquí está un mandamiento para los niños, porque se supone que los hijos deben someterse y obedecer a sus padres.

(Efesios 6:1) Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. {2} Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; {3} para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

Aquí está el mandamiento para todos los demás. (1 Pedro 5:1) Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: {2} Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; {3} no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. {4} Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.

Aunque esto aplica a todos los creyentes cristianos, tiene un especial énfasis hacia el liderazgo, porque un pastor, o una persona que tiene un oficio dentro de la iglesia, tiene la responsabilidad de apacentar la grey de Dios, cuidando de ella, no por interés personal, sino, voluntariamente, y con ánimo pronto, no sintiéndose más importantes que los demás o señoreándose sobre ellos, sino siendo ejemplos. La palabra “ejemplos” es la palabra Griega tupos, que significa “tipo, patrón, modelo.” Como los “tipos” o “cuñas” que se usaban para imprimir los diarios o los libros muchos años atrás. Un líder debe ser un modelo a seguir, un patrón, un ejemplo. Hay una gran recompensa para los que cumplen con este mandamiento, una corona incorruptible de gloria.

Los jóvenes por igual, deben sujetarse a sus mayores, algo que tristemente, es muy difícil de ver en nuestros tiempos, pues pareciera que los jóvenes de hoy no tiene respeto por nada, y desgraciadamente nuestra sociedad se ha contaminado con ideas absurdas de igualdad o justicia social, implementando leyes y ordenanzas banales, por encima de los más básicos principios y valores éticos y morales, de los cuales los jóvenes, hoy, toman ventaja. Pero el mandamiento para ellos, al igual que a todos los creyentes cristianos es:

(1 Pedro 5:5) Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.

Así como el amor, la humildad es vital para poder someternos unos a otros, pero esta humildad no tiene nada que ver con posición social, con preparación universitaria o profesional, o capacidad financiera. Aquí dice “…revestíos de humildad.” Aunque esta humildad no se viste como un traje que se pone y se quita dependiendo de la ocasión, es algo interno, algo que se vive y se refleja en el andar de un creyente cristiano, es todo lo contrario al orgullo, a la soberbia, y gracias a la humildad, podemos recibir más del favor de Dios en nuestras vidas.

(1 Pedro 5:6) Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; {7} echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

La humildad tiene mucho que ver con reconocer que nosotros no podemos resolver todos nuestros problemas, y permitir que Dios tome cuidado de ellos cuando hemos agotado todos los recursos a nuestro alcance. Cuando hacemos eso, Dios promete que tomará cuidado de ellos

(1 Pedro 5:8) Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; {9} al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

El diablo, no anda exactamente detrás de nuestros pasos, pero es el dios de este mundo, y busca ocasión para hacernos caer, más no debemos darle lugar. Cuando somos humildes, nos mantenemos firmes en nuestra creencia, y resistimos sus ataques, simplemente huirá de nosotros.

Si deseas aplicar la “fórmula para un andar recto” en tu vida, para que puedas resistir firmes en la fe, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente anda buscando a quien devorar, se humilde ante Dios y se obediente a su Palabra, al someterte a los demás en el amor de Cristo.

Cuando te hayas revestido de humildad, no sólo el diablo huirá de ti, sino que Dios te dará más gracia, y te exaltará a su debido tiempo. El versículo 4 en 1 Pedro 5 dice, que cuando aparezca el Príncipe de los pastores, recibirás la corona incorruptible de gloria, aunque, por ahora, Dios promete que él se hará cargo de todas tus ansiedades, porque él tiene cuidado de vosotros.

Mi pregunta para ti esposa es: ¿Te sujetarás, obedecerás, y amarás a tu marido?

Y a ti marido: ¿Amarás, y te sujetarás a tu esposa y a los demás?

Niños: ¿Se sujetarán, obedecerán y amarán a sus padres? Jóvenes: ¿Se sujetarán a sus mayores?

Todos: ¿Se someterán unos a otros en el amor a Cristo, para así someterse a Dios, nuestro Padre celestial? ¿Se revestirán todos de humildad?

¿Yo? ¿Un andar digno de la vocación con que fui llamado? ¿Con toda humildad y mansedumbre, tolerando la incredulidad, las faltas, las ofensas, y la necedad de otros, poniendo la ira lo más lejos posible de mí, con el amor de Dios en la mente renovada en práctica? ¿Sometiéndome a los demás en el amor de Cristo? ¡Me esforzaré a diario y procuraré hacerlo!

Y tú: ¿Lo harás también?

¡Dios te bendiga!

Con amor:

Dulce María  Zúñiga de Rosales
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(Salmo 73:1) Ciertamente es bueno Dios para con Israel, Para con los limpios de corazón. {2} En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. {3} Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.

¿Se han deslizado tus pies alguna vez? ¿Has resbalado? ¿Cuántas veces no hemos volteado a ver el auto, la casa, la ropa, las cosas, de las figuras famosas? Cantantes, actrices, deportistas, políticos, todo tipo de celebridades que derrochan sus vidas, abierta y públicamente, ¿especialmente con los medios de comunicación social que se mueven a través de la televisión y la internet? Desafortunadamente nuestra juventud se ha dejado influenciar por las diferentes tendencias que entran a sus vidas a través de sus ojos y oídos.

Pero sin ir muy lejos, ¿quién de nosotros no ha volteado alguna vez, a ver las cosas de algún vecino o algún conocido que alardea de sus posesiones y su vida? ¿Especialmente cuando nos consideramos cristianos, y nos enteramos que esta gente no tienen a Dios en sus vidas? Asaf, el escritor de este salmo estaba pasando por ese tipo de situaciones, él creía en Dios pero se dejó llevar por sus sentidos, al ver cómo esos impíos alcanzaban riquezas. La palabra envidia en el versículo 3 significa: “estar extremadamente celoso,” Asaf, así se sentía.

(Salmo 73:12) He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas. {13} Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia; {14} Pues he sido azotado todo el día, Y castigado todas las mañanas. {15} Si dijera yo: Hablaré como ellos, He aquí, a la generación de tus hijos engañaría. {16} Cuando pensé para saber esto, Fue duro trabajo para mí, {17} Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos.

El celo de Asaf era tal, que pensó que todo lo que él había hecho para seguir y obedecer a Dios había sido en vano, se sentía castigado todas las mañanas y azotado todo el día, al grado que considero hablar como ellos para engañar a los demás, era muy duro para el resistir tal tentación que por un momento olvidó que Dios es bueno para los que son limpios de corazón. Pero cuando volvió su mirada a Dios y su Palabra se dio cuenta de la realidad de las cosas.

(Salmo 73:21) Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas. {22} Tan torpe (bruto, estúpido) era yo, que no entendía (ignorante); Era como una bestia delante de ti.

¿Has sido tú tentado de esa manera? ¿Has pensado que Dios no ha sido lo suficientemente bueno para contigo, y que los incrédulos prosperan y viven mejor que tú? Quizás necesites visitar el santuario de Dios como Asaf lo hizo, cuando volvió en sí, y regresó a Dios, se llenó de amargura su alma, y no solo sentía punzadas en su corazón sino en sus entrañas, síntomas claros de un arrepentimiento genuino. La palabra “torpe” en el versículo 22 significa: bruto, estúpido; y la frase “que no entendía” es básicamente la palabra “ignorante,” que traducida del Hebreo significa: “NO” ¡Como una negación absoluta!

Esto es lo que los no judíos eran delante de Dios. Una bestia, un bruto, un estúpido, y una negación absoluta, los no judíos para Dios, eran ¡nada! Así que la especie humana estaba prácticamente condenada al exterminio. Cuando Asaf se arrepintió, se dio cuenta que había actuado como una bestia, alguien que no razona, y como un ignorante, alguien que no entendía. Dios no quiere esa clase de seguidores, quiere que razonemos, y entendamos su santa Palabra. Hoy quiero compartir acerca de algunas cosas que Dios no quiere que ignoremos.

(Isaías 56:1) Así dijo Jehová: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está mi salvación para venir, y mi justicia para manifestarse. {2} Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal. {3} Y el extranjero que sigue a Jehová no hable diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco. {4} Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, {5} yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. {6} Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, {7} yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos. {8} Dice Jehová el Señor, el que reúne a los dispersos de Israel: Aún juntaré sobre él a sus congregados.

Dios prometió a los eunucos, algo mejor que hijos e hijas, es un lugar en su casa, y un nombre perpetuo que nunca perecerá. Y a los hijos de los extranjeros que decidieron seguir a Jehová para servirle, amar su nombre y abrazaron su pacto, les prometió llevarlos hasta su santo monte, recrearlos en su casa de oración y aceptar sus sacrificios en su altar. Nosotros provenimos de los hijos de esos extranjeros de alguna manera.

(Isaías 56:10) Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. {11} Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado.

¡Esto fue escrito en el Antiguo Testamento, pero pareciera está hablando de los tiempos actuales, de ciertos pastores y predicadores ciegos, IGNORANTES, que solo buscan su propio provecho!

(Romanos 10:1) Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. {2} Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. {3} Porque ignorando (agnoéo: No saber, no entender)la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; {4} porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

La salvación para Israel sigue aún siendo el anhelo del corazón de Dios, pero Israel no aprendió la lección ignorando completamente lo que sucedió hace miles de años. Israel todavía no sabe, ni entiende la justicia de Dios porque no se sujetaron a ella ni se sometieron a Cristo, el fin de la ley. La Biblia habla de Israel como un pueblo ignorante.

La palabra ignorante es un adjetivo que describe a una persona que desconoce algo, alguien que carece de cultura o conocimiento, y con frecuencia se utiliza para referirse a las personas que deliberadamente hacen caso omiso de información o hechos importantes. El siguiente versículo describe exactamente lo que sucedió con Israel.

(Oseas 4:6) Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. {7} Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta.

¡Israel cayó del favor de Dios por su ignorancia, porque le faltó conocimiento! Y no se refiere a los eventos cotidianos del pueblo judío, ni a los asuntos de carácter socio económico, políticos, culturales, o deportivos. Israel deliberadamente ignoró el conocimiento de Dios y su Palabra, y se apartó, olvidándose de la ley de su Dios 

¡Dios quiere que nosotros NO SEAMOS IGNORANTES! ¡Quiere que conozcamos su Palabra! Te mostraré algunas cosas en su Palabra, que él ¡NO QUIERE QUE IGNOREMOS!

(Romanos 11:25) Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; {26} y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. {27} Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados.

¿Recuerdas que Asaf, el salmista, tuvo envidia (celo en extremo) de los arrogantes? ¡Dios no quiere que seamos ni como ellos, ni como Israel! El misterio del que se habla aquí lo puedes entender cuando leas todo este capítulo 11 de Romanos de principio a fin.

El libro de romanos es la doctrina con respecto a nuestra salvación o nuestro estado legal delante de Dios. ¡Dios no quiere que seamos IGNORANTES, como Israel!

(1 Corintios 10:1) Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar {2} y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, {3} y todos comieron el mismo alimento espiritual, {4} y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.

En Corintios, Pablo corrigió a los creyentes de los errores prácticos que estaban cometiendo. Había divisiones y contiendas, pero Pablo los exhortó a hablar todos, una misma cosa, la sabiduría de Dios, y a predicar a Cristo, y a estar unidos en una misma mente, ¡la mente de Cristo!

(1 Corintios 2:1) Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. {2} Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. {3} Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; {4} y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, {5} para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

¡Dios quiere que conozcamos su voluntad y que la hagamos! Y eso es exactamente lo que Pedro y Juan hicieron, al predicar a Cristo a una multitud de judíos, después que ministraron a un hombre cojo de nacimiento a las puertas del templo llamado la Hermosa.

(Hechos 3:14) Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, {15} y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. {16} Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros. {17} Mas ahora, hermanos, sé que por ignorancia (falta de conocimiento) lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes. {18} Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer. {19} Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, {20} y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; {21} a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.

Pedro y Juan resaltaron la ignorancia del pueblo judío y de sus líderes, llamándolos al arrepentimiento para convertirse a Cristo, y ve lo que sucedió:

(Hechos 4:4) Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil.

¡Eso es maravilloso! Algo que si no es imposible en la actualidad, es muy difícil que suceda, debido a la influencia de las diversas tendencias que acosan día tras día, minuto tras minuto, segundo tras segundo, la mente de todo hombre mujer y niño, a causa de los medios de información social que corrompen los valores y principios éticos y morales de la humanidad.

Después que Pedro y Juan convirtieron alrededor de “cinco mil varones,” fueron examinados por los gobernantes, los ancianos, los escribas, y todos los que eran de la familia del sumo sacerdote.

(Hechos 4:13) Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras (agramatos = iletrados o analfabetas) y del vulgo (idiotes =alguien que deliberadamente es ignorante), se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. {14} Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra.

Pedro y Juan eran iletrados, y a los ojos de los eruditos gobernantes eran unos ignorantes. Pero estos gobernantes quedaron maravillados y reconocían que gracias a Jesús tenían un gran denuedo y no podían negar las maravillas señales y milagros que realizaban.

¡Cuando somos conocedores de lo que hablamos, nadie puede decir nada en contra de ello! ¡Dios quiere que conozcamos su palabra, que sepamos acerca de la salvación por medio de Cristo Jesús y abramos nuestras bocas para predicar el evangelio de Cristo, así como Pedro y Juan hicieron!

(1 Corintios 12:1) No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. {2} Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. {3} Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. {4} Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. {5} Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. {6} Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. {7} Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.

¡Dios realmente quiere que sepamos, que lo que sabemos, lo sabemos bien! Especialmente, con respecto a los asuntos espirituales, Dios ¡NO QUIERE QUE SEAMOS IGNORANTES! Él quiere que sepamos acerca de la diversidad de dones, pero un mismo Espíritu, de la diversidad de ministerios, pero el mismo Señor, de la diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra todo en todos. Y que la manifestación del Espíritu es dada a cada hombre para provecho del hombre mismo. Los asuntos espirituales son de vital importancia para el desarrollo, crecimiento, y madurez, en la vida de cualquier creyente cristiano, desgraciadamente muchos líderes religiosos de la actualidad abusan de sus congregaciones porque ¡muchos de ellos ignoran todo eso! ¡Dios quiere que tú sepas lo que dice en su Palabra!

(1 Corintios 14:37) Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. {38} Mas el que ignora, ignore. {39} Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; {40} pero hágase todo decentemente y con orden.

Esta es la voluntad de Dios para nosotros, él sabe que no todos van a creer, que los ignorantes van a seguir ignorando su voluntad y su Palabra. ¡Pero él es un Dios de orden, y él quiere que sepamos todo esto! ¿Por qué?

(2 Corintios 1:21) Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, {22} el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones. {23} Mas yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he pasado todavía a Corinto. {24} No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes.

Porque quiere que sepamos que es él quien nos ha ungido, nos ha confirmado en Cristo, y nos ha sellado con las arras del espíritu en nuestros corazones, y también quiere que sepamos que es nuestra fe (creencia) lo que nos mantiene firmes. ¡No dejes de creer en él y su Palabra! No te dejes tentar como Asaf, porque esa es otra cosa que Dios no quiere que ignoremos.

(2 Corintios 2:5) Pero si alguno me ha causado tristeza, no me la ha causado a mí solo, sino en cierto modo (por no exagerar) a todos vosotros. {6} Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos; {7} así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza. {8} Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con él. {9} Porque también para este fin os escribí, para tener la prueba de si vosotros sois obedientes en todo. {10} Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, {11} para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.

Dios quiere que sepas que existe un adversario, quien va a hacer hasta lo imposible por hacerte caer y alejarte de Dios, usando todo tipo de artimañas, tus sentidos, tus emociones, tus sentimientos. No des lugar al diablo, y no ignores sus maquinaciones. El aprender a perdonar las faltas de los demás nos puede ayudar a evitar las trampas de Satanás.

(1 Tesalonicense 4:13) Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. {14} Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. {15} Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. {16} Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. {17} Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. {18} Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

Dios quiere que sepamos lo que sucede cuando perdemos a un ser querido, especialmente si es un hermano en Cristo, y lo que sucederá a la venida de nuestro Señor Jesucristo. Muchos enseñan que los muertos están ya en el cielo y desde allá nos cuidan. Otros enseñan que están en un lugar llamado “limbo” esperando su destino final, y dependiendo de cómo se hayan portado en vida, irán al cielo o al infierno. Otros enseñan que los muertos viven a la par de nosotros, en una dimensión desconocida, y deambulan como almas en pena.

Si todo eso fuera verdad, ¿para qué entonces tendría que regresar Jesucristo por nosotros? Si los muertos ya están en el cielo ¿para qué entonces los tiene que levantar Dios? Si están en el “limbo” ¿en qué estado se encuentran? Si están vivos aún, ¿es que nunca en realidad murieron? La misma pregunta nos podemos hacer si es que vagan aún como almas en pena.

¡La Biblia en realidad habla solo de los dos únicos estados en que se encuentra un ser humano, vivo, o muerto! ¡Y que los muertos están MUERTOS! Por eso, Dios NO QUIERE QUE IGNOREMOS acerca de los que duermen (los que ya están muertos), quienes ¡SERAN LEVANTADOS A LA VENIDA DEL SEÑOR! Y los que ¡HABREMOS QUEDADO HASTA LA VENIDA DEL SEÑOR! Que ¡NO PRECEDEREMOS A LOS QUE YA DURMIENRON! Y que SEREMOS ARREBATADOS JUNTAMENTE CON ELLOS (los que durmieron en el Señor) EN LAS NUBES. Solo los ignorantes creen en las fábulas de viejas inventadas por el hombre. ¡Y Dios no quiere que seamos IGNORANTES!

La última cosa que quiero compartir se encuentra en el libro de 2 Pedro.

(2 Pedro 3:8) Más, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. {9} El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. {10} Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. {11} Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, {12} esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! {13} Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. {14} Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. {15} Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, {16} casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. {17} Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. {18} Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

Todo esto habla de tiempos venideros, el día del Señor aquí se refiere al día del Dios nuestro, pero ese terrible día, cuando los elementos siendo quemados se fundirán y serán deshechos, no es el mismo día que el día del retorno de nuestro Señor Jesucristo. Muchos cristianos han sido enseñados erróneamente, y debido a ello muchos viven en temor. Porque como hay muchas cosas difíciles de entender las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, no vamos a conocer cada palabra de la Biblia. Pero podemos entender, todo lo que Dios quiere que NO IGNOREMOS. Debemos pues escudriñar las escrituras para conocer la voluntad de Dios, y para mantener una buena manera de vivir, en paz, irreprensibles y sin mancha. Porque ¡Dios NO QUIERE QUE SEAMOS IGNORANTES acerca de su Palabra!

No debemos sentir envidia de los arrogantes, ni necesitamos ser como ellos, tampoco debemos ignorar las cosas que Dios quiere que sepamos, vivamos, y proclamemos, sino como Isaías 56 y el Salmo 73 dicen, debemos ser de corazón limpio y refrenar nuestras manos de hacer el mal.

 Mientras hagamos eso y continuemos acercándonos confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia para el oportuno socorro, mientras sigamos creciendo en esa gracia, y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, vamos a estar bien.

Permítanme cerrar con los siguientes versículos y a la vez recordarles quien en realidad somos:

(1 Pedro 2:9) Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; {10} vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. {11} Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, {12} manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.

 Así es que mi querido hermano, como frecuentemente citan las sagradas escrituras: “Así ha dicho el señor:” ¡NO QUIERO HERMANO QUE IGNOREIS!

¡Dios te bendiga!

E.S.N.

J. Edixon R. Serna.

Julio 1, 2016
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